DE LA CERRAZÓN…

Hay reporteros que no usan las redes sociales para debatir sino, más bien, para presentar su trabajo periodístico o compartir el de otros colegas. Y no son pocos los periodistas en nuestro país que hacen investigación abajo, con la gente que está en una condición de tremenda vulnerabilidad. Son comunicadores que no están en el show mediático o de las redes sociales, observa Ernesto Ledesma, conductor junto a Alberto Nájar del noticiero Momentum en Rompeviento TV.

En la emisión del 12 de febrero de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=hJogq4AmErw) participan en la mesa de mujeres periodistas que ese día abordará, entre otros temas, la ‘polarización de periodistas’: Daniela Pastrana, directora de Pie de Página; Jésica Zermeño, corresponsal de Univisión en México, y Daliri Oropeza, reportera de Pie de Página.

Es esta última quien lamenta la polarización que estamos viviendo los periodistas en los medios y las redes sociales, pero también quien celebra que hayamos pasado de una cerrazón por parte del gobierno a una apertura total de información, con una conferencia mañanera donde puedes cuestionar al presidente.
 
A LA APERTURA

Todavía en los años de cerrazón informativa, señala Daliri Oropeza, vimos nacer un periodismo independiente, de abajo, un periodismo de investigación con el que visibilizamos todos esos casos de desapariciones durante la guerra contra el narcotráfico, el acoso a los pueblos indígenas o el impulso a los megaproyectos neoliberales, por dar tres ejemplos.

A este fenómeno de apertura informativa que no habíamos vivido, se suma la explosión de las redes sociales. “Ahora todo mundo puede opinar, pasamos de lo más cerrado a lo más abierto, pero en ese sentido cabe insistir que a los periodistas no nos toca estar de un lado o del otro”.

La apertura viene acompañada de una diversidad. Ya no vemos en las portadas de ocho de diez periódicos nacionales “el mismo encabezado”. Ahora hay distintos temas, nunca habíamos visto estas portadas tan variadas. Pero cabe preguntarnos de dónde vienen los intereses, dónde están posicionados los medios. Es mucho más difícil leer los juegos del poder y los juegos de la política, máxime cuando estás en una cobertura en donde lo que pesa es el dolor o el despojo. ¿Cómo no va a haber polarización si tenemos a un presidente que, en campaña, ofreció cancelar una termoeléctrica y, ya en el gobierno, la está impulsando?, cuestiona Oropeza.

Y agrega: estamos viviendo un fenómeno de comunicación pero, a los periodistas, no nos toca estar en la trinchera. Las redes sociales son una expresión de esos bandos opuestos, y es imposible saber cuáles son los intereses a los que están ligados. A los periodistas nos toca ser conscientes de todos estos blancos que se abrieron y, además, ser transparentes en lo que estamos haciendo; mostrar a la audiencia quiénes somos.

Otro fenómeno que estamos viviendo es que las personas se creen lo que ven en las redes sociales, porque no hay alfabetización mediática. Y las fuerzas e intereses que juegan también se aprovechan de estas nuevas herramientas que tenemos para comunicarnos.

Como periodistas, más que juzgar si alguien es un pejezombi, chairo o fifí, nos toca evidenciar precisamente esos intereses que ya no están ubicados a la derecha o a la izquierda, no son solamente conservadores o liberales ni se colocan arriba o abajo, resume Daliri Oropeza.
 
LAS DOS PERSPECTIVAS

Como productor para México y Centroamérica de la BBC durante 11 años, Alberto Nájar aprendió a manejar esos lineamientos que garantizan la neutralidad de la cadena británica. Sin embargo, pudo ver en esa época que la polarización de los comentarios no es exclusiva de México.

Por su parte, Jésica Zermeño ve a través de su propia experiencia como corresponsal de Univisión que la polarización es un fenómeno mundial, porque las redes sociales son un espacio regulado sólo por el usuario. Incluso, “en Estados Unidos he visto conversaciones mucho más ríspidas que en México”.

“Esa verdad de que uno sólo escucha a quienes piensan como uno, se traduce en las redes sociales como que sólo sigues o eres seguido por gente que piensa como tú. Hay quienes, por trabajo, revisamos todos los espacios y vemos qué piensan todos, estemos o no estemos de acuerdo.

“La BBC ha sido el estándar periodístico internacional, al señalar que tienes que dejar espacio para los dos puntos de vista de un conflicto».

Personalmente, en mis notas trato de hacerlo. Pero en la opinión es distinto. Como dijo Angela Merkel: cuando opines no esperes que todo el mundo esté de acuerdo contigo. Si opinas de algo, tienes que saber que te van a responder.

“Muchos compañeros que respeto están en la militancia absoluta, pero no es mi estilo. Estoy convencida que los periodistas no somos la nota. Otros piensan que sí, mas deben saber entonces que eso va a traer consecuencias a los medios de comunicación donde trabajan. Cuando alguien opina algo, se asume que todo el medio de comunicación opina lo mismo. Y no sólo pasa en Univisión con Jorge Ramos, sino en Televisa y otros medios que, por lo mismo, están ahora en el ojo del huracán. Los medios tradicionales están siendo cuestionados en este momento por toda la gente. Y eso va a seguir pasando.

“Fijar una postura frente a los acontecimientos es una decisión personal. La mayoría de la gente opina porque es fácil opinar: escribes 140 caracteres y rápido sueltas el mensaje. Si después te arrepientes o no, es otro asunto.

“Me gustaría saber qué piensa ahora la poeta y ensayista María Rivera, presidente de PEN México, que publicó en su cuenta de Twitter el 10 de febrero de 2021: ‘A ver, ignorantes lopezobradoristas, el cubrebocas no es una medida auxiliar, es esencial’. Llamar ignorante a cualquiera conlleva una carga semántica muy pesada. Igual del otro lado, si llamáramos ignorantes a los panistas sería lo mismo. Uno que ha salido a la realidad, sabe que no todo es blanco o negro, siempre hay grises”, argumenta Zermeño.
 
NO HABLES POR TODOS

Nájar evoca el episodio aquel de Top Gear, un programa de autos con cierto toque de humor, que la BBC tuvo que cancelar ante las protestas que originaron los comentarios racistas de sus conductores. Por ejemplo, en el marco de la reseña de un deportivo fabricado en Monterrey, dijeron que los mexicanos somos “flojos, irresponsables y flatulentos”. Pues bien, todo el personal de la cadena cargó con los reproches de la audiencia ante esas bromas.

Finalmente, Ledesma retoma un mensaje de un espectador quien se burla de la corresponsal de Univisión, diciendo que para ella es fácil hacer periodismo porque le dicen de qué hablar y de qué no. Por supuesto, Jésica Zermeño lo niega.

Y, a manera de conclusión, el director de Rompeviento TV habla por todos los que están a cuadro cuando dice que “nadie nos dicta absolutamente nada”. Y niega categóricamente que en los medios donde cada uno de ellos trabaja, les digan qué opinar en sus redes sociales.

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