Habían convocado a una conferencia de prensa para exponer en conjunto las actividades de la senadora, los diputados locales y los regidores que el Partido Verde Ecologista de México tiene en Colima, pero la noticia del lunes fue el destape de Virgilio Mendoza Amezcua como candidato a gobernador para 2021.
Gabriela Benavides Cobos, senadora por la primera minoría en la entidad, anunció que la carta fuerte del Verde para el próximo proceso electoral será Mendoza, su antecesor por cierto en la alcaldía de Manzanillo y hoy regidor de oposición en ese ayuntamiento.
No era el único tema de la agenda, pero el destape opacó al resto de las informaciones que tenían que dar la propia Benavides, la diputada plurinominal del Verde Martha Meza o los conversos Miguel Ángel Sánchez y Luis Fernando Escamilla (que fueron electos al Congreso local con los colores de Morena).
Aunque resulta prematuro, el anuncio tiene como objetivo asegurar la nominación ecologista. Esto es, Virgilio madruga en su aspiración y deja en el camino a la propia Gabriela y a Nabor Ochoa López, coordinador del gobierno estatal en los municipios costeros, representado en el evento por la diputada Meza.
No olvidemos que Martha Meza es la aliada histórica de Nabor, un cuadro del ecologismo que reúne el mismo perfil de Virgilio y Gaby: Ochoa López es un ex presidente municipal (como Mendoza, fue alcalde dos veces) que militó en el PAN y luego regresó a las filas del priismo por la puerta de atrás, la del PVEM.
Por eso no hay duda que el gallo por el Verde en 2021 será Virgilio, a menos que Nabor nos sorprenda declarando que él no está de acuerdo. Sin embargo, falta ver si como candidato Mendoza jugará en la oposición o lo hará por el nuevo oficialismo lopezobradorista.
¿CON MORENA O POR LA REACCIÓN?
En la rueda de prensa, Gaby Benavides expuso que los ecologistas estarán abiertos a concretar cualquier alianza cuando los tiempos electorales se aproximen.
Esto es, deduzco yo desglosando las posibilidades del postulado:
- Virgilio podría competir en un proceso para definir al candidato de una alianza de ex panistas que ahora militan en el PVEM y Movimiento Ciudadano con los que siguen en el PAN;
- Podría ser candidato de un frente que busque aterrizar la Cuarta Transformación en Colima, entre PVEM, Morena y PT, o sin el PT; o, bien,
- Podría encabezar una coalición opositora de centro-derecha, conformada por PVEM, PRI y ¡PAN!
Para estar en condiciones de competir ya sea en una auscultación ciudadana, consulta a las bases o elección primaria, el Verde no sólo tiene que fortalecerse como partido político, sino que debe esperar a que se despeje el panorama para saber qué le conviene más:
¿Debe jugar a favor del régimen de la 4T, como aliado de Morena o como una vertiente más del lopezobradorismo? ¿O debe enfrentarse a AMLO porque, debido al eventual desgaste del Gobierno, resultaría más rentable ir en contra?
En otras entidades, se han concretado acuerdos del PVEM “hasta con el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena)”, cita el reportero Oscar Cervantes a Virgilio. Pero en Colima, matizaríamos nosotros, la competencia para ser candidato de Morena es muy cerrada y Amezcua es el último en la fila.
TODOS LOS CUADROS DEL PRESIDENTE
Para conseguir la bendición presidencial, Virgilio tendría que superar en la contienda interna a cuadros como la delegada del gobierno federal Indira Vizcaíno, tan mencionada en las quinielas, o a los diputados federales Mario Delgado y Claudia Yáñez.
Debe evitar un dedazo a favor del propio César Yáñez Centeno, considerado “el fantasma de Palacio” después del escándalo por la portada del Hola!, y a quien Andrés Manuel podría mandar a Colima porque, al final de cuentas, ya no tiene futuro en la administración federal.
Y tendría también que superar en la carrera por la nominación al senador Joel Padilla, el único candidato viable a una gubernatura que podría aportar el PT a una alianza con Morena.
Cuando no rebasar por la izquierda a la alcaldesa Griselda Martínez, quien se esfuerza por realizar en Manzanillo el proyecto de nación de López Obrador. En una de esas, la edil porteña podría resultar la ‘yegua negra’ de esta competición.
SUMAR Y NO RESTAR
Para negociar su nominación, Virgilio dice tener a su favor el 21 por ciento de los votos que obtuvieron en las elecciones locales de 2018.
Eso en el discurso, pero en la discusión de fondo Mendoza Amezcua tiene que demostrar que es el único operador capaz de concertar acuerdos entre grupos tan diferenciados como distanciados: desde los priistas huérfanos hasta los panistas con espíritu progresista; o bien, desde los priistas rabiosamente neoliberales hasta los blanquiazules abiertamente fascistas.
Dentro del esquema de la 4T y siguiendo la ruta del ecologismo en Chiapas, ¿le dará Morena su candidatura en Colima a los Verdes, tan identificados con el priismo local? Y, en ese sentido, ¿terminará siendo Virgilio el candidato de un convenio político entre Mario Delgado e Ignacio Peralta?
Esta operación retomaría en su momento el pacto de caballeros que celebraron el entonces alcalde de Manzanillo con el subsecretario de Comunicaciones de Peña Nieto, para bajarse Amezcua de la candidatura a Gobernador del PAN y no estorbarle a Nacho en 2015.
Lo único cierto es que Virgilio mantiene el liderazgo de los verdes. Un partido que más que partido es un clan de políticos porteños que, ahí mismo en el municipio de Manzanillo, desplazaron a otra alcaldesa panista, Martha Sosa Govea, pero sucumbieron ante la irrupción de la morenista Griselda Martínez en la pasada elección municipal.
Lo de menos es la ideología. Si bien, no es lo mismo formar filas con Morena y declararse en contra del neoliberalismo que, por el contrario, sumarse a una oposición que se define como lo que sea, menos como el proyecto alternativo de nación.
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