CNN, SIN AGENDA MEXICANA

Entre los periodistas mexicanos que participan en CNN en Español, además de la muy conocida Carmen Aristegui figura Mario González, cuya trayectoria en radio y televisión suma tres décadas.
Para Fernando Rivera Calderón, quien entrevistó al también conductor de Enfoque Noticias (de Núcleo Radio Mil) en Operación Mamut –el programa que conduce en el Once junto con Nora Huerta y Jairo Calixto Albarrán–, CNN es un espacio informativo interesante porque no depende de una empresa de comunicación nacional, sino que es una agencia noticiosa de Estados Unidos.
Y si bien todos los medios de comunicación tienen intereses, por lo menos los de CNN no son los mismos de las empresas mediáticas en México que, de repente, se volvieron monotemáticas, al grado de desplegar este nado sincronizado en la crítica contra López Obrador.
¿Tienen los mexicanos en CNN en Español un espacio de mayor libertad para ejercer el oficio periodístico?, le pregunta Rivera al invitado de la emisión del 29 de agosto de 2021, ‘Fiesta prehispánica con Mario González’ (https://www.youtube.com/watch?v=Xzg2LO_y4gU):
“Das en el clavo. Si bien CNN siempre ha sido criticada, entre otras cosas, por su agenda en la política doméstica y en la política exterior de Estados Unidos, la realidad es que en México particularmente no tiene una agenda política. Y es muy sano para un medio de comunicación no tener una agenda marcadamente política.”
Tiene un plan de negocios, obviamente: “Llegar a las audiencias en México y también a las audiencias mexicanas en Estados Unidos, lo que nos ha dado mucho poder de comunicación con ese sector de la población tan grande en la Unión Americana. Y sí, esa situación nos da muchísimas libertades para definir nuestra propia agenda local y nuestro propio equipo”.
Claro, “tenemos que cumplir parámetros muy estrictos de calidad, de validación de la información y de equilibrio. Eso siempre está por encima de todo. Pero, finalmente, nuestro equipo y la dirección aquí en México deciden sus propios contenidos. Eso es muy sano”, responde González.
 
LECCIONES DE EQUILIBRIO

¿Y no podría CNN dar clases de equilibrio a otros medios?, bromea Jairo Calixto Albarrán. Un cursito propedéutico, sugiere el humorista, porque si bien no todos deben pensar como piensa el Estado o el Gobierno, y aun sabiendo que la crítica es evidentemente importantísima, se notan en la prensa mexicana desvaríos muy graves.
“Sí, falta equilibrio –reconoce Mario González–. Equilibrar la información, decidir a quién invitas, es un tema que editorialmente nos preocupa todos los días. Nos enfrentamos a problemas también cuando tenemos que cubrir esa figura de comunicación que es el presidente López Obrador.
“Son innegables las virtudes comunicacionales de un presidente que habla, que mantiene esta información abierta, pero también es verdad que a veces se mete en muchos problemas por lo que dice y cae en contradicciones. Ya no sabemos qué está pasando políticamente con el nuevo régimen, si la 4T es de transformación o de traición.
“Pero eso también mete en problemas a los periodistas porque, al mismo tiempo que se concentra la información en una sola persona, el gobierno deja de tener otros voceros. De hecho, cuando hablo a una secretaría y no está el titular, si pido a un subsecretario no lo tengo. En ese sentido, es muy difícil tener balance en la información. Si no hay entrevista, pido un comunicado. Pero no hay comunicado porque, me explican, al día siguiente el presidente va a hablar de eso en la mañanera. Y si quiero entrevista con el presidente, tengo que estar en la conferencia y no puedo porque a la misma hora tengo mi noticiero de radio. Entonces, dejas de tener ese vínculo con la institución presidencial que también es importante para tener equilibrio.”

