En entrevista con Gabriel Sosa Plata, conductor de Media 20.1 en TV UNAM, el director de la plataforma de contenidos digitales Sexta W, Luis Guillermo Hernández, opinó sobre la cobertura periodística que se está haciendo en torno a la reforma eléctrica.
¿Realmente estamos viendo suficiente pluralidad en los medios sobre un tema fundamental para el desarrollo del Estado mexicano?, ¿se han apegado los medios a los principios éticos?, ¿qué hay detrás de los intereses políticos y económicos de algunos de estos medios?, fueron los cuestionamientos de Sosa Plata a los que respondió Hernández, premio nacional de Periodismo.
Con el título ‘Medios ante la reforma eléctrica: ¿periodismo o activismo?’, TV UNAM dedicó al tema la emisión del 28 de octubre de 2021 (https://www.youtube.com/watch?v=hAI064EL3go). Ahí Sosa Plata recordó a Elizabeth García Vilchis cuando, en la sección ‘Quién es quién en las mentiras’, dijo en la mañanera de Palacio Nacional que:
“Con la propuesta de reforma eléctrica presentada por el presidente de la república se ha desatado una verdadera campaña de desinformación en medios y redes, plagados de noticias falsas y prejuicios disfrazados de información.
“En un análisis elaborado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre la cobertura informativa, se puede ver el sesgo en los medios de información tradicionales y digitales. Del análisis de dos mil 641 notas publicadas en radio, televisión, periódicos y páginas web, la CFE detectó mil 100 notas negativas (41.65 por ciento) frente a 105 notas positivas (equivalentes al 3.5 por ciento). El resto, mil 436, fueron notas informativas neutrales, pero la desproporción en el balance es evidente. Por cada nota positiva hay más de 10 negativas.
“No obstante, la desproporción observada por la CFE curiosamente coincide con el análisis hecho por la empresa Intélite, especializada en los medios de comunicación. De acuerdo con el estudio de esta consultoría, de dos mil 300 notas, 615 fueron negativas frente a 87 positivas. El dato más fuerte encontrado es que apenas poco más del tres por ciento de las notas publicadas han sido positivas… Por tipo de medio, resulta que en la radio la proporción es de nueve notas negativas por una positiva”, concluye el fragmento de la intervención de García Vilchis.
INSALUBRIDAD EDITORIAL:
Para Luis Guillermo Hernández, ambos estudios de CFE e Intélite “cumplen perfectamente con el comportamiento que ya hemos visto en los medios en México durante el sexenio, principalmente los tradicionales: una política editorial contraria a la información que produce el Estado y el gobierno federal en particular. Pero, sobre todo, una política editorial que va a contracorriente de lo editorialmente sano en términos informativos”.
“Es decir, los medios se han convertido en un instrumento político que no tiene nada que ver con lo informativo. Y la desproporción a la que hace referencia la encargada de la sección ‘Quién es quién en las mentiras’, nos pone en alerta sobre los muchos intereses que hay detrás no sólo de los medios de comunicación tradicionales sino, en general, de todo el ecosistema mediático mexicano después de tres años de gobierno del presidente López Obrador.
“Sin lugar a duda, este desbalance verdaderamente abismal que produce números ridículos debe encender las alertas, ya no del gobierno sino de la sociedad mexicana, porque estamos enfrentando un fenómeno masivo y permanente de desinformación.”
Según Hernández, hay tres elementos reiterados en la narrativa que intenta imponer o controlar el aparato mediático tradicional:
“Uno son las concesiones. Se pretende hacer creer que las modificaciones legales que proponen el Ejecutivo en materia eléctrica van a terminar por eliminar aquellas concesiones a privados que ya se han otorgado legal y jurídicamente. Esa es una mentira.
“También intentan generar un ambiente adverso al insistir que, esta reforma, pretende la expropiación de todas las plantas privadas, es decir, de todos los mecanismos privados de generación y distribución de energía eléctrica. Esa es otra mentira.
