Esto de la 4T ha roto con todos los moldes que marcaban la política. Ahora se hace todo lo que no se acostumbraba durante el largo reinado del PRI, con ese nombre y con los anteriores. Uno de los hechos más notables y comentados, que marcan esa diferencia es la constante verborrea de los ex presidentes Fox y Calderón que un día tienen que criticar a López Obrador y el siguiente también. Uno, porque como siempre, quiere hacerse notar y el otro, porque quiere concentrar la oposición a la 4T y capitalizarla para la formación de su partido México Libre (o mejor dicho, para su muy particular gusto y afición, Cuba Libre). Pero este afán de búsqueda de notoriedad ha rebasado los límites de la prudencia con la mano negra que mueve los hilos de la insubordinación de la Policía Federal.
Este cuerpo policiaco nació podrido y evolucionó siempre a peor. Siempre se le criticó su carencia de eficiencia y estuvo marcado por las sospechas de que había sido infiltrado por el crimen organizado. Estas acusaciones no pueden ser probadas pero los hechos parecieran demostrarlas y no parece difícil si consideramos además el prestigio de Genaro García Luna, niño héroe en su momento, que durante varios años se mantuvo al frente del cuerpo policiaco y cuya actitud motivó que la Secretaría de Seguridad Pública desapareciera y sus funciones fueran absorbidas por la Secretaría de Gobernación durante el peñato.
No pudieron desaparecer durante ese obscuro período aquellos factores que daban motivo a las críticas a la Policía Federal. Continuó vinculada a diferentes acusaciones de violación de derechos humanos y a las sospechas de actuación parcial para favorecer el desarrollo de ciertos carteles que se sospechaba hacía a costa del ataque a otros que, se criticaba, no se encontraban en su ánimo o en su preferencia. Podríamos decir que árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza. El balance es que nunca causó confianza entre los mexicanos. Eso, precisamente, dio motivo a la creación de la Guardia Nacional, como factor toral de la 4T.
Y ahora resulta que, al parecer movidos por el insigne Caderón, los policías se insubordinan para no formar parte de la Guardia Nacional. Todo indica que hay mucho más atrás de esos movimientos. Si ya antes gozaban del desprestigio y rechazo generalizados, sus actuales movimientos no abonan a su prestigio, sino más bien, al contrario, reafirman el rechazo popular. Pero mientras, es un asunto más que el Gobierno de la República debe resolver, es un asunto que se torna peligroso porque no olvidemos que se trata de un cuerpo armado, con todas las implicaciones que eso puede significar.
Así, las opiniones de los expresidentes ya no sólo resultan molestas, sino que rebasan un límite que por ningún motivo debe traspasarse: Nos hacen correr riesgos innecesarios. Se constituye en una reacción más al significado de la 4T y a los múltiples intereses que afecta su implantación. En opinión de este juntador de letras, se trata de un asunto que debe investigarse a fondo y en caso de confirmarse las sospechas, castigar al culpable con apego a la ley, pero con rudeza, es decir, debe haber ley a secas, sin gracia. La integridad del País, por ningún motivo puede cuestionarse o ponerse en peligro por defender intereses de un grupo o facción. México ha de estar más allá de disputas callejeras como las de estos ex panuchos.
Molestas también resultan esas reacciones que critican que se atenta contra la libertad de prensa que hacen algunos viejos políticos o miembros de la comentocracia; aunque carecen de la gravedad de los hechos comentados de la Policía Federal. Cuando los de siempre tuvieron el poder en sus manos, no se cansaban de burlarse de sus opositores, López Obrador y sus seguidores entre ellos. Desde entonces viene, por ejemplo, el uso del término chairo, con esa connotación de descalificación y burla. Ahora no quieren ser fifís, les duele todo y se quejan: Entre los quejosos se ubica precisamente, entre otros, Loret de Mola, finísima persona y, uno de los que se cubrieron de gloria al transmitir en vivo aquel montaje de García Luna cuando se detuvo a los secuestradores de la Banda de Los Zodiacos en un rancho ubicado en las inmediaciones de la carretera México Cuernavaca; entonces, fuera detenida, entre otros, Florence Cassez. Creo que no tienen rostro para reclamar como lo hacen, teniendo historias tan criticables como esta. En esa época de grandeza de García Luna crecieron también otras figuras despreciables que gozaron de gran poder, como Isabel Miranda de Wallace, de quien muchos creyeron sus patrañas /y no faltan quienes aún hoy, las creen). El tiempo se ha encargado de poner las cosas en su lugar. Y eso nos lleva a otro refrán: Los perros sarnosos se juntan para rascarse.
En éste orden de ideas, se critica al Canal 11 por transmitir un par de programas (es decir, dos horas a la semana): La Maroma (domingos 22 h) y John & Sabina (martes, 22 h). Pero en el mismo Canal se mantienen opinadores del pasado que resultan verdaderamente despreciables como María Amparo Casar (quien en su momento fuera Jefa de Asesores de Santiago Creel). Si los nuevos programas exaltan virtudes de la 4T como dicen, otros, antiguos ya, exaltan las proezas (¿?) de la 3T o de la 2T. Hasta piden la cabeza del nuevo director de Canal 11 porque siendo un medio público, dicen, permite programas como los citados, que les ofenden y dicen, van en contra de la democracia.
Creo que esas voces están equivocadas: La democracia y la libertad de expresión no pueden significar que todas las voces sean iguales y digan lo mismo (es decir, que se callen las distintas). La democracia y la libertad de expresión han de entenderse como la posibilidad de que todos digamos lo que pensamos y que de todas las voces que se alcen, la mayoría decida cuál es la opción que le gusta y desea.
Los emisarios del pasado tienen la piel muy delgada. En su oportunidad, casi se acabaron el País, nos demostraron su ineficiencia y sobre todo su mala fe y ahora, se ofenden porque se los digamos. Es lo mínimo que deben aguantar. DE todos modos, el mal que hicieron ya está causado y ahora la 4T debe reconstruir.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.