CHRISTIAN SE SUMA

“Quien suma, quien educa y quien transforma, nunca se equivoca”. Con esta frase, adaptación de su eslogan rectoral a la narrativa de la Transformación construida por la presidenta Claudia Sheinbaum, cerró Christian Torres-Ortiz Zermeño su mensaje por el cuarto informe de labores al frente de la Universidad de Colima.

Y “con esa idea yo me quedo”, expresó la gobernadora Indira Vizcaíno al iniciar su mensaje en la misma ceremonia, realizada el 15 de diciembre como lo indica la Ley Orgánica de la casa de estudios, en el Teatro Universitario como sede alterna al Paraninfo que es donde regularmente sesiona el Consejo.

Aunque el cambio de recinto se realizó por cuestiones de cupo y comodidad, vale decir que el teatro lleva el nombre del gobernador Pedro Torres Ortiz, abuelo de Christian y en cuyo periodo se fundó la Universidad Popular de Colima hace 84 años, con los mismos principios para una educación socialista con los que el presidente Lázaro Cárdenas impulsó la creación de otras casas de altos estudios: el Instituto Politécnico Nacional y El Colegio de México.

En este cuarto informe se resumen los logros del primer periodo de Torres Zermeño, quien iniciará un segundo mandato el primero de febrero de 2025 tras ser reelecto por el Consejo Universitario hace algunos meses. Concluirá este nuevo cuatrienio el último día de enero de 2029 y, en ese momento, estará en situación ventajosa para una natural aspiración política. En el arranque del proceso electoral de 2027 por el que se renovará el poder ejecutivo local, Christian vivirá el esplendor de su gestión.

Para entonces, ya se sabrá cuál fue la aportación del rector de la UdeC al desarrollo institucional, y cuál la fuerza del liderazgo social que tendrá por haber sumado, o haberse sumado, a los proyectos sectoriales que empujan el progreso en el estado. Ya habremos visto para ese momento si, como jefe nato de la Universidad, es también el dirigente indiscutible de los universitarios.

OPORTUNIDADES CON SHEINBAUM

Optar por la gubernatura fue una posibilidad que tuvieron otros rectores. En 1985, Humberto Silva Ochoa era el cuadro más visible del PRI, pero la candidatura a gobernador se decidió en el seno de la familia que tenía el presidente Miguel de la Madrid en su tierra natal.

En 1994, la muerte de Luis Donaldo Colosio dejó al exrector Silva Ochoa fuera de la posibilidad de ir al Senado, que habría sido la antesala de una renovada aspiración al gobierno local.

Tres años después, en 1997 la nominación priista fue para Fernando Moreno Peña, por una decisión personal del presidente Ernesto Zedillo también influida por la familia, en este caso de su esposa, que era de Colima.

Como rector en funciones, en 2003 Carlos Salazar Silva ya no participó en la elección interna que llevó a Gustavo Vázquez a la candidatura del PRI, quizá porque otro ex dirigente universitario se sumó a la contienda intrapartidista: Humberto Silva.

Y el último que dio el salto de la rectoría a la política electoral, Miguel Ángel Aguayo López, sólo alcanzó una diputación federal.

Después de eso, la UdeC que había sido matriz generadora de cuadros políticos cambió su condición de universidad-partido (como decía el exlíder de la FEC, Enrique Salazar Abaroa) por una acepción de universidad más académica que política.

Hoy que “la misión de la educación superior pública enfrenta desafíos que ponen a prueba su capacidad de respuesta a las demandas de un entorno en cambio permanente, pero que también ofrece nuevas oportunidades”, la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República “es determinante para fortalecer la educación pública a través de políticas humanistas, científicas y transformadoras”, dijo Christian Torres.

Las metas nacionales proyectadas para 2030 (entre ellas alcanzar una cobertura del 55% en educación superior, cuando la actual es del 44%), “exigen un esfuerzo colectivo para garantizar la educación como un derecho universal”.

