“EL FANTASMA DEL FRACASO”

El desencuentro de Andrés Manuel López Obrador con la revista Proceso generó un debate sobre cómo será o cómo debería ser la relación de los medios de comunicación y el poder político que encarnará, a partir del 1 de diciembre, el hoy presidente electo.

El primer disparo lo hizo el semanario. En la portada del ejemplar correspondiente a su 42º aniversario (número 2192, 4 de noviembre de 2018), al pie de un retrato que muestra a AMLO con gesto adusto, una cara como si estuviera “chocheando” diría él mismo en un comentario en video grabado al día siguiente, se lee un balazo: “AMLO se aísla”; y un titular agresivo: “El fantasma del fracaso”.

En la sección que han venido dedicando a La Transición, referida esta vez al tema de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) en Texcoco, Proceso incluyó unas declaraciones del constitucionalista Diego Valadés: “López Obrador, sin proyecto político”, en una nota firmada por Álvaro Delgado.

Complementada con una entrevista de Juan Carlos Cruz Vargas con el presidente de Coparmex, Gustavo de Hoyos, que la redacción tituló: “El ‘error de Texcoco’ puede marcar a AMLO”.

Cabe decir que en la portada ni en interiores estas cabezas especifican, con el usual dos puntos, que tales opiniones corresponden al entrevistado, en su respectivo caso el jurista y el empresario. Por lo que se infiere que, de acuerdo a las convenciones periodísticas, la portada supone una postura editorial.

El apartado de La Transición incluye como hipertexto un reportaje de Arturo Rodríguez García sobre las resoluciones judiciales en torno a la supuesta inconstitucional del ejercicio: “La consulta, deficiente pero legal”.

Y otros dos artículos que buscan dar un equilibrio al tema de portada: un recuento de Mathieu Tourliere, “Silencio empresarial ante megaproyectos fracasados de Peña”, y una investigación de Arturo Rodríguez García acerca de los “33 juicios de amparo en el país por omisión de consultas comunitarias”.

“#AMLOnoEstásSolo”:

La familia López Obrador contestó el fuego, primero, con un tuit de Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa de Andrés Manuel, fechado el 4 de noviembre, día en que empieza circular la revista entre suscriptores:

“Todavía no toma posesión y ya está «solo» y a punto del «fracaso». El conservadurismo, de izquierda o de derecha, nubla el juicio y da pie a conjeturas fantasiosas. Los extremos pueden tocarse y abrazarse. Bienvenida la pluralidad y el debate. Lo bueno es el desenmascaramiento.”

Aludido, el director del semanario, Rafael Rodríguez Castañeda, respondió:

“O sea, doña Beatriz, a @lopezobrador_  ni con el pétalo de una rosa. @revistaproceso es fiel a su historia y a la herencia de Julio Scherer García, a quien bien conoció usted: libres ante el poder y ante quienes aspiran a ejercerlo. Ni de izquierda ni de derecha. Sólo libres.”

A lo que la señora de López Obrador replicó:

“@RRRC24K En efecto, conocí a don Julio. Y por lo mismo, no creo que hubiese autorizado esa portada. Él era un periodista consumado, a quien Carlos Fuentes llamó «el Francisco Zarco del siglo XX». ¡Viva la libertad de expresión que, no lo olvide, aplica de ida y vuelta! ¡Saludos!”

Y entonces vino la contrarréplica en un tono francamente poco amistoso:

“Pues qué entendió usted por el “fantasma”? No existe la posibilidad de que fracase? O es infalible? Es hombre de poder y cómo tal puede equivocarse. Por cierto, don Julio no ‘autorizaba’ portadas. Ya retirado en 1996 nos dejaba en la misma libertad que ejercíamos con él.”

Gutiérrez Müller no siguió la polémica. Se limitó a iniciar en Twitter un hashtag: “#AMLOnoEstásSolo”.

