En dos jornadas (jueves 12 y viernes 13 de julio), la Universidad Complutense de Madrid y la Cadena SER (con la colaboración de El País, Cinco Días y editorial Santillana) realizaron un curso sobre el 40º aniversario de la Constitución española, enfocado a: “La evolución y conexión de los derechos intelectuales con la información”.
A los periodistas, abogados, economistas o políticos que fueron invitados al paraninfo de la Biblioteca Histórica “Marqués de Valdecilla” como participantes, se les pidió también un reto mayúsculo: una “breve conversación inspiracional” sobre el pasado, el presente y el futuro que aclarara qué va a perdurar, todo ello en una ponencia de no más de cinco minutos cada una que serán editadas en un libro.
El curso buscaba respuestas ante un panorama cada vez más complejo. Como dijo el primer día Teresa Martínez Belli, subdirectora de asesoría jurídica del grupo Atresmedia: hubo un tiempo, no tan lejano, en que los periódicos solo se vendían en los quioscos y la única vía para saber qué contaba la radio era encender el aparato homónimo.
“Hace 40 años el entorno audiovisual era irreconocible respecto al actual; ahora lo más relevante es la convergencia”. Por esta misma confluencia tecnológica, un periódico hasta se deja escuchar, una radio enseña videos y las televisiones ofrecen noticias para leer. En pocas palabras, se multiplican los frentes y las audiencias. Y, con ellos, los desafíos, explicó Belli.
Esta nueva realidad mediática, sin embargo, se da en un marco legal que en España se estableció hace cuatro décadas al arribar la democracia tras la muerte de Franco. Mientras en México hubo necesidad en este sexenio de hacer una reforma estructural a las telecomunicaciones, la Constitución española envejece estupendamente según muchos ponentes.
“Vivimos un nuevo big bang, una era impredecible en que un móvil emite un partido de fútbol y una canción da la vuelta al mundo en un segundo”, lanzó José Manuel Gómez Bravo, responsable del curso y director de Propiedad Intelectual y de Negocios de Derechos de Prisa Radio.
Hablaron también Pascual Sala Sánchez, magistrado y expresidente del Tribunal Constitucional, Pepa Bueno, periodista y directora de “Hoy por Hoy” de la Cadena SER, y Jordi Fornells de Frutos, subdirector del área de Sociedad de la información de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre otros.
Las redes mandan
Los derechos de última generación impulsan, entre otros avances, el reconocimiento de las audiencias respecto a la anterior primacía de los medios. Pero que las leyes puedan mejorar no significa que las actuales carezcan de valor.
“Cuando se habla de la superación de la Constitución, es bueno recordar que fue una conquista, no un regalo. Las cosas no siempre fueron así”, defendió Daniel Gavela, director general de la Cadena SER, quien recordó la censura a los periódicos y que él mismo fue procesado por publicar la imagen de una actriz desvestida.
“Todo ello acabó con la Constitución”, reiteró. Aunque avisó: “Hay signos de retroceso, condena a raperos o cárcel para titiriteros. La libertad de información puede verse afectada también por la corrección política imperante. Hacer humor en España empieza a ser de alto riesgo, a la mínima broma te echan a la fiscalía encima”.
Miguel Ángel Oliver, secretario de Estado de Comunicación, lanzó otra alerta sobre la prisa de las informaciones y la necesidad de distinguir las buenas de las “muchas malas”.
De paso, también desveló un secreto: “Yo soy el que sacó las fotos de Pedro Sánchez con gafas de sol en el avión oficial” en el que el nuevo presidente del Gobierno español volaba a Bruselas, una imagen que fue la comidilla en las redes sociales.
La crónica de T. Koch en El País, “El futuro de los medios (y del jamón)”, da cuenta de experiencias y visiones distintas:
Carles Francino, director de “La Ventana” en la Cadena SER, optó por relatar su experiencia profesional. Iba a ser maestro hasta que le hechizó “el bicho de la radio”. Una pequeña emisora le enseñó el camino y muchas lecciones.
En su paso por TV3 aprendió que “un medio público se debe a los ciudadanos”; supo decir no a ciertas presiones, y se arrepiente de haber aceptado otras. “Hace falta blindaje profesional para tomar decisiones con la máxima libertad. La objetividad no existe, la honestidad sí”, dijo.
Y destacó también otra amenaza Francino, la precariedad: “Podemos tener potentes estructuras y grandes proyectos, pero no a 700 euros”.
Todo tiene dueño
En la música también ha cambiado casi todo. Pero ciertas constantes siguen valiendo, apunta el cronista. “Esa emoción de que suene tu canción en la radio no se va a perder”, defendió Toni Aguilar, locutor de Los 40.
Tanto él como Wilma Lorenzo McNeely, experta en comunicación, coincidieron en que, ahora que artista y público no precisan de intermediarios, la salvación de DJs y periodistas en la era del streaming y las compras en línea de canciones, es su rol de prescriptores.
Aunque Celia Carrillo Castillo, responsable de la oficina de marketing de Ticketmaster, le pidió a la música otro paso clave: “En España, las mujeres suponen el 60% de los asistentes a conciertos de rock juvenil y pop, y la mitad en las actuaciones de grandes cantautores. Tiene que reflejarse sobre los escenarios y detrás”.
Hacia el final, resume Koch, la charla se centró en el asunto más espinoso: el derecho de autor.
Para recordar su importancia, por un lado. “Todos mis alumnos acceden a contenido pirata. Les suelo decir: ‘Si sois de derechas, proteged la propiedad privada; si sois de izquierdas, la remuneración justa”, relató Carolina Pina Sánchez, socia del departamento de Propiedad Industrial e intelectual de Garrigues.
Y, por otro lado, para señalar sus desafíos. Competencia, que en 2013 integró entre otros cinco organismos a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, “no tiene capacidad para resolver todos los conflictos, pero sí para impulsar la regulación”, afirmó Fornells de Frutos.
Aunque la revolución tecnológica obliga la ley a ir a remolque. Y a resolver dudas tan nuevas como la regulación de las inteligencias artificiales o cómo imponer a colosos como Neftlix o HBO las normas que respetan las televisiones tradicionales.
Toni Garrido, director del segundo tramo de “Hoy por Hoy”, cerró la tanda de ponencias: “Me encanta la radio, pero lo que más me gusta es el jamón. Querría que los medios del futuro se le parecieran”, sorprendió al auditorio. “Se disfruta en cualquier momento del día, se comparte y no depende de la cultura: tiene una de las curvas de aprendizaje más rápidas del mundo”, explicó.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com