El cinismo que impera en Kike Rojas

Al desgarrarse las vestiduras en contra de los actuales diputados de MORENA en la 59 Legislatura del H. Congreso del Estado, el presidente del PRI en la entidad, Enrique Rojas Orozco, desató la furia de los usuarios en redes sociales, tras ventilar que los actuales legisladores trabajan “sin seriedad” ni “profesionalismo político”, convirtiendo el recinto legislativo en “un circo” y dando “muestras de corrupción”.

El ex alcalde villalvarense que es recordado por todos los que circulamos por la principal vialidad del Centro de “La Villa”, al tabletear y caer en los pozos de su magna obra de más de 40 millones de pesos que consistía en una vistosas pero poco exitosas lajas de pórfido, se llevó las mentadas de madre en los comentarios de los portales de noticias que publicaron sus exabruptos en contra de los diputados morenistas.

Si bien los legisladores de la 59 Legislatura han demostrado todo menos oficio político, también es cierto que los principales problemas a los que se han enfrentado se han orquestado desde la misma sede en la que lo postularon mediante dedazo a la presidencia de su partido, Casa de Gobierno. Y vaya designación, pues la presidencia del PRI representa su permanencia en el escenario público después de la debacle sexenal priista en la que Rojas fue copartícipe, desde su posición como diputado federal.

Asumo que sus intentos de protagonismo son a causa del terrible embrollo que le endilgaron al hacerse cargo de las esferas priistas en la entidad, que son una verdadera papa caliente. El estigma peñanietista aún no se ha desvanecido; los cuestionamientos hacia el accionar nachoperaltista están en su apogeo y el porvenir es tan azaroso que incluso el columnista Adalberto Carvajal, en su Estación Sufragio, escribió: “Entre los priistas corre un chiste: tanto desprecia Nacho Peralta al partido que lo llevó a la gubernatura, que designó a Rojas como presidente estatal para acabar de enterrarlo. Los menos crueles piensan que le dieron el PRI a Kike como consolación, porque no lo quisieron llevar al gabinete de Peralta Sánchez como Secretario de Movilidad”.

Como si su paso por el Congreso del Estado hubiera estado lleno de iniciativas vanguardistas, Kike Rojas también osó criticar la “falta de trabajo” de los merenistas, y de paso descartó una futura alianza electoral. Olvida que en su paso por la curul el titiritero del Legislativo era su entonces Gobernador, Mario Anguiano, al que después desconocieron él y decenas de priistas más.

Pero el hecho de negar una futura alianza electoral fue lo más atinado de sus comentarios. De verdad que hay algo seguro: ningún integrante de MORENA querrá que los vinculen con el partido tricolor en próximas contiendas. Es tal el repudio, que la estrategia panista ha sido vincular a MORENA con el PRI mediante la campaña “PRIMOR”, con miras a un degaste de los morenistas hacia 2021. Nadie quiere ser socio de la debacle priista.

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