“E intentan convencer a las audiencias de que la reforma que propone el presidente López Obrador va a contracorriente del mundo en términos energéticos y eléctricos, que es una propuesta que regresa a México a la era de las velas y las antorchas. Eso es también absolutamente falso.”
Para el autor de la videocolumna El oficio del reportero, “hemos visto en el mundo diferentes ejemplos de estados que están analizando y valorando la participación privada en el ciento por ciento de los instrumentos de generación eléctrica. Incluso en naciones europeas como Alemania, Francia, Inglaterra o Rusia, se ha comprobado que la participación privada no necesariamente es benéfica para el grueso de la población”.
MIENTEN DELIBERADAMENTE:
¿Hay medios que están mintiendo deliberadamente sobre esta reforma eléctrica?, pregunta Sosa Plata, pionero en la defensoría de audiencias en México.
“Totalmente, sí. No sólo están mintiendo sino tergiversando la realidad, haciendo creer que una reforma de carácter eléctrico va a impactar al país en términos económicos, sociales y políticos. Los medios están tratando de convencer a la gente que se perderán empleos, que se expropiarán empresas y se afectará el medio ambiente.
“Esos medios no permiten la discusión pública que necesitamos como sociedad para entender y valorar, en su justa medida, la intención de renovar la soberanía de nuestro país en materia eléctrica.
“Los medios de comunicación están fallando en su principal objetivo: servir de espacio público para el debate de las ideas, presentando las opciones que la sociedad mexicana tiene”, resume Luis Guillermo Hernández.
En este ecosistema mediático, ¿donde están las fuentes confiables? En todo caso, ¿qué tendríamos que hacer las audiencias para seleccionar los medios y periodistas de las redes socio digitales, que nos ayuden a tener una noción más clara de lo que está ocurriendo con la reforma eléctrica?, insiste Sosa Plata.
“Ha llegado el momento de que las audiencias asuman un papel más activo en la búsqueda y en la conformación de su propia opinión. Es un buen momento para entender que no se pueden quedar con la primera opción informativa que tienen a la mano, que no pueden confiar sólo en una alternativa de información. Buscar diferentes perfiles, opciones y puntos de vista, enriquece y además contrarresta la desinformación. Ya hemos visto cómo de manera flagrante se exhiben en los medios de comunicación, principalmente en los medios tradicionales, noticias falsas sobre la reforma eléctrica.
“Las audiencias también están aprendiendo, y eso es algo que celebro. Los flujos de información ya no se dan únicamente por los canales tradicionales. Ahora también los medios alternativos, los espacios socio digitales, las llamadas redes sociales, forman parte de este sistema de información al que uno puede acceder para comprobar, contrastar y contrarrestar la desinformación.
“Ese juego en el que el usuario busca activamente diferentes puntos de vista, diversas opciones, cumple con lo que los medios tradicionales no están haciendo: presentar la diversidad, la pluralidad de ideas que conforman nuestra sociedad”, sentencia Hernández.
SEXTA W NO ES XEW:
Muchos medios tradicionales (como el duopolio Televisa-TV Azteca, periódicos como Reforma o El Universal, emisoras como Radio Fórmula y Radio Centro) tienen también una presencia muy importante en el mundo digital. ¿Cómo distinguir a estos grandes medios en su dimensión digital de los verdaderos medios independientes?
“Una buena receta puede ser contrastar las voces que aparecen en la noticia. Los medios de comunicación tradicionales están prácticamente prescindiendo de las fuentes oficiales, para remitirse a voces que pertenecen al pasado administrativo de México: exgobernantes, exfuncionarios, exasesores. Tienen muy poco acercamiento con quienes están tomando las decisiones en la Cuarta Transformación y, además, no han renovado sus carteras de analistas, opinadores y comentaristas.