NO TODO ESTABA PODRIDO

Sin caer en la situación de los periodistas con agendas disfrazadas que, en la mañanera, le dicen al presidente qué guapo se ve hoy señor, fíjese que aquí traigo este temita, ironiza Jairo, la mañanera es interesante porque incluso periodistas muy críticos han logrado cuestionar y debatir con López Obrador. Lo que lleva a Nora a preguntar : ¿cómo funcionaba antes?, cuando querías entrevistar al presidente, ¿te apuntabas en una lista y hacías fila?
“Sí, había una agenda de entrevistas programadas –explica Mario González–. Y no necesariamente había que ser afín, eventualmente se abrían espacios. Yo entrevisté a presidentes, a Calderón por ejemplo, en momentos complicados cuando ya habían perdido popularidad. Y, sí, muchos éramos críticos.
“Es importante señalarlo, estamos en un lugar distinto pero ha habido periodismo importante en nuestro país. Tampoco es verdad que todo estaba podrido. Recordemos que Peña Nieto empezó a caer en popularidad por efecto de grandes reportajes como los de la Casa Blanca y la Estafa Maestra.
“En México ha habido un ejercicio periodístico del cual podemos enorgullecernos. No todo era chayote. Hemos hecho cosas importantes en el periodismo de este país y el oficio va a seguir estando vivo”, comenta el invitado.
 
QUIÉN ES QUIÉN EN LA CRÍTICA

El país sigue siendo un campo minado para los buenos periodistas, sobre todo para quienes trabajan en Sinaloa, Tamaulipas o Guerrero, señala Fernando Rivera. Es decir, no todos los periodistas tienen las condiciones de ciertos privilegios que tienen quienes trabajamos en el centro del país.
“Y, aun así, seguirá habiendo grandes periodistas –retoma Mario González–. Con todo y este fenómeno propagandístico que lleva a presentar a los periodistas como los malos de la película. Se han expuesto listas de columnistas y conductores que recibieron dinero en el sexenio pasado, y está muy bien que se ventile cuántos millones recibieron por contratos de publicidad para sus páginas electrónicas. Entiendo la importancia de revelar esas corruptelas.
“Pero ahora está también el ‘Quién es quién las mentiras’, uno de los ejercicios más desafortunados de réplica gubernamental, por lo menos, por la manera como se ha venido ejecutando hasta ahora. No me parece correcta porque ni siquiera hay un análisis cualitativo sino simplemente cuantitativo, y ya no es sólo señalar quién miente sino también quién critica. Ese no era el ejercicio propuesto en un principio.
“Nos estamos olvidando que, hasta recientemente en la historia, los grandes enemigos de la sociedad eran los corruptos: los gobernantes y las administraciones corruptas. Ahora, en la mañanera pareciera que somos los periodistas y esa definición, desafortunadamente, ha permeado a todo el periodismo. Lo cual es muy negativo, honestamente.”
Rivera Calderón reconoce que este linchamiento ahora se da también en las redes sociales, y es una locura. Pero sin duda es consecuencia del ejercicio de un grupo de periodistas que han desprestigiado y siguen desprestigiando el oficio.
“Y los va a seguir habiendo, nuevos y actuales. Hay corruptos en el periodismo como los hay en el Gobierno, en la medicina y en todos lados”, replica Mario González.
 
NO SOMOS VENEZUELA

Desde el trabajo en la agencia internacional que es CNN, cómo ve Mario González la comunicación en México comparada con otras regiones de América Latina. ¿Es una dictadura y hay tantos problemas de libertad de expresión como se dice?
“No estamos en ese nivel, de ninguna manera –descarta el invitado–. En México sí puede haber crítica, sí puede haber coincidencias o no con el Gobierno. Y, definitivamente, han cambiado las cosas respecto a las administraciones pasadas cuando se arreglaba todo con una llamadita y la orden de despedir al conductor. Esas cosas pasaban antes, ahora no.
“Eso sí, tenemos un presidente al que no le gusta el periodismo. Hay que decirlo y señalarlo. Pero no estamos en los niveles de Nicaragua en este momento, donde junto a los opositores hay muchos periodistas metidos en la cárcel, donde se ha intervenido en los medios de comunicación con unos argumentos del siglo XVII que suenan a la Santa Inquisición, como ese de traición a la patria. Tampoco estamos como en Venezuela. En México tenemos un periodismo vivo y estamos en un proceso de cambio en la forma de hacer gobierno.”
Lo que lleva a Fernando Rivera a concluir que en un país gobernado por un autócrata, la televisión pública no podría hacer una parodia del presidente, como la que hacen en Operación Mamut con la nocturnera donde Nora Huerta encarna a un supuesto López Obrador que no duda en pedir a Lord Partícula (burla de ese personaje de la mañanera que es Lord Molécula) que le acompañe con el keytar unas coplas contra Vicente Fox.

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