DISTOPÍA EUROPEA

“Imaginen que el contagio del coronavirus se extiende por Europa de manera incontrolada mientras que en el continente africano, por las condiciones climáticas, no tiene incidencia. Aterradas, las familias europeas escaparían de la enfermedad de manera histérica, camino de la frontera africana”.

Así arranca el cuento de ciencia ficción que el cineasta David Trueba incluyó en su columna de El País del 9 de marzo de 2020: ‘La distopía nuestra de cada día’ (https://elpais.com/elpais/2020/03/09/opinion/1583761497_924258.html).

El “genial cuento”, como lo calificó la edición española de The Huffington Post, hizo hervir las redes sociales. Según el argumento de Trueba, los europeos “tratarían de cruzar el mar por el Estrecho, se lanzarían en embarcaciones precarias desde las islas griegas y la costa turca. Perseguidos por la sombra de una nueva peste mortal tratarían de ponerse a salvo, urgidos por la necesidad. Pero al llegar a la costa africana, las mismas vallas que ellos levantaron, los mismos controles violentos y las fronteras más inexpugnables invertirían el poder de freno. Las fuerzas del orden norteafricanas dispararían contra los occidentales sin piedad, les gritarían: vete a tu casa, déjanos en paz, no queremos tu enfermedad, tu miseria, tu necesidad. Si los guionistas quisieran extremar la crueldad, permitirían que algunos europeos, guiados por las mafias extorsionadoras, alcanzaran destinos africanos, y allí los encerrarían en cuarentenas inhóspitas, donde serían despojados de sus pertenencias, de sus afectos, de su dignidad”.

HORRIBLE ÉPOQUE

Hermano menor de Fernando, ganador del Óscar a mejor película en otro idioma por Belle Époque, David Trueba desmenuza el concepto de distopía que ha dado origen tanto a obras maestras como a productos menores en el cine, la televisión y la literatura:

“Se llevan las distopías, esas representaciones de un futuro alienado y hostil que invitan a mirar el presente como un eslabón doloroso entre un pasado ficticio pleno de felicidad y el porvenir fatal. Esa reinvención de lo vivido, que se filtra en las formas narrativas, invade también la esfera política, donde la nostalgia se ha convertido en un reclamo para el voto de los infelices. Parecen decirle a la gente: nosotros hemos fabricado la máquina del tiempo y te vamos a devolver al lugar que te mereces. Y no, la madurez consiste ni más ni menos en la aceptación del tiempo que te toca vivir. Por eso la distopía solo es interesante si se maneja como un juego de espejos con la realidad, a favor de la decencia y en contra de ese mirar para otro lado en el que nos hemos dejado arrastrar. Es decir, aceptar que toda ciencia ficción, todo relato histórico, toda pieza de época, de lo que habla es del presente en el que fue llevado a cabo”.

OCULTAR LA BASURA

El propósito de Trueba, según HuffPost (https://www.huffingtonpost.es/entry/el-genial-cuento-sobre-el-coronavirus-de-david-trueba-que-estan-compartiendo-tus-contactos_es_5e69ed29c5b6bd8156f1c815) es “hacer un llamamiento a la situación que se vive en los campos de refugiados y Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)”.

HuffPost señala que “el coronavirus está dando lugar a muchas reflexiones sociales. Más allá del desborde sanitario, el pánico en los supermercados y la odisea de padres teletrabajando con sus hijos en casa en zonas de alta transmisión, también se está poniendo en relieve comportamientos de ciertos sectores de la población”.

En su columna, David Trueba sostiene:

“A esto se le llama la tragedia revertida y consiste sencillamente en tratar de ponerte en los zapatos del otro, del que sufre, del que huye, de los que no tienen nada porque las guerras y la miseria les han arrebatado el suelo donde crecieron. Todo el mundo sabe que la crisis sanitaria europea no tiene relación directa con el drama migratorio, y sin embargo, el estado de ánimo de los europeos sí relaciona ambas cosas. Por ello, toleramos la mano dura y la degradación de los valores humanos en la crisis de refugiados de la frontera greco-turca. La privatización del control migratorio, consumada con la entrega de millones de euros para que Turquía ejerza de muro previo, se ha vuelto en nuestra contra. Somos rehenes de una mafia que nos pide más dinero y nos chantajea con enviarnos las masas hambrientas en plena crisis de contención y autocontrol de movimientos. De la misma manera, mientras se lucha de manera esforzada y coherente desde los servicios públicos de salud por frenar el contagio, la privatización de hospitales, laboratorios e higiene sanitaria evidencia el error de bulto en nuestros cálculos sobre lo que significa el concepto de salud pública. Por ahora, en vez de comprender la verdad de nuestros errores, empujamos la basura bajo la alfombra”.

