COMALA Y SU PRECARIATO GUBERNAMENTAL

Durante décadas, mi municipio, Comala, ha sido víctima de un grupo de políticos improvisados y sobre todo, mal intencionado que ha ocupado las posiciones decisivas en la conducción municipal, a pesar de la alternancia que hemos vivido. Cada uno de sus gobiernos se ha preocupado por resultar más precario que los que le precedieron. 

Hace unos días, Arturo González Valencia publicaba el resultado de sus conversaciones con el presidente Ricardo y otras autoridades de la actualidad en relación con los problemas de tráfico en la cabecera municipal y las conclusiones que se pueden obtener resultan francamente desalentadoras aunque muy ilustrativas. Hay improvisación y falta de compromiso. A quienes dicen gobernarnos no les importa el interés general sino su supuesta popularidad y la protección de ésta es lo que los guía. 

Dicen que existen estudios de ingeniería de tránsito pero no los siguen porque algunos vecinos se oponen por sus intereses particulares y que la autoridad prefiere concederles la razón y entonces, ignora el interés general que están obligados a respetar y proteger. Eso prolonga una posible solución a un problema muy sentido. Los problemas no se solucionan solos, al contrario se incuban y en tanto, se profundizan. 

Quizás nos referimos al problema más sencillo de todos cuantos enfrenta el gobierno municipal y no se hace lo posible por resolverlo, sino que al contrario, se deja que crezca. Entonces, qué sucede con los problemas realmente complejos o aquellos cuya solución requiere un esfuerzo mayor. La respuesta es muy lógica, nada. 

Claro que ahora contamos con un gobierno fallido, que al parecer ha decidido ya no hacer nada sino esperar a que se venzan las quincenas que faltan, para recibir los pagos correspondientes, a cambio de nada porque ya entendieron su derrota que es también la derrota del municipio. Así, más nos valdría que se fueran aunque de todos modos hubiera que pagarles. Eso es falta de probidad, es la deshonestidad absoluta. 

Ya falta poco. Ojalá se lleven sus sueldos y sólo eso. Sería lo mejor que pudiera suceder. Ya no podrán organizar más fiestas ni pasear santos, que son sus razones para existir. Pero ¿qué sigue? 

Hasta hoy, quienes aspiran a encabezar el siguiente gobierno municipal, como no nos respetan, se han concretado a bombardearnos con publicidad enfadosa y barata, pero no nos han dicho qué piensan hacer si ganan. Apenas, uno de ellos, Omar González, en conversación al aire con Adalberto Carvajal esbozó algunas ideas y habló más a fondo de actuar para regularizar los más de medio centenar de fraccionamientos ilegales que existen en el municipio. Sin duda se trata de un problema que requiere atención urgente y que no se puede seguir soslayando. De los demás, sólo conocemos que existen y si acaso, un poco más. 

Preocupa que las características de varios de los candidatos sólo prometen que si triunfan, serán continuadores de esa despreciable corriente del agropop comalteco, que tanto hemos sufrido, porque es la corriente en la cual militan. No tienen visión ni idea de nada porque su limitada visión les proporciona un mundo que acaba en el Volcán. No pueden ver más allá y por tanto, para ellos, nada más existe. 

A estas figuras políticas sólo debo pedirles que tengan piedad de Comala y que antes de las elecciones sean honestos y nos digan si pueden con el compromiso y si están dispuestos a actuar. Las oportunidades de Comala están a la vista, hasta para un ciego y al parecer, sólo los políticos no pueden verlas. En estas líneas hemos mencionado muchas de ellas. Queremos y exigimos opciones de progreso y por supuesto, sabemos que pueden lograrse, pero no vemos que exista decisión política por lograr meta alguna. 

Entiendo que la mayoría de los candidatos nunca ha leído la Constitución, pero todavía tienen la oportunidad de estudiarla, porque habrán de respetarla y hacerla respetar y éso, sólo será posible si la conocen. Y Comala ya merece otra cosa, ya merece un gobierno real en vez de otra mala caricatura de gobierno. 

Las y los comaltecos debemos estar en el centro de toda política, eso es el interés general y eso debe ser la guía de toda su acción. El candidato de mi Partido, Morena, debiera entenderlo muy bien, pero como acaba de colgarse esa etiqueta, no sé hasta dónde le quede claro, por lo pronto, lo ubicamos en el agropop,que es la religión que ha profesado hasta hace unos días. 

Ojalá esta vez tengamos suerte y sepamos elegir. Los candidatos deben convencernos para que les otorguemos nuestra confianza y nuestros votos. En vez de enfadarnos (más), mejor debieran convencernos. No queremos otro Ricardo, que aún estamos sufriendo a don Aldo y de eso, ya basta, estamos hartos. Exigimos compromisos. 

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana. 

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