El 31 de enero de 2019 circuló la última edición impresa del diario español El País, en su versión para América. Se convirtió así “en un medio 100% digital”, aunque en España se seguirá imprimiendo (https://elpais.com/sociedad/2019/12/31/actualidad/1577804284_395231.html).
En este continente, la edición del 1 de enero de 2020 ya sólo estuvo disponible para los más de 85 millones de internautas únicos mensuales, cerca de la mitad en Latinoamérica y Estados Unidos, pero no más para los lectores que buscaban el periódico en locales cerrados (tipo Sanborn’s) y puestos de revistas.
Eso no significa el fin de la aventura empresarial de este lado del Atlántico, sino el arranque de una nueva etapa en la que El País “redobla su apuesta digital en la región. La Redacción en Ciudad de México, que ya cuenta con una veintena de periodistas, será reforzada durante los próximos meses con 14 nuevos perfiles que elaborarán contenidos enfocados en América”.
A los suscriptores de México y Argentina se les notificó la decisión desde finales de septiembre. Y quienes recibían la edición impresa en sus hogares, podrán seguir consultando El País en pdf de forma gratuita hasta junio de 2020 mediante la plataforma Kiosko y Más. Asimismo, los más de nueve millones de usuarios mexicanos podrán seguir consultando los contenidos del periódico en la edición digital de América de elpais.com.
En digital, además de las ediciones en español de España y América, El País tiene una en portugués, para Brasil, y ediciones en inglés y catalán.
CIEN POR CIEN DIGITAL
Ya en noviembre, El País había informado su decisión de crecer su estructura en América. En momentos de plena ebullición, en el continente hay una gran demanda por contenidos periodísticos de calidad en español. Y con el objetivo de dar respuesta a esta demanda, fue que la Redacción de Ciudad de México abrió una convocatoria pública para atraer talento de toda la región. Se ofertaron esos 14 nuevos puestos, entre redactores y perfiles tecnológicos, y más de cuatro mil solicitantes están siendo sometidos a un exhaustivo proceso de selección para ocuparlos.
Las vacantes a cubrir son las siguientes: un corresponsal económico; un corresponsal en la frontera entre México y Estados Unidos; un coordinador de información cultural y un reportero de información medioambiental. También será reforzada la Mesa de Redacción de Ciudad de México con cuatro periodistas. Y se creará un equipo de narrativas audiovisuales con un periodista visual, dos infografistas web y un desarrollador Front-End. Finalmente, dos editores de video reforzarán el equipo audiovisual en la capital mexicana.
Para el Defensor del Lector de El País, la desaparición de la edición impresa en América “es un símbolo del momento que vive el sector”. Al volverlo 100% digital, “se abre una nueva y esperanzadora etapa, pero se cierra otra para disgusto de algunos lectores americanos, convertidos hace tiempo todos ellos en socios del mayor proyecto periodístico mundial en español más que en meros clientes de un negocio que lucha por superar la crisis”.
MUCHAS GRACIAS Y ADIÓS
Esos socios más que clientes son gente como Sergio Aguilar-Álvarez Bay, para quien “el oasis” del fin de semana para él y su esposa incluía desde hace muchos años “la ilusión de leer el periódico”. No cualquier periódico, este diario en particular. Intentaron sin éxito engancharse a la edición digital, recuerda en su carta, y no les consuela que les devuelvan parte del dinero de la suscripción. “¿Cómo nos va a devolver la alegría del fin de semana? Gracias por estos años y adiós; no nos volveremos a ver”.
Para el peninsular José Luis Ley, seguir leyendo El País en papel le hacía sentirse cerca de casa, pese a que lleva cinco años en México. “Como durante los 20 años anteriores, El País ha sido mi fiel compañero matutino”. Su despedida también es amarga: “Tras 25 años, me han decepcionado por primera vez”.
Pero más dura es la carta de Ángel Dupuy: “No les deseo ninguna suerte en el futuro. Me han decepcionado”.
