EL TUMOR DE COLIMA

La alianza que busca cerrar el paso a Indira Vizcaíno nos da la oportunidad de presenciar un escenario tan impensable para otras épocas que el contexto político actual no sólo permite asimilar sus enormes contradicciones sino que, en una perspectiva más distendida, aporta matices jocosos al simple hecho de ver en un mismo proyecto a personajes disímbolos en apariencia pero semejantes en la forma de interpretar el poder.

Más allá del morbo que despierta este aglomerado de intereses, el pragmatismo unificador del TUMOR (Todos Unidos contra Morena) corrobora las dos reflexiones más sonadas en esta etapa de sucesión: la renuncia expresa a los compromisos básicos de la democracia partidista y la admisión tácita de que ninguna de esas fuerzas políticas es capaz por sus propios medios de revertir el proceso de cambio en Colima.

Si la apreciación es errónea, habrá que preguntar a los analistas del régimen las causas por las que estas controvertidas figuras han hecho a un lado el denso historial de enfrentamientos que incluyen por igual fraudes electorales, persecuciones judiciales, invasiones a la intimidad, encarcelamientos y, en planos todavía más extremos, agresiones con el sello implícito de la mafia.

Tomando en cuenta las diferencias irreconciliables entre estos grupos, ¿Qué es entonces lo que visualizan para considerar a la transición el factor de mayor riesgo a su tranquilidad? Peor aún: con los antecedentes que nos brindan sus cuestionadas biografías, ¿de qué serán capaces para retener el poder?

Tras los contundentes resultados de 2018 el aparato del gobierno estatal opera para garantizar la continuidad del sistema aunque su desempeño exhibe mayor parsimonia y menor efectividad. Languidecientes por su entrega al oficialismo, los periódicos sólo se imprimen para atestiguar los convenios publicitarios en tanto que a los columnistas del famoso «nado sincronizado» les cuesta más trabajo aportar seriedad a dictados cuya pobreza intelectual los obliga a navegar entre el cinismo y el humor involuntario. La fragilidad de esta primera línea conlleva a medidas de arrebato por parte de la cúpula y eso se manifiesta en la irrupción de espacios estratégicos como aconteció en el Poder Legislativo y en el propio Comité Directivo de Morena.

Internados ya en la estructura partidista de la 4T, su objetivo inmediato es evitar que la exdelegada resulte abanderada de Morena y la aspiración de la diputada Claudia Yáñez tiene ese propósito en específico.

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