¿Cómo están los ejércitos del poder de la derecha mediática latinoamericana? Inna Afinogenova responde a la pregunta que le hace Pablo Iglesias en la emisión de La Base del 23 de noviembre de 2022 (https://www.youtube.com/watch?v=GEtbShXxtPg&t=911s).
El equipo del podcast de diario Público (Sara Serrano y Manu Levín, además de Afinogenova e Iglesias) dedicó el programa a hablar de la segunda fase del crowdfunding que abrieron para lanzar Canal R(e)D.
En su sección ‘¿Para qué me invitan?’, el análisis internacional de Inna Afinogenova, la periodista rusa afincada en España recuerda que al anunciar esta segunda colecta se dijo que sería un proyecto también para América Latina.
Pero además de apoyo, también ha habido reacciones negativas en los países de habla hispana del continente americano. Sin duda, ahora sí se volverán creíbles las acusaciones que tiene Pablo Iglesias de estar recibiendo apoyo financiero de Nicolás Maduro, apunta el propio cofundador de Podemos.
El exsecretario general del partido y exvicepresidente del gobierno español recordó la versión que, luego se supo, era un bulo producido por la policía política española en complicidad con periodistas que se dicen de izquierdas pero que, en realidad, tienen como misión poner la narrativa progresista al servicio de la derecha.
ALTERNATIVA INFORMATIVA:
“El panorama mediático latinoamericano no es que tenga mucho que envidiar al español –reconoce Inna–, pero sí hay canales o proyectos digitales que constituyen una alternativa informativa.
“En alguno, teleSur que tiene su sede en Venezuela, participa Nicolás Maduro por cierto.
“Pero también están C5N (Canal 5 Noticias) y el Grupo Octubre que fue un proyecto sindicalista, en Argentina.
“Están La Jornada y Sin Embargo, en México.
“Y el propio RT (Russia Today) que no fue censurado en Latinoamérica, a diferencia de lo que ocurrió en nuestra tierra de la libertad. RT en América Latina es visto como una alternativa a la hegemonía informativa, y por eso sinceramente no entiendo algunas reacciones de sus colaboradores en redes.”
No se entiende, dice Iglesias, porque un proyecto más que no se sume al coro de la progresía y la derecha mediática que en Latinoamérica suele ser además golpista, suma y no resta.
BLANCOS Y NEGROS
“Llevo años observando las dinámicas políticas y mediáticas en Latinoamérica, y pese a todo lo que hemos visto en estos últimos años, todavía hay gente que sigue afirmando, por ejemplo, que en 2019 lo que pasó en Bolivia fueron protestas de gente indignada por las elecciones supuestamente amañadas, un ‘pucherazo’ y no un golpe de Estado con todas las letras.
“Hay gente que, en otro ejemplo, dice que Lula da Silva es un expresidiario juzgado por casos de corrupción”, señala Afinogenova. Y no una víctima de uno de los procesos de lawfare más vergonzosos que se ha visto, apunta Sara Serrano. Que el juez Sergio Moro, quien metió a Luiz Inácio injustamente preso, sea hoy senador no parece suponerles nada.
“Y, al día de hoy, hay gente que considera que Argentina no tuvo otra opción que endeudarse con el FMI por décadas, únicamente por culpa de la pesada herencia de los Kirchner.” Y, claro, todos los casos que se han abierto, cerrado, reabierto y vuelto a cerrar otra vez contra Cristina Fernández de Kirchner, no tienen tufo a guerra judicial, retoma Iglesias. Son pura normalidad democrática, dentro de la legalidad y de la sospecha legítima.
Lo mismo, hay gente que sigue creyendo “que Julian Assange es un hacker; que AMLO es un caudillo; que Petro es como Maduro pero más comunista; que Guaidó es presidente, aunque en eso ya están reculando; y que la Organización de Estados Americanos vela por el cumplimiento de los derechos humanos”.
“Esta es la tendencia que observo a lo largo de años: los blancos y los negros que se comen cualquier posible atención que pueda prestarse al gris, cualquier análisis racional y, sobre todo, al rigor. Pese a todas las pruebas de intentos de golpes de Estado, de desembarcos de mercenarios extranjeros con el fin de cambiar gobiernos o de procesos políticos judiciales; pese a que todo esto se ha demostrado, la visión dominante no se pone en duda. Se le sigue considerando válida y defensora de los valores democráticos”, resume Inna. Y cualquiera que lo ponga en cuestión, ya lo saben, es terrorista, comunista, fidelista o chavista, complementa Iglesias.
EJÉRCITO AUDIOVISUAL
“Todo esto es resultado de un trabajo lento, persistente y minucioso de los grandes medios de información que dominan en el continente. Hablamos de todo un ejército audiovisual de la derecha que, en momentos claves, ha estado y siempre estará del lado de la oligarquía y contra los proyectos soberanistas o progresistas”, sigue diciendo Afinogenova.
“Ya hablamos de ellos en nuestros programas en algunas ocasiones, pero no estaría mal recordarlos. Al igual que en España, donde el 80 por ciento de lo que vemos, escuchamos o leemos está en manos de dos conglomerados mediáticos, uno propiedad de Berlusconi y otro controlado por una sola familia, los Lara de Grupo Planeta, en Latinoamérica tenemos grandes núcleos mediáticos controlados también por un puñado de familias.
