En un lugar tan cargado de historia como Palacio Nacional, López Obrador –quien entiende perfectamente el discurso simbólico– es un gran anfitrión en las comidas que ha invitado a sus amigos y compañeros del movimiento progresista que ahora se denomina la Cuarta Transformación (4T).
Entre ellos los dibujantes (Antonio) Helguera, (Rafael Barajas) El Fisgón, (José) Hernández y el columnista de La Jornada, Pedro Miguel, a los que habría que sumar a (Rafael Pineda) quien también ha ido a esas comidas aunque no participó en la conversación con el corresponsal de El País, Jacobo García [‘Los amigos (muy amigos) de López Obrador’, El País, 24 de octubre de 2020; https://elpais.com/mexico/2020-10-25/los-amigos-muy-amigos-de-lopez-obrador.html].
Los comensales del cuarto sábado de octubre, contaron que López Obrador se percató de inmediato al tomar posesión que la sede del Poder Ejecutivo estaba negada a lo indígena. Por eso, ya se están acondicionando espacios para monumentos precolombinos:
Andrés Manuel “es inteligente y con el que se pueden hablar muchas cosas”, dice El Fisgón.
Siempre “aprendes algo –añade Helguera–. Es muy chistoso porque sus adversarios creen que es idiota y que está loco. Bueno, los engañó. Es un hombre muy brillante y con un conocimiento de historia de México que te cagas. El señor da cátedra cuando se sienta hablar y me callo el hocico porque aprendo”.
De hecho, la plática durante la comida fue como una mañanera. “Él empezó a hablar. La primera hora o media hora fue… sobre Madero, antes de Porfirio Díaz. Pero básicamente sobre Madero”, señala Hernández.
Sabe cosas del maderismo que El Fisgón apenas acaba de estudiar. Barajas está escribiendo un libro sobre ese periodo después de hacer una investigación por años, pero AMLO habla cosas de Daniel Cabrera y el Hijo del Ahuizote de manera natural, “están es su disco duro, [son] parte de su lenguaje común”.
En donde estaban las oficinas del Estado Mayor Presidencial ahora está el “Salón Daniel Cabrera”, dedicado a ese caricaturista de principios de siglo. Ahí se reúne con el gabinete y está también la galería “los olvidados”: luchadores sociales como (los guerrilleros) Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas e intelectuales como Carlos Monsiváis y Hugo Gutiérrez Vega.
A Pedro Miguel le queda claro que “en Palacio Nacional hay un plebeyo y eso les revienta el hígado a la clase media y a la clase alta de este país. No es sólo que les afecte sus intereses, que tengan que pagar impuestos… que no puedan robar dinero. Pero es que la cereza del pastel es que haya un plebeyo en representación de millones de plebeyos en su espacio sagrado. Eso les pudre”.
Hernández coincide: “Intereses y privilegios.¿Qué le pesa a Krauze? Obviamente los negocios, pero también los privilegios. Él puede seguir haciendo sus negocios, pero ya no tiene derecho de picaporte en Los Pinos. Ya no tiene esa influencia que tenía” sobre el Ejecutivo.
CONTRARREVOLUCIÓN NEOLIBERAL
¿Qué fue lo que volvió a este grupo de amigos, articulistas o ‘moneros’ oficialistas?, pregunta el reportero de El País.
Para Helguera, “el tema de fondo, y eso es lo importante, porque eso es lo que se pierda de vista, es la resistencia contra el neoliberalismo. Porque, por ejemplo, hoy en día nos dicen: ‘No, ustedes son oficialistas’. A ver, sí, pendejo, de un Gobierno que es antineoliberal. ¿Pues qué esperaban? ¿Qué coño esperaban? A eso nos hemos dedicado toda la vida profesional. Todos mis monos son contra el neoliberalismo. Pues esto es lo que me esperaba. Si me dicen monero oficialista, a mucha honra y encantado de la etiqueta. Me la pongo aquí. Pero oficialista de este Gobierno, no del PRI o del PAN. ¡No me jodas!”
El Fisgón llama a no perder de vista que “López Obrador es la cabeza de un movimiento. Nosotros formamos parte de ese movimiento desde hace tiempo y es efectivamente un movimiento contra las lógicas neoliberales que se implantaron en México desde Salinas. Andrés Manuel es un dirigente, además, con el que se puede uno pelear, con el que se puede discutir, es un hombre de ideas, es un hombre profundo, es un hombre que conoce la historia de México”.
