Morena registró cinco precandidatas que desean alcanzar la gubernatura del Estado compitiendo como candidatas de ese instituto político. Pero realmente pueden dividirse en dos grupos. Por un lado, el de las precandidatas, que alinea a Griselda Martínez, Indira Vizcaíno y Livier Rodríguez, para citarlas en estricto orden alfabético. En el otro lado, el grupo de las peorcandidatas agrupa a Claudia Yáñez y a Griselda Valencia. ¿Por qué esta división?
Las tres precandidatas tienen como común denominador la entrega de buenas cuentas en sus encargos recientes. De Griselda hemos dicho que es, sin duda, la mejor de todos los alcaldes colimenses. Y no es sólo que el juntador de letras lo afirme, sino lo que demuestra la información dura. Si alguien lo duda, sólo revise su segundo informe de gobierno y compare lo informado con lo hecho, usando el mismo presupuesto, por Gabriela Benavides o, con otro no muy diferente, por Virgilio Mendoza, ahora precandidato verde. Obvio resulta que su precandidatura resulta lógica como consecuencia de su destacada actuación al frente del Ayuntamiento porteño, donde ha implantado el cuatroteísmo y donde, para lograrlo, ni las balas la han detenido.
De Indira hasta hace unos días Delegada de Programas Federales en el Estado, habría que decir que su precandidatura deriva de los resultados que obtuvo desde esa trinchera y también que haber ocupado ese escaparate tan importante la ha posicionado mejor que a las demás. Por eso, en todos los ejercicios demoscópicos que hasta ahora se han publicado, incluyendo los realizados por los partidos o personajes de oposición. También es la más conocida, pues ganó primero, aunque no se le quiso reconocer, el primer distrito federal y después, el segundo. Desde su última posición, la Delegación, coadyuvó en la implantación de muchos de los programas fundamentales de la 4T en el Estado.
Livier por su parte, es la única diputada morena que llegó al Congreso local por la vía de la representación proporcional y se ha distinguido por su consistencia al hablar, proponer y votar, y por expresar con claridad sus posturas que han sido acordes siempre con el cuatroteísmo. Sus luchas allí han resultado difíciles también, por la traición de un buen número de sus antiguos compañeros, así como por la incompetencia de otros.
Sólo una de las precandidatas estará en la boleta por la gubernatura, pero las otras dos, deben aparecer en otras boletas. Su labor ha sido buena y dos de ellas, habrán de acompañar a la ganadora, que será la nueva gobernadora en la difícil y necesaria instauración de la 4T en el Estado.
Claudia y Gricelda, las peorcandidatas tienen varios puntos en común. Son muy ambiciosas, desean la gubernatura a toda costa y nada han hecho por la 4T. Sus papeles como legisladoras han sido claramente grises. Claudia se ha dedicado a la grilla más barata, mientras Gricelda, ni eso, sólo ha enviado tuits, y la mayoría han sido reenvíos. Ambas, pero sobre todo Claudia han tratado de descarrilar a Indira a toda costa, sin importarles el costo que pudiera tener para la 4T o para su líder, Andrés Manuel, pues han cuestionado incluso, los programas que en el Estado, tuvo a su cargo Indira. No basta con expresar el deseo por ocupar un puesto, porque entonces, la lista ya de por sí larga, se extendería hasta el infinito.
El extremo de la ambición mostrada, ha sido el realizar esas llamadas telefónicas donde un supuesto Andrés Manuel solicita votos para Claudia. Eso además de ser una mentira, un engaño, demuestra su total ausencia de ética política y su poco o nulo oficio. Y esa acción puede resultar muy perjudicial para López Obrador. Cuesta mucho esa campaña y habrá que aclarar con qué dinero se ha pagado. Ninguna de éstas tiene la menor oportunidad de triunfo en la elección constitucional y, al parecer, entran a esta contienda más por su ambición y por oponerse a Indira que por alguna razón de peso. Su inscripción a este proceso, significa que no han entendido la cuarta transformación. Los morenos auténticos, por supuesto, ya las reprobaron. No es lógico que se ubiquen en la lista y vale la pena traer a la mente que, lo que no suena lógico, suena metálico, como dijera Andrés Manuel.
Muchas mujeres se inscribieron. Cuando pensamos en este par de ilusas y desinformadas legisladoras, sin merecimiento alguno para serlo, no podemos sino preguntarnos porqué no se inscribió alguna otra de las de ese grupo de megalómanas como la también inútil Araceli García Muro. Pero la verdad es que ya sobra este par, como para que además, hubiera otras. Morena ya se equivocó al proponerles una vez y yo espero que ya no se equivoque otra vez. Ojalá que no las volvamos a ver en otra boleta al lado del nombre de Morena.
Me da gusto que se hayan inscrito tantas mujeres, aunque la lista debiera ser más corta, e incluir sólo a las que tienen méritos para estar y posibilidades para llegar. Es seguro que Colima tendrá gobernadora por segunda ocasión. Griselda, la primera, todavía es recordada con afecto por la mayoría de los colimenses. La triunfadora de esta contienda enfrentará retos importantes, como la reconstrucción del Estado y contará con infinidad de mujeres y hombres dispuestos a contribuir con su granito de arena a lograr un mejor Colima, que lo merecemos. Peralta ha significado un sonoro fracaso y sólo cabe desear que no cause más daño al Estado en los meses que le quedan al frente del Ejecutivo. El que ocasionó, ya es mucho.
Ojalá que los demás procesos internos de los morenos tengan, al menos, un precandidato deseable para cada posición en disputa. Gente interesante para todos los puestos, la tenemos en abundancia y siendo así, no hay por qué empeñarse en escoger malos candidatos. Un partido tiene por obligación postular a sus mejores mujeres y hombres para todas las posiciones para las cuales participe. No debe haber errores. Queremos a las y los mejores, sólo las y los mejores.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.