“ASÍ ES LA LIBERTAD”:

Entró al quite el propio López Obrador en un video subido a YouTube. Tras celebrar que inicia la semana con optimismo luego de que ocurriera lo de la cancelación del aeropuerto, por asociación de ideas vinculó la portada de Proceso al “ruido” por la decisión que tomó con base en la consulta de no continuar las obras de Texcoco:

“Incluso el pasado fin de semana hubo polémica. Una revista sacó una foto, no sólo la de la portada sino en interior, una foto en la que aparezco ya decrépito, chocheando. Y el título de la portada es que estoy solo y se avizora el fracaso. Muy sensacionalista, amarillista, la revista.”

Ya en un tono más conciliador, agregó:

“Es normal, así es la libertad. Así es la democracia. Es pluralidad, libertad de expresión, no es pensamiento único y yo no aspiro a ser un dictador. Eso sí tengo una visión legítima, quiero ser uno de los mejores presidentes de México. Y para eso se requieren cambios, no gatopardismo. Ya empezamos a cambiar cosas y eso genera nerviosismos. No hay nada que temer, el cambio va a ser ordenado pero pacífico.”

“LE TOMAMOS LA PALABRA”:

Cuando la confrontación parecía que no podía más que seguir escalando, Proceso replanteó su postura en un editorial publicado en el sitio web de la revista con fecha 6 de noviembre (https://www.proceso.com.mx/558449/presidente-electo-le-tomamos-la-palabra):

“‘La diferencia entre Proceso y otros medios es que, en la revista, si acertamos, si nos equivocamos, somos nosotros. No hay nadie, nadie, que nos dicte, que nos obligue a publicar una sola palabra’.

“Estos conceptos de Julio Scherer García, director fundador de Proceso, definen la libertad e independencia con las que ejercemos en esta publicación, sin concesiones, el oficio periodístico.

“Proceso reafirma hoy, en la celebración de sus 42 años de existencia, su espíritu crítico hacia el poder y quienes lo detentan, del signo ideológico o de la bandera política que fueren. Lo mismo hacia sus actos u omisiones que a sus palabras, que por igual alientan o laceran a la sociedad que eventualmente les da el mandato.

“El lunes 5 el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó la más reciente edición de Proceso de ‘amarillista’ y ‘sensacionalista’. Rechazamos el vituperio, indigno de un hombre de Estado. En la parte final de un mensaje que difundió por redes sociales, expuso:

“‘Somos libres y la libertad implica mensajes de ida y vuelta, porque se habla de la libertad de expresión y se niega el derecho de réplica. Quisieran estarnos cuestionando y que nos quedáramos callados. No. No va a ser así. Tenemos que debatir, de manera respetuosa, pero tiene que haber diálogo, circular, y libertades plenas y para todos: para el que critica en los medios y el que es criticado que tenga el derecho a la réplica, y voy a ejercer ese derecho y que nadie se sienta ofendido, lo voy a hacer de manera respetuosa’.

“Proceso nunca le ha negado el derecho de réplica a nadie. Hemos decidido tomarle la palabra al presidente electo: que exista el diálogo. Como periodistas que somos, ateniéndonos a las reglas del oficio, le solicitamos formalmente una entrevista con Proceso, con plena libertad para ambas partes. Abordaríamos los temas principales de la agenda nacional, entre otros uno elemental para que se conozcan las reglas del juego: cómo serán las relaciones entre los medios de comunicación y el poder público en tiempos de lo que él llama la Cuarta Transformación”.

Y concluye el editorial de Proceso: “Esperamos su respuesta.”

QUE EL PRESIDENTE TRIUNFE:

Diego Valadés, por su parte, aclaró su postura en un tuit publicado el martes:

“Mi entrevista a Proceso ha recibido mucha atención; lo agradezco. Mi posición es de apoyo a la Rectoría del Estado que anuncia el Presidente electo y también de una reforma institucional que le dé un sustento necesario para su éxito. Deseo que el Presidente y el país triunfen.”

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