La 4T está en lucha contra el modelo neoliberal y contra las lógicas neoliberales, contra las trasnacionales y todos sus aliados: Vox en España, el Partido Republicano y el Tea Party en Estados Unidos. Y también el Partido Demócrata que se alinea con esa estrategia para derrocar gobiernos progresistas, con campañas de descrédito y desinformación. No es gratuito que en plena infodemia acusen al presidente de buscar limitar la libertad de expresión.
“La acusación en sí es ridícula. Si hay una lluvia de mentiras, no puedes decir que falta de libertad. Es decir, tan no hay límites a la libertad que las mentiras circulan libremente”. Otra cosa es que la infodemia sea parte de la estrategia contrarrevolucionaria del ciclo, “parte del arsenal neoliberal”, sostiene El Fisgón. A ese acoso sometieron a todos los gobiernos de izquierda de América Latina: los de Lula y Dilma en Brasil, el de Cristina Kirchner en Argentina, el de Venezuela, el de Correa en Ecuador y el de Evo en Bolivia.
EL MOMENTO DE MÉXICO
Para El Fisgón, en este juego hay que señalar “el papel que juegan los grandes consorcios mediáticos. Porque todos estos consorcios defienden intereses concretos y están ligados a intereses concretos. Yo no me explico la actitud que tomó El País ante la última campaña de López Obrador, sin los contratos de Iberdrola, de Repsol, con el BBVA… sin todas estas cosas”. Hernández recuerda una editorial de El País en 2012, después de las elecciones: “López Obrador es un lastre para la izquierda en México”.
En ese sentido, sigue diciendo El Fisgón, esos consorcios mediáticos forman parte del gran poder del modelo neoliberal. Además, están anclados de una manera muy orgánica. Ni siquiera tienen que platicarlo, ni siquiera tienen que discutirlo, forma parte de sus intereses y eso es lo que está en juego en todo este proceso”.
El acoso de los medios en México actualmente, es igual al que sufrieron Lula y Chávez-Maduro, Correa y Evo o Christina Kirchner. Es igual a lo que le hacen a Podemos en España. Esa campaña de Vox y compañía en contra de Sánchez por el manejo de la epidemia. Hay hashtags calcados de España que se están aplicando en México y al revés, disparan entre todos.
Sobre esto último, El Fisgón cita a Julián Macías, jefe de redes de Podemos, quien “ha documentado que son las mismas redes de bots las que alimentan las campañas en Venezuela, México, Bolivia y España. Detrás de todas estas campañas está claramente la ultraderecha internacional, está la National Endowment for Democracy, la USAID, está la Atlas Networks, y todos estos grupos tienen centros de operación en todos nuestros países. Entonces, no estamos inventando. Existe una internacional derechista en redes, operando y trabajando para derrocar esto”.
El Fisgón coincide en que “el obradorismo se inscribe claramente dentro de un largo ciclo antineoliberal que tiene su centro de acción en América Latina, que tiene un momento importante en México pero que se expresa de manera distinta en cada uno de los países. A final de cuentas, un ciclo antineoliberal importante con ramificaciones en Europa. Las tiene con Podemos en España, con el movimiento de la Francia insumisa al norte de los Pirineos, etcétera. Es decir, todo eso existe”.
PELEAR EL SENTIDO COMÚN
Convencidos del riesgo de que AMLO caiga como cayeron los mandatarios de otros países de América Latina, Pedro Miguel lo explica con la teoría de los dos péndulos:
“En América Latina tenemos la parte norte que es México, siempre está al revés con América del Sur. En los años setenta, cuando proliferaban las dictaduras militares allá, aquí teníamos un Estado que no era democrático, porque era represor, sanguinario y lo que tú quieras, pero era soberanista, desarrollista y nacionalista. Tenía un sentido del estado de bienestar que acogió a decenas de miles de refugiados de aquellas dictaduras. Esta era una situación que venía desde los años cuarenta, cincuenta. En México había Gobiernos más o menos progresistas y allá había militares.
“Esto se invierte cuando empieza el ciclo neoliberal o poco después, y entonces empiezan a surgir proyectos progresistas en América del Sur y México cae en el peor pantano neoliberal del mundo. Viene la inversión de cosas, y entonces tienes a México boicoteando a América Latina en los foros internacionales y votando con Washington en contra de América Latina. Era realmente una ofensa, un agravio muy grande ver a México alineado, cuando México había sido la única resistencia y el que había mantenido relaciones con Cuba.
