COBRO SIN BOLETO

La alianza de facto entre Leoncio Morán Sánchez y el grupo gobernante en el estado se rompió por los ingresos de un estacionamiento.

El colmo es que cobrar por el ingreso de automóviles al predio anexo al Cereso durante los días de feria, ni siquiera era un negocio oficial. Alguien se estuvo embolsando una buena cantidad de dinero por día, al aceptar pagos sin dar recibo.

Esa persona debe tener mucha influencia al interior del Instituto de Ferias y Fomento de Exposiciones (Iffecol), como para activar a la prensa oficialista que no dudó en promover el linchamiento mediático de la esposa del alcalde capitalino, Azucena López Legorreta.

El Iffecol es un organismo que depende de la Sefome, pero su titular es vasallo político del secretario general de Gobierno. Por lo visto el sábado 16 de noviembre, ese mismo que operó el estacionamiento oriente del Cereso también tiene acceso a todo el aparato propagandístico de la administración Peralta.

Como en años anteriores, el DIF Municipal Colima recibió la concesión del estacionamiento del parque El Rodeo. Pero ya desde el primer fin de semana que duró la Feria de Todos los Santos fue evidente que, la proximidad entre la entrada del estacionamiento oriente del Cereso y la puerta norte del parque que funcionaba como salida del estacionamiento de El Rodeo, terminaría generando confusión entre automovilistas.

Pese a los esfuerzos del personal del DIF Municipal por orientar a los conductores, mucha gente se metía al estacionamiento del parque por la salida, a veces al suponer que se trataba de una segunda entrada, paralela a la del Cereso que les quedaba de frente, y a veces para pasarse de listos y ahorrarse el pago de los 30, 35 o incluso 40 pesos que cobraban por aparcar en las inmediaciones del recinto ferial.

Para el tercero y último fin de semana de la feria, la lucha contra la confusión y la prepotencia se había vuelto tan infructuosa que la propia presidente del DIF Municipal decidió abrir la puerta norte como ingreso, tras modificar la vialidad interna del parque para que esa salida funcionara también como entrada.

Y ahí es donde fue que los concesionarios del estacionamiento oriente del Cereso vieron afectados sus intereses. No tardó en producirse un enfrentamiento entre los encargados de ese aparcamiento irregular y la propia Azucena, que había decidido vigilar personalmente el ingreso al parque por la puerta norte.

Y como bajaron los ingresos de quien rentaba cajones de estacionamiento sin dar recibo, esa misma persona decidió lanzar una campaña en redes sociales a través de las cuentas de troles claramente identificadas con el gobierno estatal.

En el entusiasmo de los voceros oficiosos del régimen, la campaña de infundios llegó al extremo de acusar a tan distinguida dama de estar bajo los influjos del alcohol. Comunicadora innata, Azucena López dio la cara, aclaró la situación a través de algunos medios digitales y fin de la historia.

Sin embargo, los anónimos que ordenaron la cobarde campaña jamás se disculparon. Lo que sí hicieron fue clausurar el estacionamiento oriente del Cereso el domingo 17 de noviembre.

LA OTRA FERIA

La historia del enfrentamiento entre el Ayuntamiento de Colima y el Iffecol no terminará ahí:

Como parte de su promoción como aspirante a la gubernatura, Leoncio Morán decidió organizar su propia feria en El Rodeo. Y desde que hizo el anuncio, los medios impresos, radiofónicos y digitales que forman parte del equipo de nado sincronizado se le lanzaron a la yugular porque estaba tratando de competir con “el máximo festejo estatal”.

El experimento falló este año y no sé si a la larga consiga la Comuna capitalina extender los festejos de Todos los Santos al parque urbano de La Estancia. Su antecesor en la Alcaldía hizo una apuesta parecida.

Héctor Insúa le dio impulso a un festival de muertos en el panteón municipal y, aunque logró su propósito de enriquecer la experiencia de quienes acuden a ver a sus difuntos con una oferta cultural, en el dilema de pasar la noche en el cementerio o irse a emborrachar a la feria era predecible la decisión.

Algo similar pasó con El Rodeo y su pretensión de organizar una ruta familiar de tarde y una tocada de punchis punchis por la noche. Por muy buenos que fueran los dj’s y por muy buena respuesta que haya tenido el foro del teatro al aire libre por parte de tres o cuatro bares de la ciudad, en una Colima donde se ha instalado la narco-cultura es difícil competir con música electrónica por la atención de jóvenes que, si acaso, consideran el reggaetón como alternativa de la banda sinaloense y el conjunto norteño.

No funcionó la idea de ofrecer un espacio adicional a los terrenos de la feria, a transeúntes cansados de las aglomeraciones en la zona de restaurantes y el área de exposiciones, por la sencilla razón de que el núcleo de los festejos nunca llegó a estar abarrotado, ni siquiera el 1 y 2 de noviembre cuando antes era de ley ir a la feria.

Como le oí decir a una persona muy sabia, la gente quiere ir a donde está la gente y quiere, sobre todo, que la vean en la feria. Cuando la otra feria de El Rodeo empiece a tener más visitantes, probablemente se dará ese efecto manada.

LOCHO EN CAMPAÑA

La verdadera feria municipal de Colima es el Volcán Fest. El Ayuntamiento tiene que consolidar el proyecto que ya cumplió su meta inicial: reactivar el Centro, permitir la recuperación del espacio público, fomentar el consumo y las ventas de comercios locales, además de ofrecer un entretenimiento más urbano, distinto a la parafernalia charro-taurina de todos los festejos pagano-religiosos en la zona norte del estado y que, curiosamente, se dan en el calendario alrededor de la feria de Todos los Santos. De hecho, ese festejo estatal arrancó este año con una cabalgata.

Quizá a Locho le pesa que el Volcán Fest lo iniciara Insúa, quien en la búsqueda de su reelección contendió con Morán Sánchez. El propio Leoncio había descalificado en campaña el festival, y prometido en caso de hacerlo un enfoque distinto para nada deberle, moral ni políticamente, al fallecido Davide Arena y mucho menos a Insúa. Sin embargo, calcó la matriz organizacional que le heredó la anterior administración y el festival salió bien.

Aunque fue obviado en la encuesta de aspirantes a la gubernatura que divulgó la semana pasada SDP Noticias, Leoncio Morán se sabe en la carrera por la sucesión. Y en ese sentido, tal vez le urja crear una tradición sin tener que compartir su paternidad con nadie.

Con la reactivación de El Rodeo demostró que está nuevamente en campaña por un cargo al que compitió en 2005 como candidato del PAN y, en 2015, con los colores de Movimiento Ciudadano, partido que ya le prometió la nominación a Gobernador para 2021.

El experimento permitió recuperar un parque urbano que estaba abandonado y que requería desesperadamente una manita de gato. Falta ver si esta recuperación del espacio público se traduce en beneficios más directos para la población de la zona oriente, que sigue padeciendo los efectos de una expansión urbana irregular.

Por lo demás, creo que le daría más votos si las mismas cuadrillas de servicios y obras públicas que limpiaron El Rodeo, taparan los baches de la zona poniente y atendieran también la jardinería de los camellones al sur de la ciudad.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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