“En México, 11 familias concentran más de la mitad de los medios con más audiencia del país: las encabezan Emilio Azcárraga Jean, Carlos Slim Helú y Ricardo Salinas Pliego, entre otros magnates.” Se trata, por lo demás, de familias que estuvieron muy vinculadas al poder político durante la presidencia de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, apunta Iglesias.
“En Argentina tenemos el imperio de Clarín, el mayor conglomerado de comunicación. El diario que se edita en Buenos Aires es el más vendido del país, y es propiedad de Héctor Magnetto al igual que los diarios de alcance regional más importantes, las radios con mayor audiencia en el país y varias de las señales televisivas más vistas por cable y en abierto.
“Según una investigación del diario Tiempo Argentino, realizada junto con Reporteros Sin Fronteras, las empresas de Magnetto concentran el 25 por ciento de todas las audiencias del país. Además de ello, tiene los mayores ingresos del mercado.”
De hecho, dice Iglesias, durante el mandato de Macri el grupo Clarín fue el principal beneficiario de lo que se llama la pauta publicitaria del gobierno: recibieron 395 millones de pesos que, en aquel momento, eran casi 11 millones de dólares.
“En Colombia, más de lo mismo: concentración mediática. Según una investigación hecha también por Reporteros Sin Fronteras en conjunto con la Federación Colombiana de Periodistas, el 78 por ciento de la audiencia se reparte entre los ocho grupos mediáticos más grandes”. Es decir, cuatro de cada cinco colombianos reciben información de estos grupos, acota Iglesias.
“Los tres grupos mediáticos más importantes son Santo Domingo, Sarmiento Angulo y Ardila Lülle, y les sigue Grupo Prisa, por cierto. Los propietarios de esos conglomerados suelen tener intereses no sólo en el sector de la información, sino también en la agroindustria y los seguros, el sector inmobiliario y el mercado financiero.
“Por eso, si RCN, NTN24 (Nuestra Tele Noticias) o Caracol te cuentan que los inversores están en pánico por las medidas económicas del gobierno de Gustavo Petro, o que la reforma tributaria generará fuga de capitales del país, lo mejor es seguir el rastro del dinero y mirar en dónde les pueden afectar esas medidas a los multimillonarios que son propietarios de esos medios.”
APELLIDOS PODEROSOS
“Vayas donde vayas, encontrarás más de lo mismo con sus matices”, sostiene Inna. Por ejemplo, apunta Iglesias, en Chile ya todo el mundo sabe el papel determinante que tuvo a la derecha mediática a la hora de definir los debates sobre la nueva Constitución, el enorme peso que tuvo a la hora de determinar el resultado del referéndum. Y para entender el poder de la derecha en Chile, un apellido como Edwards es mucho más importante que un apellido como Castro.
“Y si vamos a Ecuador, encontramos otro apellido muy importante: el del presentador con más audiencia del país, Carlos Vera, quien hizo en un canal público proseletismo de la candidatura presidencial del banquero Guillermo Lasso, a dos días de las elecciones.
‘En cuanto al invitado de esta noche Guillermo Lasso, mi opinión es que a esta hora es el único de quienes representan una alternativa democrática, con la opción de entrar a segunda vuelta. El único. Las mediciones serias que he consultado lo establecen así. Pero ese no es su único valor. Ante todo, Guillermo Lasso es un tipo honesto. Aunque no basta ser honesto para sacar de la crisis a este país, es necesario tener soluciones viables y él las tiene. Se requiere tenacidad, y él ha persistido 10 años para ponerlas en práctica. Es valiente’, dijo Carlos Vera.
“Y todo porque el hijo del conductor, Carlos Andrés Vera, es director de la fundación Ecuador Libre, presidida por Lasso y perteneciente a Atlas Network, el think tank internacional de ultraderecha del que sabe y habla mucho nuestro compañero Julián Macías.
“Atlas Network posee varias fundaciones y publicaciones en América Latina. Por ejemplo, el tabloide PanAm Post, con sede en Miami, es otra plataforma de la internacional ultraderechista por excelencia.
“Y si vamos país por país, el panorama es desolador. La concentración mediática es preocupante y las alternativas realmente escasas. Medios pertenecientes a las oligarquías, a la defensa de sus capitales. Medios financiados por think tanks de la ultraderecha, en los formatos que tú quieras para crear una sensación de falsa diversidad y de pluralidad informativa.”
E Iglesias hace el recuento: 20 medios digitales de derecha, 13 radios de derechas, 15 canales de cable de derechas, 1,500 periódicos de derechas. ¡Viva la pluralidad informativa en América Latina!
URGE FINANCIACIÓN
“Por eso es una buena noticia que surjan canales, proyectos y programas con otras perspectivas. Por eso les pedimos su colaboración, porque si bien tenemos apoyo privado y vamos a buscar anunciantes, no es lo mismo embarcarse en un proyecto así sin financiación pública. Trabajar en un canal público te da el privilegio de despreocuparte por completo de la falta de financiación. El dinero llega en cuanto inicia el año fiscal y alcanza para los sueldos, equipos y hasta para coberturas especiales y corresponsalías. Sin embargo, en algunos casos muy concretos, pese a todos los fondos, el recurso puede tener limitaciones. Y yo sé de lo que hablo”, dice Inna, quien dejó RT por la autocensura que se impuso esa televisora en el marco de la guerra de Ucrania.
“Por eso, estamos aquí pidiendo su colaboración para el crowdfunding, porque es mejor esto que tener limitaciones impuestas por políticos, ministerios, think tanks o el poder económico”, concluye Afinogenova.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com