Para Julio Hernández ‘Astillero’, en la filtración de la lista de periodistas que encabezan medios que recibieron millonarios presupuestos de publicidad oficial en el sexenio pasado, hay un problema de entrada: citaron como personas físicas a determinados personajes del periodismo, cuando su posición puede ser director del medio o representante legal de la empresa, no necesariamente dueño.
La coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República combinó la relación comercial o contractual con las personas morales, con las empresas en sí, al citar el nombre del periodista como si el dinero fuera específicamente para él, subraya el columnista de La Jornada.
Un segundo problema es que en la lista no se aclararon los casos en que se está hablando efectivamente de empresas que reciben ese tipo de inversión publicitaria, y los casos raros, peculiares o extraordinarios de publicaciones surgidas al calor de la negociación política para que fueran centros de transferencia de recursos públicos.
Al participar junto a María Scherer Ibarra y Federico Arreola en la mesa de Despierta, el noticiero matutino del canal de Las Estrellas que conduce Carlos Loret de Mola en Televisa, Julio Astillero señaló que en ese esquema de filtraciones es donde, además de todo lo anterior, hay que preguntarnos cuáles son los contenidos que han manejado esos líderes de opinión o periodistas que, con frecuencia, han sido proclives al poder en turno. Porque muchos son personajes muy claramente identificados como voceros del poder.
DEMASIADO DINERO
En un gremio en el que todo mundo sabe qué periodistas le entran a todo y cuáles no, ¿a quién le toca exhibir a los chayoteros?, pregunta Loret quien, además de conductor de noticieros en radio y televisión, publica la columna ‘Historias de reportero’ en El Universal.
Para María Scherer, “nuestras respectivas reputaciones hablan por sí mismas y están en el mejor de los casos sostenidas en nuestra trayectoria y en nuestro trabajo”.
Justo el problema es que no hay criterios de a quién sí y a quién no se le debe entregar publicidad. Ese es el centro del dilema de este gobierno y de los anteriores. “Se asigna la publicidad sin criterio, de manera absolutamente caprichosa”.
Pero, además, “están las cantidades de las que hablamos”. Tratándose de periodistas en lo individual o de casas editoriales, “son escandalosas”. Es muchísimo dinero que debería estarse ocupando en resolver problemas de educación o relativos a la salud.
El gobierno de Peña Nieto dejó entre sus muchísimas deudas la creación de un organismo ciudadano que, precisamente, se encargaría entre otras cosas de establecer esos criterios, los cuales no sólo tienen que ver con penetración, comenta Scherer.
Hay que pensar en otro tipo de criterios. Hay una norma vigente, conocida como Ley Chayote, que para nada sirve porque de hecho hace legal todas estas prácticas que dan pie a la corrupción, resumió la heredera de Proceso.
Son los mismos parámetros con los que va a asignar la publicidad López Obrador, intervino Federico Arreola en la conversación titulada ‘Lista de contratos de publicidad a medios y periodistas, el análisis’ (https://www.youtube.com/watch?v=pyXafVm9Wuo): “El criterio es el que se le pegue la gana al gobernante”.
FALTAN REGLAS Y CRITERIOS
También para Julio Astillero el problema de fondo es que no haya reglas claras para la asignación de la publicidad gubernamental, con criterios no sólo de multiplicidad de audiencias sino también de calidad. Porque otro de los asuntos polémicos es que en esta lista de los 36 vemos blogs, publicaciones o páginas de internet que, francamente, no merecen la inversión que el gobierno de Peña hizo en ellos.
“Ves la lista y dices no es posible que a esta página le están asignando tanto dinero, salta a la vista la incongruencia. En cambio, hay otras publicaciones que efectivamente tienen presencia nacional, cobertura, y merecen la inversión”.
En adelante, se espera que el propio López Obrador “no actúe de manera discrecional, buscando castigar a los que les sean ajenos y premiar a los que le sean cercanos”, recalcó Astillero.
UNA AGENDA PERSONAL
Loret pregunta si acaso López Obrador buscaba con una lista mal intencionada meter a todos en el mismo saco y decir, ante la crítica periodista, que todos son chayoteros.
