Para hablar de la cultura en los medios de comunicación es imprescindible distinguir entre los contenidos culturales que aparecen en las páginas diarias o los informativos de radio y televisión, con los que se publican en soportes de mayor periodicidad.
En los propios diarios, la cultura encuentra un espacio propio en los suplementos especializados semanales, observa la catedrática española Ma. Teresa Mercado Sáez.
También en los medios electrónicos existen programas especializados en cultura, y hay medios (casi siempre públicos pero también de financiación privada) dedicados exclusivamente a la Cultura, como en México el Canal 22.
Jorge B. Rivera afirmaba que el tema del periodismo cultural remite siempre a un enfrentamiento de conceptos opuestos: élite-masa, tradición-modernidad, palabra-imagen, erudición-vulgarización, homogeneidad-heterogeneidad y análisis de la cultura de terceros-intereses culturales de los medios.
La dicotomía entre ‘alta cultura’ y ‘cultura media’ salta a la vista en un examen somero de productos considerados periodismo cultural, en los cuales podemos distinguir dos grandes agrupaciones:
– Publicaciones especializadas, eruditas y homogéneas, destinadas a un grupo de personas cualificadas; y
– Otras que trabajan “más bien sobre patrones de vulgarización, la heterogeneidad y la cultura general en su sentido más difuso”.
ES POCO NOTICIABLE
El primer grupo supone repertorios de cuestiones humanísticas o artísticas muy acotados, y a un estilo muy acotado con la retórica de la crítica y la literatura ensayística, el propio de las revistas culturales con un mínimo de periodicidad mensual, resumía Rivera.
En México este fue sin duda el ejemplo que siguió Plural y Vuelta bajo la dirección de Octavio Paz, y de la cual abreva la revista Letras Libres de Enrique Krauze.
El segundo es el de las páginas diarias de la sección de Cultura y los suplementos semanales de los periódicos, en los que adquiere preponderancia el libro, la información literaria. Un ejemplo claro de este concepto en España es El País Semanal.
El periodismo cultural está, pues, formado por un amplio conglomerado de medios, géneros y productos, que van desde las secciones de diarios, revistas literarias de pequeña circulación, suplementos de diarios de tirada masiva, hasta fanzines y revistas de divulgación, resume Mercado Sáez.
En el capítulo dedicado al Periodismo Cultural dentro del libro Áreas del periodismo (Bernardino Cebrián Enrique y Luis María Mirón, coordinadores. Colección Periodística 54. Comunicación Social, Ediciones y Publicaciones, Salamanca, España, 2013), Mercado cita a Mauro Wolf para señalar cómo:
Las páginas diarias de Cultura y de Espectáculos han conseguido ampliar los criterios de noticiabilidad, hasta el punto de determinar una cobertura informativa específica, bajo la forma de colaboraciones, opiniones especializadas o insertos especiales.
Aunque se trata de un semanario, la sección de Cultura en la revista Proceso sigue este esquema.
Sin embargo, los referentes culturales no han alcanzado todavía la importancia periodística de otros asuntos. Las secciones de Cultura suelen tener menos redactores que las de Política, Economía o Internacional. Un criterio implícito es que la noticia no casa bien con el significado de cultura tomada como creación intelectual.
INFORMACIÓN CULTURAL
Los contenidos culturales que aparecen en los medios pueden ser agrupados siguiendo los seis ámbitos que identifican cada producto por su nivel de especialización.
Según Javier Fernández del Moral, tres se encuentran en los dominios no periodísticos de los especialistas y tres pertenecen al mundo de la información periodística.
En estos últimos se pueden estratificar y graduar diferentes mensajes informativo-periodísticos en función de una serie de factores como los contenidos, la configuración formal, la legibilidad o comprensibilidad de los mensajes, la utilización de términos especializados, etcétera.
“Los primeros niveles de especialización periodística, que exigen un mayor grado de adaptación a la actualidad informativa y una selección de los contenidos más universalizada, se corresponden con las secciones de los diarios de información general o los bloques informativos de contenido especializado en los medios audiovisuales”.
Un segundo nivel lo constituyen los suplementos especializados de periodicidad semanal, dentro de los diarios de información general, o los reportajes especializados en programas de radio y televisión como el clásico de Televisión Española, Informe Semanal.
En el tercer nivel se encuentran los contenidos de carácter monográfico en cualquier soporte y oferta independiente que es seleccionada por el público en función de esa especialización anunciada.
CONTENIDOS DIFERENCIADOS
Las páginas diarias de las secciones de Cultura y la piezas dedicadas a la cultura en sentido amplio en los noticieros de radio y televisión, son soportes de grandes grupos de contenidos diferenciados:
– Aquellos vinculados a los espectáculos (cine, teatro, danza, música);
– Aquellos vinculados a la gestión pública de la cultura (patrimonio cultural y museos); y
– Los relacionados con el turismo (viajes, gastronomía).
Estos contenidos se manifiestan a través de todos los contenidos periodísticos informativos (noticias, reseñas, reportajes y entrevistas).
En el segundo nivel, el de los suplementos culturales, destacan en sus páginas aquellos contenidos vinculados al tradicional concepto de ‘alta cultura’, más allá de la gestión (artes plásticas, arquitectura y sobre todo literatura).
Los suplementos culturales no centran su valor en las noticias como hecho informativo fundamental, sino que trabajan con otras rutinas de producción y de recepción.
En muchas ocasiones se convierten en espacios de exhibición de las grandes firmas, tanto nacionales como extranjeras, “y de esa manera se convierten en ratificadoras del espacio intelectual del medio”, opinaba Rivera.
No falta quien ve a estos suplementos como una especie de gueto donde los libros y la cultura se quedan aislados entre otras noticias de la misma especie. Y por eso para los lectores resulta tan fácil saltarse esas páginas, o desprender el suplemento y tirarlo.
Mientras en los espacios diarios la información sobre cine, artes escénicas o artes plásticas se limita a los estrenos o aperturas de exposiciones, en los suplementos semanales, la crítica, realizada por colaboradores externos, es el género estrella.
Y mientras en la página diaria priman los géneros de la noticia, reportaje y entrevistas, el suplemento otorga gran importancia al reportaje interpretativo, el análisis y, sobre todo, la crítica.
Si en el diario la crítica (que muchas veces no pasa de ser una reseña) es cinematográfica o musical, rara vez teatral, en los suplementos culturales es literaria y de arte.
CULTURA AUDIOVISUAL
En España, los programas culturales gozan de gran tradición en los medios públicos. En México, el régimen de la 4T está fortaleciendo el sistema de medios del Estado con notable contenido cultural, en un aparato que incluye los canales 11 del IPN y TV-UNAM, además del 22 de la Secretaría de Cultura, y los canales Judicial y del Congreso que suelen llenar sus tiempos muertos con contenido cultural.
En TVE hay programas dedicados a los libros, con énfasis en la literatura y más bien en la narrativa, con más atención a la novela que al cuento; programas de actualidad cinematográfica y otros que siguen las tendencias en el campo de la creación artística.
Incluso en la Radio Nacional Española hay una emisión que se adscribe en el tercer nivel de especialización, y que incluye una entrevista en profundidad a un personaje de la actualidad de la cultura.
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