La diputada morenista Ana Karen Hernández, publicó en sus redes sociales un posicionamiento tras una serie de descalificaciones que ha sufrido, en lo que ella considera es una persecución por haberse opuesto, desde el primer momento, a la aprobación de la solicitud de endeudamiento enviado por el Gobernador al Legislativo, entre las que se incluyen afirmaciones de que cobraba como profesora de Telebachillerato, sin trabajar.
Aquí su posicionamiento textual:
Desde el momento en que anuncié públicamente mi oposición a la #DeudaInmoral del Gobierno de Colima. se ha perpetrado una campaña mediática en mi contra. Esa embestida se fue desarrollando a la par de otros ataques de índole personal que no sólo me afectaron a mí, sino que se extendieron al grupo de diputadas y diputados que nos hemos mantenido al margen de entregar el Poder Legislativo al Ejecutivo local.
Hoy, una vez más, mediante una publicación en distintas páginas de redes sociales se me acusa de cometer actos de corrupción pues sostienen que he cobrado como maestra, sin trabajar, y diputada, por enésima ocasión.
Al respecto, me permito precisar que esa es información FALSA y que la rechazo categóricamente.
Primero, el Artículo 27 de la Constitución del Estado Libre y Soberano de Colima establece que el trabajo magisterial y el legislativo son compatibles. El mío no es el primer caso de una maestra o maestro que realiza actividades docentes al momento de obtener el cargo de diputada o diputado local. No hay ninguna ilegalidad en ello.
Segundo, alumnas y alumnos pertenecientes al Telebachillerato Comunitario de El Naranjo, pueden confirmar que hasta el mes de abril en que solicité licencia ACUDÍ de manera regular a dar clases y cumplir con las actividades correspondientes, salvo en los momentos en que coincidía con la agenda legislativa. Justo por ello, en el mes de abril solicité licencia sin goce de sueldo -como consta en el documento que fue filtrado a redes sociales y que también publico hoy-, para evitar que los alumnos y alumnas se vieran afectados en su desarrollo educativo y cumplir también, cabalmente, con mis obligaciones en el Congreso del Estado.
Tercero, en el marco de estos desencuentros con el Sistema y los Poderes Fácticos de Colima, algunos medios de comunicación se han prestado a replicar información que redactan en un sentido ofensivo, con una orientación que altera la verdad e incita a la violencia política en mi contra. Lamento mucho su actuar, motivado por la búsqueda de intereses personales y por cumplir las encomiendas que el viejo régimen colimote les demanda. Sus actos y publicaciones obedecen a los intereses de quienes se resisten mediante una lucha ruin, a la transformación de Colima.
Lamento que mediante el rumor, el chisme, la ofensa, la diatriba y hasta el ninguneo, se resistan a concederle a la mujer el mismo respeto que se da a un hombre. Quizá porque nosotras no imponemos físicamente, quizá porque se nos sigue viendo como vulnerables. Me pregunto si alguno de esos medios cuestionó en el pasado inmediato a otros profesores de memoria infame para los colimenses, que pasaron por la Legislatura y que hoy, algunos de ellos, gozan de una onerosa pensión a pesar de no tener los años laborados necesarios para ello.
No soy una mujer débil. Y no voy a desistir en mi posición. Al Poder no le gusta el rostro femenino. En mi caso yo sí trabajé y cumplí mis compromisos educativos, hasta el mes de abril en que solicité licencia. Decir lo contrario es faltar a la verdad. Que la gente juzgue el actuar de cada quien. Yo no soy igual que ellos.