CASO EL REMUDADERO: MÁS INFORMACIÓN

Ayer recibí, gracias a un amigo, el vídeo del Ayuntamiento de Comala, subido a su cuenta de Facebook, en el cual aparece el Presidente municipal Don Aldo Zúñiga proporcionando (por decirlo de algún modo) información con respecto a este caso. Debó decir que cuando vi el mismo, saltaron las alarmas. Primero diré lo menos importante: Qué mal vídeo, acartonado y sin gracia ni técnica (mal hecho, pues), reflejando la ausencia de profesionalismo de quien lo hizo. Y después, el contenido. Está bien que no prejuzguemos nada, pero no es Don Aldo quien debe decirlo, sino nosotros y sobre todo que no prejuzguemos para que juzguemos cuando tengamos elementos para hacerlo. Yo no trato de linchar a nadie, sino de establecer elementos que nos aclaren lo sucedido. No se vale realizar un vídeo que mal informe, o lo haga a medias; que oculte y muy probablemente, por lo que se sabe, que inclusive, mienta.

Pero ese vídeo no proporciona elemento alguno, sino solo proporciona información vaga y oscura ¿Qué tratan de ocultar? ¿A quién tratan de defender? Y digo esto, porque al tener otra información (superveniente), hay indicios de la existencia de actos que pudieran ser constitutivos de delitos. Debe iniciarse una investigación seria, independiente, que establezca claramente los hechos que concurrieron para que el golpe se produjera y delimite las posibles responsabilidades de los actores para que, en su caso, se finquen responsabilidades en quien o quienes estas deban recaer. Y no se trata de realizar una cacería de brujas. Evidentemente, hay responsables y todo parece indicar que no fue un accidente producido por casualidades desafortunadas; indican que hay factores que lo indujeron. Eso debe transparentarse.

El propio Don Aldo refiere la actitud responsable por parte del chófer, cuya pericia es avalada por los dichos de al menos uno de los viajeros del autobús accidentado. Pero, diversas personas proporcionan información (verídica o falsa, no lo sé), con respecto a la falta de mantenimiento del autobús (que, dicho sea de paso, es un modelo antiguo, con más de 20 años de servicio). Esto, de confirmarse, resulta de suma gravedad. Por otro lado, se insiste en la falta de contratación de un seguro para los viajeros y para la propia unidad, lo cual resulta difícil de creer, pues sería muestra inequívoca de una irresponsabilidad mayúscula.

Independientemente de los dolores de los accidentados y de las secuelas que pudieran producirles (hay que tener en cuenta que son personas de la tercera edad), resulta evidente que existe un daño patrimonial que no debe cubrirse con impuestos míos ni de ningún otro comalteco. Si lo dicho resultara verídico, implicaría una irresponsabilidad de la mayor relevancia que este autobús circulara con esas carencias y obviamente, esas posibles evidencias apuntarían hacia algunos titulares que despachan en el edificio de Leona Vicario. Si lo dicho resultara cierto, lo que se debió hacerse, sin duda, era parar la unidad pues resultaba mejor no moverla que permitir que pusiera en peligro tantas vidas; no se trata pues, de un juego sino de un asunto de la mayor importancia, literalmente, de vital importancia.

Es evidente que los destinos del Municipio no deben estar en manos de irresponsables y que el patrimonio público no puede estar en riesgo. Desde ese punto de vista, alguien o algunos deben irse, según corresponda, y simplemente irse o hacerlo con alguna responsabilidad. Todos sabemos que se trata del autobús del DIF ¿A quién o a quiénes se trata de proteger cuando se dice que estaba asignado al área de Cultura? Quienes viajaban en ese autobús, por supuesto, entregaban su confianza al Ayuntamiento y éste los defraudó. La confianza en las autoridades debe existir y éstas deben hacer todo lo que esté de su parte por ganarla y conservarla. De confirmarse las sospechas, alguien está faltando a esos deberes. No se manejan profesionalmente, son irresponsables y las épocas en las cuales eso sucedía, ya están superadas.

Este asunto no es un juego. Comala no necesita niños héroes sino funcionarios responsables. Si no hay dinero para lo elemental, revisemos otros gastos, los que tienen que ver con las fiestas, por ejemplo, o los sueldos y prestaciones de los funcionarios, seguramente allí encontraremos partidas que pueden transferirse para lo esencial. Pero revisemos también los perfiles de quienes ocupan los puestos, pues muy probablemente habría que profesionalizar algunas áreas. Sobre todo, en momentos de escasez, el gasto público debe priorizarse y los funcionarios han de ajustarse a las condiciones que marcan las condiciones presupuestales. No puede haber tanto circo si no hay pan.

Por lo dicho y por muchas más razones, la Comisión propuesta ayer, debe constituirse de inmediato y debe aclarar, transparentar los hechos, sin dejar duda a ningún comalteco del actuar de sus autoridades y en su caso, realizar las recomendaciones para que éstas ajusten su comportamiento a la realidad que vive ahora nuestro País y nuestro Municipio. Urge pues. No hacerlo de ese modo, significa que aceptamos la opacidad como divisa del Ayuntamiento. Las dudas y los castigos que éstas significan, no podrán acabarse.

Por cierto, faltan algunas voces que marquen el posicionamiento de nuestra diputada y de los regidores (sobre todo de oposición) y me atrevería a decirles que el espacio de Carvajal Berber, está a su disposición. No se trata de un capricho de quien junta estas letras. Este no es un asunto menor. Nunca más debe repetirse esta historia.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

 

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