“La Universidad de Colima comparte esta visión y trabaja activamente para ofrecer una educación superior más accesible y equitativa, a través de la ampliación de su oferta educativa, la implementación de modalidades flexibles no presenciales y mixtas, o el fortalecimiento de los programas de becas y apoyos que aseguren la permanencia estudiantil”. Esto lo hace la UdeC “por convicción”, subrayó el rector.

COLABORACIÓN GENUINA

La lectura de un resumen ejecutivo de lo que diría el rector, le permitió a Indira Vizcaíno encontrar no sólo coincidencias sino una sincronía entre el ritmo del desarrollo institucional y el plazo de las metas para alcanzar los objetivos de su gobierno.

“En informes pasados, con sinceridad les he compartido que aunque algunas personas auguraban, y tal vez hasta apostaban por una confrontación entre estas dos instituciones [la Universidad de Colima y el Gobierno del Estado] por la razón que sea, por cuestiones partidistas o por algunos deseos profundos, en la realidad lo que se ha impuesto es una coordinación y una colaboración franca, genuina, totalmente dispuesta a entregar resultados positivos.

“Una coordinación y resultados que, sinceramente creo, no pueden presumir ni quienes encabezaron alguna de las dos instituciones, o las dos, en los tiempos de mayor coincidencia política de las mismas”, señaló Indira.

No lo dijo la mandataria estatal, pero es evidente que la colaboración entre el gobierno y la rectoría no se ve minada por los celos que pudieran sentir los cuadros de la 4T en Colima respecto a un político ajeno al movimiento, cuyo desempeño exitoso en la Universidad podría proyectarlo socialmente como un prospecto para la gubernatura.

Christian tampoco está oyendo las voces anti-4T que abundan en la comunidad universitaria, las cuales opinan que la proyección política del rector debería construirse, precisamente, apelando a una definición institucional en contra de los postulados del actual régimen.

PODER TRANSFORMADOR

Más allá de “rebuscadas hipótesis políticas”, ambas instituciones han logrado coordinarse –dijo Vizcaíno Silva– “porque hay un objetivo común” y “un genuino interés en dar resultados” en el objetivo de incrementar la matrícula.

Universidad y Gobierno “creemos en el poder transformador de la educación”, y en la obligación moral de que todo colimense “que está en edad de estudiar, pueda hacerlo y lo haga”.

Ese objetivo “no puede ser concebido atendiendo a indicadores conformistas”, sino a los más ambiciosos objetivos. “Una vida que pasa y que se mantiene en la educación, es una vida tocada por el conocimiento y el aprendizaje. La educación transforma vidas, expande la mente, modifica comportamientos y, con ello, también cambia realidades”.

Para la gobernadora, la educación incide por múltiples vías en que “las personas puedan distinguir entre lo incorrecto y lo correcto, y opten por lo segundo; que entiendan la diferencia entre ignorar y atender, entre abandonar y tender una mano, entre indiferencia y solidaridad, entre apatía y empatía”.

Creyente del poder transformador de la educación, “me va la vida en hacer lo necesario para que Colima aproveche al máximo (…) esta herramienta transformadora”.

De ahí que invitara a la comunidad universitaria a “seguir sumando esfuerzos, voluntades, manos, mentes y corazones”, porque “quien suma no se equivoca. No nos equivocamos”, enfatizó.

Y quizá el mensaje profundo era: no nos equivoquemos, “sigamos sumando”.

UNIVERSALIDAD LOCAL

Además de ‘transformación’, otra palabra clave en este cuarto informe rectoral fue ‘matrícula’.

Cuando la Universidad de Colima comenzó hace menos de medio siglo su despegue, el objetivo era la cobertura. Había que llevar bachilleratos a todos los rincones del estado y licenciaturas a los municipios que, de alguna manera, podrían centralizar a las poblaciones del estado: Villa de Álvarez, Tecomán, Manzanillo; y, por una circunstancia fortuita, Coquimatlán, donde en las antiguas instalaciones de un ingenio cañero se ubicaron las ingenierías.