“Eso nos habla de una necedad por parte de los medios tradicionales (prensa, radio y televisión): no quieren actualizarse ni tratar de entender lo que está ocurriendo en el México de hoy. Creen que su propuesta editorial es la única válida.
“La gente tiene hoy en sus manos la posibilidad de acercarse a nuevas voces y formas de entender la realidad que antes no tenía. Y eso juega en contra del mecanismo de desinformación consuetudinaria que han impuesto los medios de comunicación”, señala el invitado.
La Sexta W, el portal de noticias que Luis Guillermo Hernández encabeza, es un proyecto independiente hecho por periodistas que trabajan de forma autónoma a esos grandes intereses políticos y económicos, considera el anfitrión.
Y pregunta Sosa Plata, como televidentes, radioescuchas o lectores de periódicos, ¿a qué otros medios deberíamos recurrir para tener un contraste entre lo que dicen los medios que combaten engañosamente la reforma eléctrica y aquellos otros que ofrecen una versión más equilibrada de este cambio a nivel regulatorio?
“Quienes buscamos transformar el ecosistema mediático nos hemos impuesto una obligación fundamental: presentar a la sociedad un código de ética periodístico. Al acercarse a los medios, la gente debe buscar esos códigos deontológicos, y si no los encuentra debe simplemente alejarse de esos medios.
“Una buena opción es la plataforma de los Periodistas de a Pie, una página llamada precisamente Pie de Página. Es periodismo alternativo, periodismo crítico, pero sobre todo periodismo con ética.
“Los espacios de información alternativa, como Rompeviento TV e incluso Sin Censura, pese a todas las peculiaridades de Vicente Serrano en términos verbales, son medios que están ofreciendo una alternativa.
“Hay además un amplio espectro de medios pequeños de cobertura local, como Lado B, en Puebla; La Verdad, en Ciudad Juárez; ZonaDocs, periodismo de resistencia, en Guadalajara, o Plural en el sur de Jalisco.
“Estos medios se imponen una ética, un marco riguroso para trabajar la información, y no le ocultan a la gente sus agendas informativas, las cuales no venden ni transgreden por cuestiones políticas y económicas.
“Este código de ética en los medios alternativos es el principal elemento que no tienen los medios tradicionales. Las audiencias están buscando una nueva forma de entender la realidad y, si no tiene código de ética, no es un medio que merezca la credibilidad de sus audiencias”, subraya Luis Guillermo Hernández.
A veces, también hay que decirlo, acota Gabriel Sosa Plata, los códigos de ética están de adorno en las oficinas de algunos de esos directivos de medios comerciales. “Me consta”.
CÓDIGOS DE ADORNO:
Finalmente, ¿cómo ha visto Luis Guillermo Hernández a los medios públicos? Con toda sinceridad, ¿qué deberían estar haciendo Radio UNAM, Canal 14 del SPR o el Once del IPN por mencionar algunos?
“Tengo que ser absolutamente honesto. Me duele mucho porque pensé que sería distinto, pero debo reconocer que ninguno de los medios públicos ha podido acompañar la transformación social, política y económica que vive el país, actualizando sus voces, sus rostros o sus carteras de opinión.
“Prácticamente ningún medio público de comunicación ha hecho modificaciones a sus parrillas informativas y de opinión. Siguen siendo los mismos conductores que, en algunos casos, responden a las lógicas informativas de un régimen que ya no existe. Y, en ese sentido, los medios públicos podrían significar esa cantera de valor, de información útil, que la sociedad mexicana no sólo necesita sino requiere urgentemente.
“Este es un llamado al IMER, Canal 22, Radio Educación o TV UNAM a asumir el reto de modernizar sus parrillas, sus rostros y sus voces. Es un buen momento para que estos medios den el salto a ser verdaderamente plurales, auténticos referentes en términos informativos.
“Han fallado, pero tampoco está todo perdido si tomamos en cuenta las condiciones, sobre todo económicas, en las que funcionan la mayoría de estos medios públicos”, concluye Luis Guillermo Hernández.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com