Los gringos se encuentran ante su elección de medio mandato (de midterm, dicen ellos). Este martes 6, estarán en juego la mayoría en ambas cámaras y, además, 36 gubernaturas. El xenófobo Trump que encabeza el Ejecutivo de ese País, no ha concluido su campaña desde hace dos años que triunfó y en los últimos días, además de su habitual abuso del twitter, ha realizado una intensa campaña presencial por todo Estados Unidos, en busca del voto para los candidatos republicanos. A decir de él mismo, todos éstos son maravillosos y ayudarán a que América sea primero otra vez. Los demócratas, desdibujados como se encuentran y sin un liderazgo fuerte y claro, acudieron a Obama para que encabece su campaña.
El avión presidencial, el Air Force One, ha recorrido el País, cuan ancho y largo es, para llevar a Trump a encabezar mítines por todos lados, y la infraestructura de la Casa Blanca se ha usado para apoyar a los candidatos del Partido Republicano, pues allá eso no es ilegal como con nosotros. Quizás el twittiritero gringo se confundió con aquel titiritero de Serrat (1969), que va de feria en feria, siempre risueño y que canta sus sueños y sus miserias y que nos baja una estrella, y que borra la huella de un recuerdo amargo.
Las preferencias marcadas por las diferentes encuestas, nos muestran que, en las últimas semanas, han mejorado sensiblemente las preferencias hacia los candidatos republicanos. Es decir, Trump sabe cómo lograr sus objetivos electorales. Habrán de elegirse 35 senadores (de un total de 100) y los 345 escaños de la Cámara de Representantes. Se estima que se conservará la mayoría republicana en el Senado, pero los demócratas lograrán la mayoría en la Cámara de Representantes.
Trump ha basado su gobierno y esta campaña en la confrontación. Ha dividido su País y ha llevado a sus seguidores, que no son pocos, a enfrentarse con sus opositores. Impulsa el uso de las armas a pesar de tantos actos en los que se dispara sin ton ni son contra algunas minorías raciales y de otro tipo, la última hace unos cuantos días en una sinagoga en Pittsburgh. Trump ha exacerbado los ánimos de los supremacistas blancos, pero además ha generado fuertes reacciones contra las mujeres o los integrantes de la diversidad sexual. Presume en esta campaña, el acuerdo comercial con México y Canadá, pero militariza la frontera y lanza su furia contra las caravanas de migrantes centroamericanos; hasta se habla de haberlas provocado para hacer uso publicitario de ellas y ganar adeptos mediante ese método que tan bien maneja. Nuevamente habla de la urgencia de construir el muro e incrementa sanciones contra otros países. Pero muchos gringos le creen: Se estima que las preferencias se ubican en alrededor del 50 % para el Partido Demócrata contra 43 % para el Republicano.
Pero también ha confrontado a los Estados Unidos con el resto del Mundo: México ha sentido los embates de su furia, pero también los chinos, los rusos, los europeos, los iraníes, los canadienses y muchos más. Rusia y China han emprendido un viaje hacia la internacionalización en el uso de sus divisas en vez del dólar y sus bancos centrales han reforzado fuertemente su tenencia de oro en vez de dólares. Buscan incrementar intercambios comerciales tasados en rublos o en yuanes. Estos países por otro lado, poseen enormes cantidades de bonos del tesoro gringo y si decidieran deshacerse de ellos de una vez, provocarían una quiebra no solo de los Estados Unidos sino de la economía mundial.
Trump festina buenos números de la economía y de las bolsas gringas, pero esos números son, más bien, producto todavía de la inercia por la gestión de Obama al frente del País, no de las políticas económicas de Trump. Cada día deberán sentirse más los efectos de la derogación del Obamacare y de la política tributaria altamente regresiva que ha impulsado. Los augurios entonces, no son buenos para los gringos, ni para México ni para el resto del Mundo. Pero, muchos gringos le creen.
Es mucho lo que los gringos se juegan en estas elecciones. La razón poco importa porque ésta se ve anulada por el enfrentamiento entre los propios gringos. Los electores que acudieron a las urnas de manera anticipada (en donde se permite esta práctica), lo hicieron de manera masiva y entre los latinos se observa una efervescencia que no se veía hace un par de años cuando Trump resultó electo. Esto puede traernos algunas sorpresas. O talvez pensemos en esas posibles sorpresas más porque las deseemos y queremos que sean una realidad
El que junta estas letras tiene encendidas veladoras a la Virgen de Guadalupe. Ojalá se obre el milagro, aunque el realismo indica otra cosa. Siempre se desea lo que conviene, pero si a alguien no conviene el triunfo de los republicanos, es a los gringos y éstos parecen encontrarse fuera de este mundo, más por los miedos que este loco les ha sembrado que por otras razones y, además, están enfrentados entre ellos porque allá los ha llevado su Presidente. Deseo de todo corazón, que el panorama cambie. Pero mientras todo eso sucede, Colima continúa en Feria…
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.