Rosa Almoguera dice de su amiga Manuela Varela, de 76 años: “El País es una cuerda que la mantiene atada a este mundo. ¿Es necesario dejar a tantos lectores fieles a la deriva?”
No lo especifica el Defensor del Lector pero, se intuye, los más en este tipo de suscriptores molestos son adultos mayores. El País no estuvo dispuesto a esperar a que desapareciera la generación de lectores que aman los periódicos en papel. Porque, además, ante una mayor dificultad personal de ir a buscar el ejemplar, muchos de ellos ya se habituaron a consultar la edición pdf y elpais.com.
La empresa hizo un cálculo de lo que los ingresos que esos lectores en papel garantizaban en América, y concluyó que no compensan los crecientes costos de imprimir el periódico todos los días. No obstante, el Defensor del Lector considera que los consumidores de su producto “necesitan una explicación”. Y se las da.
DEMASIADAS ROTATIVAS
La edición impresa de El País en América apareció poco después del nacimiento del diario, en 1976. “Al comienzo, impreso y distribuido con medios propios”. Con grandes esfuerzos de distribución y alto costo, en 2007 se vendían 6,000 ejemplares, sobre todo en México y Argentina, pero también en Chile o Brasil.
“A partir de 2008, se aplicó otra estrategia basada en acuerdos con editores locales, que distribuían El País a suscriptores junto con sus propios periódicos: La Nación, en Argentina; El Economista y luego El Financiero, en México; La Tercera, en Chile; La República, en Perú; El Nuevo Herald, en EE UU; o El Caribe, en República Dominicana. Se llegó así a distribuir por América 28,000 ejemplares en 2009 y hasta 54,000 hace dos o tres años”.
“Los problemas de rentabilidad de algunos acuerdos y la apuesta por el modelo digital forzaron la revisión de esos pactos en 2018. Solo quedaron vigentes los de México, junto a una pequeña venta autónoma en ese país y en Argentina. La distribución se redujo drásticamente y ahora desaparecerá en su totalidad”.
Rentabilidad y digital, en esos dos criterios reside la clave. Javier Moreno, director de El País América, asegura que la decisión, “meditada y debatida”, se ha tomado “con la absoluta convicción de que es la mejor manera de asegurar el futuro del periódico”. “Frente a los pocos miles de ejemplares de papel”, señala, “la audiencia digital se ha incrementado de forma extraordinaria”.
Hoy, entre el 45 y el 55 por ciento de los internautas o “navegadores” únicos provienen de fuera de España, y en su inmensa mayoría de América, explican en el área de Audiencias. “Sólo en México se contabilizaron el pasado mes de noviembre 9.3 millones de usuarios únicos, récord histórico del diario en ese país”.
DURÓ MÁS DE LO ESPERADO
Los recursos que destinaba El País a la escasa y costosa distribución en papel por la inmensidad del territorio americano, se dedicará en tiempos de vacas flacas a la apuesta digital. “La práctica totalidad de la cobertura en América se piensa, se diseña y se desarrolla para la web”, señala Moreno. La supresión del papel, por tanto, es “una decisión empresarial y profesional para garantizar que El País siga siendo lo que es, pero mejor, en las próximas décadas”, añade.
Según la directora del diario, Sol Gallego-Díaz, El País cuenta ya con 60 redactores en América, a los que se sumarán “nuevos talentos y nuevos perfiles que exige el mundo digital”, lo que demuestra la vocación latinoamericana del diario. “No hacemos distinción alguna entre cultura española y latinoamericana”, dice la directora.
La estrategia de comercialización, por su parte, se modifica con la próxima implantación de un sistema de suscripciones para acceder a la web de El País. “Es una casualidad temporal. Se equivocan quienes sospechen que las ediciones impresas están globalmente en peligro –resume el Defensor del Lector–. Las circunstancias en el caso de Latinoamérica han sido muy específicas, pero hacía décadas que los expertos no auguraban tan larga vida al papel. Que así sea”.
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