Arreola descarta que el Presidente busque intimidar a los periodistas. “Es bastante dialéctico, no le tiene miedo al debate, le encanta que lo critiquen. Más bien pienso que el asunto se le salió de control. Creo que el señor Jesús Ramírez tiene agendas personales, ni siquiera políticas ni periodísticas porque fue un reportero muy menor en La Jornada. Julio no me dejará mentir, todos en el periódico dicen que fue un tipo muy pequeñito. Está ahí, en la coordinación general de Comunicación Social de la Presidencia, pues porque ahí se pegó y ahí creció”.
Insistió Arreola en que Jesús Ramírez tiene agendas personales de odios y simpatías, y simplemente descargó sus frustraciones, sus vanidades y sus resentimientos. “Sorprendió al propio presidente. Yo sí creo que López Obrador no comprometió su palabra al garantizar algo sabiendo que era falso: ‘mi gobierno no dio a conocer la lista’”.
“Andrés Manuel no es un mentiroso, respeta mucho su honor. Simple y sencillamente lo enredaron, y no le dijeron lo que habían filtrado. Lo filtró alguien que tiene su propia agenda de resentimiento”, considera Arreola.
María Scherer pidió no ignorar que Ramírez es el vocero presidencial. Al final, dio cifras inexactas: no son tantos periodistas como dijo y no es la cantidad que él decía. “En fin, no tiene la culpa el indio…”
Y ante la insistencia de Loret en el sentido que el Presidente buscó meter a todo el periodismo en el mismo saco para descalificar la crítica, Scherer responde que no intencionadamente. “Pero este velo de sospecha ahí está”.
HAY BUENA INTENCIÓN
Julio Astillero llamó a reflexionar que hay un proceso pensado, razonado y en ejecución, para modificar las relaciones de la prensa y el poder.
Es decir, Andrés Manuel López Obrador es alguien que tiene muy claro que parte de los vetos que tuvo, de los tropiezos, de los obstáculos que enfrentó, provinieron de los grandes medios de comunicación, sobre todo de los electrónicos y televisivos, en el sentido que impidieron que la gente tuviera la información exacta de lo que estaba pasando, especialmente a partir de 2006.
En ese sentido, López Obrador está impulsando un nuevo ejercicio que es ‘la mañanera’, una forma no sólo de información y de periodismo sino de control político y de propaganda política. Está alentando ese nuevo mecanismo que ha sido un fenómeno positivo.
Por otra parte, tenemos la irrupción de presencias como los youtubers, que es una forma masiva de tratar de fomentar una opinión distinta.
Y ahora se está en este proceso de exhibir todos esos entretelones del contubernio de prensa y poder, señaló Hernández López.
QUE SALGA LA PUS
¿Sirve de algo que salga la pus?, pregunta finalmente Loret.
Para María Scherer es mucho mejor que la situación anterior, definitivamente. “Insisto, tiene que ser parte de la discusión pública hasta que tengamos ese organismo que nos quedó a deber Peña, pero que bien podría impulsar López Obrador con su mayoría en el Congreso”.
Sin ese organismo, aunque reparta menos dinero va a seguir repartiéndose muchísimo, y eso no ayuda en nada, aunque reparta la mitad, enfatizó la periodista.
Es importante que salga toda la pus, porque salió el 3% pero la verdadera pus sigue oculta, acotó Arreola. “Es sorprendente que den a conocer una lista de 36 personas que le caen mal a Jesús Ramírez, y oculten los nombres de defraudadores fiscales o de la gente a la que se le condonaron millones y millones de pesos en impuestos”.
Finalmente, pondera el autor de 2006, la lucha de la gente contra el poder (Aguilar, 2006) y de Las razones del descontento (Nuevo Siglo-Aguilar, 2007), “estamos pagando las consecuencias de una boda desafortunada”.
Tristemente, la boda fifí eliminó a César Yáñez del entorno cercano de López Obrador, “y César es el único que le ha manejado bien estas cosas a Andrés Manuel”.
En cuanto a la lista, Arreola invitó a López Obrador a que, en primer lugar, “se disculpe porque una persona honorable como es él se tiene que disculpar ya que causó daño moral y eso no está bien”.
En segundo lugar, lo invitó a que “empiece por darle claridad a un organismo como el que menciona María para establecer criterios objetivos de asignación de publicidad: cuantitativos porque las audiencias son muy importantes, y cualitativos porque hay publicaciones pequeñas de una enorme importancia en sus sectores”.
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