Comala sufre todos los días por la contaminación auditiva que originan los equipos de perifoneo de las campañas de los diferentes candidatos y también por la contaminación con papeles inútiles que lanzan a las casas para difundir las fotos y los nombres de los candidatos y si acaso, un poco más. Esos volantes, carentes de propuestas sólo sirven para engrosar las bolsas de basura y a veces van a parar a los depósitos de desperdicios como parte de una reacción automática, pues nada comunican.
A falta de mítines y reuniones masivas, los candidatos pasan a las casas para pedir el voto de los comaltecos y nos engañan diciéndonos que van para saber qué queremos y con la información que recojan, formular sus planes de gobierno, pero advirtiéndonos que no hay dinero. Aquí se encierran varias mentiras.
Primero, lo que realmente sucede es que no tienen la menor idea de qué quieren, pueden o deben hacer, pues deberían tener una propuesta clara para ofrecer a los ciudadanos y en las visitas a las casas, enriquecer sus propuestas con las ideas de sus electores potenciales y segundo, si hay dinero. Quien llegue a la Presidencia Municipal deberá reformular el presupuesto, racionalizando el gasto administrativo y eliminar todas las partidas dedicadas a organizar fiestas, recibimientos y actos similares y revisar gastos de apoyo a funcionarios como gasolina, telefonía o comidas, porque no hay dinero para lo que el pueblo requiere, pero sí hay para engordar funcionarios, que por única oportunidad en su vida, beberán Chivas en vez de Coronas. Además, debieran tener propuestas claras para incrementar los ingresos municipales y hay manera de hacerlo, sin caer en prácticas recaudatorias injustas, pero que significan eliminar privilegios a grupos de poderes fácticos.
Un ejercicio interesante con los candidatos, consiste en cuestionarlos y solicitarles propuestas, se sienten exhibidos y por lo general se van tan rápido que hasta se olvidan de solicitar votos. Esos candidatos son improvisación pura. Y lo peor, sienten que van a ganar la elección y que son superiores a sus electores. Pero, como dirían los viejos comaltecos, ¡En su salud lo hallarán!
Las cancioncitas que repiten hasta el cansancio, además de muy feas y mostrar el pésimo gusto de los candidatos y de sus partidos, si acaso dicen algo, es una mentira, y lo ilustro con lo que expresan los candidatos comunes de muchos partidos aliados, o más bien, liados: Afirman que el pueblo les quiere dar su voto y si yo pregunto a la gente, me dicen lo contrario, no les quieren votar. Si fuera cierto lo que afirman en la dichosa tonadita que tanto nos recetan, ya se hubieran acabado las campañas porque ya no tendrían objeto.
Muchos candidatos presumen su juventud como si fuera virtud y no como limitación que condiciona su carencia de conocimientos y su inexperiencia y no faltan los que nos hablan de su amor a los caballitos o al fútbol. Lo primero no es virtud y lo segundo, tampoco. Quizás con el tiempo, ya más confiados, se atrevan a presumirnos que le van al Atlas porque en el fondo, seguirán sintiendo pena por exhibirse como partidarios del Cruz Azul.
Alguna candidata, triunfalista, presume logros deportivos y por supuesto, debe tener sus méritos en ese renglón, pero pretende ser diputada en vez de continuar por la senda triunfadora de su carrera deportiva ¿Qué relación existe entre ambas opciones? Esas son confusiones de los partidos. Y los demás, andan por el estilo, no muestran diferencias fundamentales. Entre candidatos y partidos, la confusión es reina. Confusión mata claridad.
Algún partido resume su ideología y propuesta en una cancioncita enfadosa y reciclada de otra campaña, y que contiene sólo tres palabras, pero su candidata a la Presidencia tiene una propuesta ecologista de lugares comunes ¿dá para algo más? Si es así, que lo diga porque todavía está en tiempo. Un partido, en el colmo de la irresponsabilidad, resume su ideología y su propuesta en una cabalgata, y en tiempos de pandemia. Con tal acción quiere reafirmarse como el representante y el más acabado ejemplo del agropop comalteco y hasta del colimense.
Otro candidato presume entre sus experiencias, haber revisado y actualizado los reglamentos municipales y ni por eso, hace alguna propuesta y en vez, prefiere darse un tiro en la rodilla o un poco más arriba, al afirmar que sus ex jefes en el Ayuntamiento no apoyaron al campo para decir que él sí lo apoyará, pero sin decir cómo. Ya nos dijo, sin embargo, que como traidor es eficiente. Su brillantez, deja pasmado a este escribidor. Es experto en burocracia y lo dice él, no sus críticos.
En cambio y contradiciéndolo, otro candidato que es regidor con licencia, afirmó hace unos días, a #CarvajalBerberAlAire, sobre la falta de actualización de los ordenamientos municipales y hace lo que hasta ahora es la única propuesta concreta y congruente que conozco, ordenar los fraccionamientos irregulares del norte del municipio. Y de ese candidato no me han lanzado basura a la casa y no he escuchado sus equipos de perifoneo, como que es el que menos dinero tiene. Ojalá tenga ideas también sobre otros tópicos, y si es así, que se divulguen.
Todos o casi todos hablan del turismo como la solución mágica para Comala y sólo reflejan su ignorancia sobre el tema,como tratándose de una moda, de la cual hay que ocuparse al menos para mostrar ignorancia sobre el tema. Y por cierto, ninguno ha dicho qué ó cómo hacer. Pareciera que tener más candidatos no significa tener mejores candidatos.
¿Algún candidato pensará poner el interés general al centro de su acción? ¿Alguno pensará en qué con sus acciones se beneficie al pueblo, al que menos tiene? ¿Alguno tendrá idea de lo que significa gobierno? Ojalá no tengamos otro trienio de retroceso.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.