¿ES SUFICIENTE CON ESOS MUERTOS Y HERIDOS? ¿O QUIEREN MÁS?

El último sábado, como se ha divulgado, se produjo un accidente fatal en la carretera Comala-Suchitlán. Un autobús de servicio público que cubría la ruta Comala-El Remudadero se volcó y la tragedia enlutó familias, produjo angustias a otras y preocupó a muchas más.

Es lamentable que se produzcan estos hechos, de eso no cabe duda. Este juntador de letras se solidariza con las familias enlutadas y con quienes buscan alivio a sus golpes. Pero eso no creo que les importe ni a unas ni a otras familias. Sabíamos que eso sucedería y esta columna lo había anunciado más de una vez. No sabíamos cuándo, solo sabíamos que sucedería y que sería pronto; no sabíamos más.

Hay desacuerdos entre los concesionarios del servicio porque algunos tratan de comerse el negocio de otros, porque la ambición de algunos va más allá de la ética. Estas actitudes han derivado en retrasar salidas, provocar retrasos innecesarios circulando a velocidades excesivamente bajas en los lugares en los que pueden quitar pasaje a otros y desarrollando velocidades excesivas cuando ya no pueden hacer daño a sus competidores. Entonces de alguna manera, podríamos concluir que existe corresponsabilidad entre todos los concesionarios: Unos provocan alterando los horarios establecidos y violentando los tiempos de recorrido y otros, caen en la provocación de los primeros, pues de otro modo, tendrían que hacer viajes sin pasajeros porque los primeros les piratearían todo el pasaje.

Sin embargo, quien tiene una responsabilidad mayor en este accidente es la Secretaría de Movilidad y de eso no tengo duda: Existen quejas respecto a esta situación (yo he puesto más de una). Si se llama por teléfono dicen que actuarán y no lo hacen y si se le dice a un supervisor (de esos que de pronto despliegan grandes cantidades en la Central de los Rojos o en algún punto estratégico (Diosa del Agua, Glorieta de los Perritos), burlonamente dicen que están para otros asuntos, que no pueden hacer nada y se llame a la Secretaría.

Hemos visto operativos desde hace mucho tiempo y nunca se ha puesto remedio alguno. Aquí hemos propuesto algunas soluciones que han tenido el mismo efecto que las pedradas que se lanzan al sol. Dijimos que esto sucedería y sugerimos que cuando se derramara sangre, esa, pudiera ser el combustible que obligara a la Secretaría de Movilidad a actuar, a cumplir con sus obligaciones. Ojalá que la sangre del sábado resulte suficiente para que estos burócratas conservadores actúen por fin y cumplan con sus obligaciones. Jamás reconocerán su culpa, de eso estoy seguro.

El grupo de concesionarios, como tal, no existe y entre las diferencias que se presentan entre ellos es que algunos (los más) apoyan la 4T mientras que otros (los menos) continúan con su fidelidad (que no lealtad) al tricolor. El papel de la Secretaría de Movilidad ha consistido en proteger los intereses de quienes les resultan políticamente afines. Lo que menos les ha interesado es proteger la seguridad ni la dignidad de los usuarios. Hay acciones muy sencillas que debieron haberse implementado desde hace tiempo y que, seguramente no han pasado por la mente de quienes, sin entender el papel de esa dependencia del ejecutivo local, ocupan las más altas posiciones de ella.

  1. Obligar a los permisionarios a cumplir con horarios y tiempos de recorrido. Para ello cuentan con acceso a los GPS’s de las unidades que prestan el servicio y cuentan con información en tiempo real. Podrían aplicar correctivos, también en tiempo real.
  2. Hacer caso de las quejas que se presenten e investigar la veracidad de las mismas y con apego a la normatividad, imponer sanciones (estoy seguro que se cancelarían concesiones y que serían, precisamente, las del grupo afín políticamente al ejecutivo.
  3. La gran mayoría de los usuarios que abordan los autobuses con origen y destino más allá de Comala (Suchitlán, Cofradía, etc.), sólo pierden tiempo cuando esos autobuses pasan por Comala, luego entonces, la mayoría de los autobuses que van a esas poblaciones, deben circular por el Libramiento de Nogueras. Se evitaría también, que congestionen más al Pueblo).
  4. Para cubrir la demanda de quienes viajan de esas poblaciones del norte del municipio a la cabecera municipal, deben implementarse corridas que sólo lleguen a Comala y no a Colima. Para ir de Comala a Colima, existe un servicio regular, muy frecuente que cubre ampliamente con las necesidades de los usuarios. Se evitaría de ese modo, una competencia innecesaria y nociva que ha ocasionado esta y otras desgracias.
  5. Asegurarse de la calidad moral de concesionarios y empleados de la ruta y retirar a aquéllos que no cumplan con los requisitos.

Los comaltecos no debemos ser rehenes ni de concesionarios ambiciosos ni de autoridades omisas. ¡y lo somos! Ya basta.

La investigación de la Fiscalía debería desarrollarse con absoluta imparcialidad y responsabilidad y llegar hasta las últimas consecuencias para que se castigue de manera ejemplar a los culpables, sin importar que se trate de altos mandos de la Secretaría de Movilidad (al menos, como cómplices omisos). La intención sin embargo está anunciada por la seudo prensa ridícula (la que desinforma y deforma la opinión pública) que anda buscando culpables donde no los hay y con un clarísimo sentido político busca involucrar a Vladimir Parra, a quien declara culpable por su cercanía con la esposa de un concesionario. Conclusión más ridícula y malintencionada no pudo imaginar este juntador de letras.

No se trata de linchar a nadie y menos, con argumentos inexistentes. No se trata de caprichos políticos. En el transporte público se juega todos los días con muchas vidas y con la integridad de muchas personas. Las travesuras políticas (para no escribir groserías), no se valen y menos en estos casos. Algunos oportunistas de esos que sólo buscan lucrar, deberían saber que este no es el caso para que actúen como acostumbran. Aquí toparán con roca.

Recuerden que los comaltecos, cuando nos unimos, solemos ser bravos. Y este puede ser un caso que nos una. Que cada quien haga su trabajo y que cada quien pague por la culpa que le corresponde. Ya hubo muertos, ya hubo heridos. Que no haya más.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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