“El péndulo es doble, pero yo estoy muy relajado porque tengo una certeza y una convicción: ¿Nos van a derrotar? Hombre, pues claro que nos van a derrotar. La historia es pendular. Lo que me gustaría es que nos derrotaran dentro de sesenta años y no dentro de seis meses, ¿no? Este es el punto, hacer que el ciclo dure y dure. Sí, la contrarrevolución va a venir, siempre vienen”, apunta Pedro Miguel.
Según El Fisgón, “la prensa es hoy por hoy el principal ariete de las campañas de la derecha en contra de todos los gobiernos progresistas en América Latina. ¿Por qué pierde Christina Kirchner la elección? Por una campaña de descrédito que echan a andar a partir de mentiras y que la prensa la amplifica. ¿Por qué sale Dilma Rousseff de la presidencia? Por una campaña que encabezan estos grupos de la ultraderecha y que tampoco tiene sustento. ¿Por qué acaba Lula en la cárcel? Por una campaña que encabezan los medios. ¿Por qué Rafael Correa ahorita no puede competir en Ecuador? Por una campaña de los medios… ¿Quién es la punta de lanza en contra del Gobierno de Maduro? Los medios. ¿Quién fue la punta de lanza contra el Gobierno de Evo Morales? Los medios. ¿Qué es lo que ocurre aquí…?”
Y en Venezuela, los medios que quedan, acepta El Fisgón la puya del corresponsal de El País.
“Los que quedan, claro porque además es muy chistoso porque esos mismos medios que tanto claman por la libertad de expresión, cuando vienen estos Gobiernos de la derecha que sí reprimen, ya se callan, se tranquilizan.
“¿Qué es lo que está haciendo Andrés Manuel López Obrador al dedicarle tiempo a los medios en la mañanera? Está peleando el sentido común. Está debatiendo, digamos, la narrativa de la nación. Todos estos señores que te dije, Cristina Kirchner, Correa, buscaron estrategias para contrarrestar el peso de los medios. Cristina Kirchner echó a andar una ley de medios”, enfatiza El Fisgón.
PERSONALISMO Y JUDICALIZACIÓN
¿Cómo han cambiado sus dibujos desde que van a comer a casa del Presidente? ¿Son menos críticos los moneros de izquierda?, pregunta El País.
“La gente cree que tenemos que seguir la corriente, todos los periodistas tienen criticar al presidente ya nada más porque sí y no. Lo que solemos hacer es pensarle un poquito más. A ver, si se ataca lo que diga el presidente, lo primero que vemos son los memes, por ejemplo, ¿no? Son muchas veces estúpidos…”, observa José Hernández.
Mientras otros dibujantes hacen cartones “con un grado de humor, nada de reflexión, por eso son estúpidos, lo que nosotros estamos obligados es a pensarle un poquito más. ¿Por qué está pasando esto y por qué se están atacando? ¿Quién los está atacando? ¿Por qué lo están diciendo? Entonces, básicamente nuestro trabajo se basa en la lectura adecuada de la situación. Por eso, a veces incluso lo peloteamos, nos escribimos y nos consultamos”, señala El Fisgón.
Finalmente, El País quiere saber si, en el debate por la dirigencia de Morena, se está jugando el posible sucesor al presidente López Obrador.
Pedro Miguel piensa que sí; El Fisgón cree que en parte; Hernández supone que “eso es lo que ellos quieren” y Helguera piensa que “eso es lo que ellos creen”.
Pedro Miguel califica la elección de una nueva dirigencia partidista como una situación “fea e indecente”. Lo feo es hermoso, dice, aunque para los caricaturistas “son de la escuela del feísmo. Te acuerdas de aquella calavera de Diego Rivera que decía: ‘Este pintor eminente, cultivador del feísmo, se murió instantáneamente cuando se pintó a sí mismo’. Mira, fea, indecente, y creo que hay tres cosas que no deberían tener cabida en Morena, pero que forman parte de la inercia política. Morena ha sido colonizada, en alguna medida, por esas inercias políticas que Morena pretende radicar. Son los momentos revolucionarios de gran contradicción: el marketing político es uno; el personalismo es otro; y el judicialismo, es decir, judicializar el debate político. El convertir a las personas en el centro del debate en lugar de pensar en los programas, y el recurso a la publicidad porque si tú lo piensas bien, la publicidad es meterle dinero a la política, que es justamente lo que el proyecto de Morena pretende erradicar, es decir, esa convivencia entre dinero y política, así lo veo”.
Para Hernández “lo de Morena me es indiferente”. A Helguera le “da hueva”. El Fisgón sostiene que “el movimiento rebasa ese pleito”. Pero Hernández precisa que el pleito es “de cúpulas”. Lo importante “está sucediendo abajo”.
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