Ahí se buscó darle al campus una vocación específica. Mientras que la orientación de los centros universitarios de la zona conurbada capitalina se decantaba hacia las humanidades, la salud y los servicios; en el valle, hacia las ciencias agropecuarias; o hacia la actividad pesquera, turística y logística, en el puerto.

Indira contó de un favor que le pidió al rector cuando estaba por arrancar el actual semestre: aceptar a cinco jóvenes que se habían quedado fuera del bachillerato de Ixtlahuacán. Y este episodio refleja la importancia que todavía tiene la presencialidad en la educación universitaria, y el desafío de poner a la Ucol en la vanguardia de un modelo de ‘universidad virtual’.

Hace décadas que el país incrementó su cobertura en los niveles medio y superior, con telesecundarias y telebachileratos. Pero seguimos obligando a los jóvenes a asistir a un aula para formarse como profesionistas, bajo la conducción de un catedrático.

La única posibilidad que ofrece el futuro de mantener una oferta de educación superior tan amplia y diversificada como para permitir a los estudiantes cursar una carrera casi hecha a la medida, es el uso de la tecnologías de la información que incluya el manejo de la inteligencia artificial generativa y el acceso efectivo a bases de datos de todo el mundo.

Hace décadas, la formación universitaria implicaba el traslado del estudiante a los grandes centros del saber; a los núcleos académicos donde trabajaban en conjunto los pensadores de cada especialidad. Había una distancia física e intelectual entre el conocimiento abrevado en las grandes universidades, y el que podía obtenerse en una institución educativa de provincia. Hoy en día, la universalidad está en lo local.

EL FUTURO COMIENZA AHORA

Por eso, además de las tareas inherentes al crecimiento, conservación y adecuación de los espacios y programas de estudio, las tres funciones sustantivas de la Universidad (docencia o reproducción del conocimiento, investigación científica o generación del conocimiento; y extensión o difusión extramuros del conocimiento) responden en la Ucol a cuatro ejes transversales sobre los que se despliegan el mismo número de políticas institucionales:

– Igualdad de Género que, en su periodo, ha llevado a rescindir siete contratos laborales y suspender a tres estudiantes por actos de violencia de género;

– Gestión Ambiental, que redundó en la plantación de 10,516 árboles;

– Universidad Digital, dentro de la cual se implementaron 13 programas universitarios en modalidad mixta y dos nuevos posgrados en línea, así como a la apertura en 2025 del primer programa de Bachillerato General en Línea; e

– Internacionalización, por la cual en los últimos dos años el 48% de la matrícula estudiantil participó en experiencias académicas fuera del país, mientras que en 2024 la UdeC recibió a 275 estudiantes extranjeros provenientes de 95 instituciones de 25 países, y 900 profesores han trabajado en redes de cooperación nacional o internacional en 122 instituciones de 23 países.

Torres Ortiz agregó que, desde el inicio de su gestión rectoral, la UdeC ha impulsado proyectos y estrategias que concuerdan con las políticas prioritarias del nuevo gobierno federal: “Asumimos este momento histórico con profunda responsabilidad. En armonía con las metas nacionales e internacionales, reafirmamos nuestro compromiso con la mejora continua, la excelencia, la equidad y la sostenibilidad, pilares fundamentales de nuestra gestión universitaria”.

Para concluir, Christian Torres Ortiz resaltó cinco objetivos estratégicos que definirán el rumbo de los próximos años en la UdeC: favorecer la cobertura en educación media superior y superior; impulsar la investigación aplicada y básica; fomentar la extensión universitaria desde un esquema colaborativo, la protección y defensa de la cultura de paz; y, por último, fortalecer la autonomía y la gobernanza institucional.

Ya de salida, lanzó la consigna que muchos colimenses interpretarán como un destape electoral: “Hoy, más que nunca, debemos reflexionar y razonar quiénes somos, para definir con valentía el camino que queremos construir, porque el futuro de la Universidad de Colima comienza aquí y ahora”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

Comentarios

Un comentario

  1. una gran relevancia en los contenidos y resultados rectorales, gracias por compartir esté análisis.!!!

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