FICCIÓN PERIODÍSTICA

La columna de Trueba hace evidentes los elementos ficcionales que subyacen en la narrativa periodística sobre el Covid-19. No otra cosa que cuentos o, peor, leyendas negras, son las fake news que se han construido sobre el origen del coronavirus y los alcances de la pandemia cuando ésta todavía no pasaba de su fase inicial.

El desarrollador de videojuegos Dani Sánchez-Crespo (@DaniNovarama en Twitter) escribió: “Estoy insinuando que China se está intentando cargar a su población, y que el mundo se prepara para cuando la enfermedad rebase las fronteras? Sí, y no soy el único. Si tan loco estoy por qué lo dice el Times? [y da el supuesto vínculo] Y no es la primera vez. Os cuento:”

El tuitero se atreve a afirmar que el coronavirus es, en realidad, un arma biológica creada en un laboratorio chino que se salió de control. Y, ante los reclamos, Sánchez-Crespo reconoció que desarrolló esta teoría conspirativa para advertir lo fácil que es creer en fake news sobre la epidemia.

La versión contraria es la que sugirieron algunas fuentes chinas, en el sentido que el virus fue dispersado por agentes estadounidenses en un mercado de Wuhan, capital de la provincia de Hubei donde se producen partes que se exportan a todo el mundo. Ello con el objetivo de que en los países ensambladores se sustituyan las importaciones de esos componentes. 

Un cuento de ciencia ficción muy popular en las redes sociales es que el coronavirus es un invento de las farmacéuticas para vender más vacunas. Según la Fundación Gabo (https://fundaciongabo.org/es/etica-periodistica/quizes/de-libros-que-predijeron-el-coronavirus-y-otros-fenomenos-literarios-quiz), “fabricar la vacuna no sería cosa de pocos laboratorios, sino de muchos en decenas de países. [Por lo tanto] Esta teoría de la conspiración no tiene sentido”.

Otra fantasía es que el novelista Dean Koontz predijo el coronavirus en su libro de 1981 The Eyes of Darkness (Los ojos de la oscuridad). En realidad, según Colombiacheck hay unas pocas coincidencias, entre ellas una mención a la ciudad china de Wuhan (se habla de un arma llamada Wuhan 400), que han llamado la atención de los usuarios en redes sociales, pero no más.

QUIZ DE LAS FAKE NEWS

La mayoría de las noticias falsas que circularon en las primeras fases de la pandemia, cuando estaba concentrada en la región de Hubei, nunca fueron desmentidas. No hay que ser conspiracionista para suponer que a los fuertes intereses en Estados Unidos involucrados en la guerra comercial con China, no les preocupó alentar un auténtico periodismo científico sobre el coronavirus.

El 31 de enero de 2020, la misma Red Ética publicó un quiz de noticias virales para probar la capacidad de los periodistas para detectar historias falsas (https://fundaciongabo.org/es/etica-periodistica/quizes/desinformacion-sobre-el-coronavirus-pulula-cuantas-de-estas-noticias-son):

1) ¿Es verdadero o falso el video que muestra el mercado de animales donde se originó el coronavirus? Falso, se trata de un mercado en Indonesia.

2) ¿China construyó un hospital en apenas dos días para atender a los pacientes del Covid19? Falso, las imágenes corresponden al centro médico del distrito Dabieshan en Huangang, que lleva construyéndose desde 2018.

3) ¿El virus debe su nombre a la cerveza Corona? Falso, aunque la búsqueda del “corona beer virus” fue tendencia en Google.

4) ¿El Departamento de Salud de Canadá recomendó mantener la garganta húmeda para evitar el contagio? Falso, esa oficina canadiense negó ser la fuente.

5) ¿A esas fechas iban ya 10 mil muertos en China? Falso, a un mes del brote epidémico la cifra no superaba los 200 muertos.

6) ¿La OMS recomendó evitar el sexo con animales para reducir los riesgos de contagio? No, la infografía atribuida a la Organización Mundial de la Salud es falsa.

7) ¿Tres casos aparecidos en Barcelona, Valencia y Madrid se originaron por contacto con varias personas en el bufete libre del hotel donde se hospedaban? Esta información es falsa y alarmista, a juzgar por la descripción de perfil en la cuenta de Twitter que la difundió: “Vivo indignado porque no me dejan ser un bonsái”.

8) ¿El coronavirus es en realidad un arma biológica creada en un laboratorio chino, que se salió de control? Como ya dijimos, esa teoría de la conspiración fue creada por Sánchez-Crespo.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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