Escritor, promotor y capacitador

Criticado porque admite que dividirá su tiempo como escritor, promotor de la lectura en la “Brigada por la Libertad” y capacitador político en Morena con sus obligaciones como director del Fondo de Cultura Económica, nadie objeta que Paco Ignacio Taibo II tiene un perfil directamente relacionado con el libro.

El más grave señalamiento que se le ha hecho en los medios, es que Taibo es un propagandista de la Cuarta Transformación, un ideólogo que no oculta sus fobias con el modelo neoliberal y, de alguna manera, con la libre empresa.

Pese a todo, PIT II es un exitoso jugador en el negocio editorial. Autor de más de cincuenta libros, es el best seller nacional indiscutible. Y como impulsor de la iniciativa “Para Leer en Libertad”, ha organizado más de 150 tianguis y ferias del libro con las que ha demostrado que en México sí se lee y que los libros pueden ser baratos, incluso gratuitos.

Taibo sucederá al periodista José Carreño Carlón en la dirección de una editorial trasnacional que tiene filiales en Argentina, Brasil y España, entre otros muchos países de Iberoamérica.

Y aunque no tiene las credenciales académicas (maestría y doctorado) de Carreño Carlón, el currículo de Taibo -un intelectual prácticamente autodidacta- es perfectamente compatible con la naturaleza de una paraestatal mexicana que ha sido dirigida por editores de carrera, escritores de prestigio, políticos y hasta un expresidente de la República.

De todo como en botica

Fundado en 1934 por Daniel Cosío Villegas, en sus 84 años de vida, el Fondo de Cultura Económica ha tenido a directores de gran prestigio.

A don Daniel lo siguió en 1948 el argentino Arnaldo Orfila Reynal, quien tuvo que renunciar en 1965 por el escándalo que supuso la publicación bajo este sello editorial de Los hijos de Sánchez de Oscar Lewis. Orfila crearía entonces la Editorial Siglo XXI.

Hombres de letras como Salvador Azuela (1965-1970), José Luis Martínez (1977-1982), Jaime García Terrés (1982-1988) o Gonzalo Celorio (2000-2002), se alternan en la dirección del FCE con editores de carrera como Guillermo Ramírez Hernández (1974-1976), Consuelo Saízar (2002-2009, quien antes dirigió la editorial católica JUS y del FCE salió para presidir el Conaculta con Fox y Calderón) y Joaquín Díez-Canedo Flores (2009-2013, cuyo abuelo homónimo aprendió en el Fondo todos los conocimientos de la industria que luego aplicaría en la editorial Joaquín Mortiz).

En la lista de directores del FCE aparecen también hombres de Estado con un perfil intelectual, como Antonio Carrillo Flores (1970-1972, quien fue canciller con Díaz Ordaz y secretario de Hacienda con Ruiz Cortines), Francisco Javier Alejo (1972-1974, quien luego fue secretario de Patrimonio Nacional con Echeverría) y el exgobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero (1988-1990).

Por supuesto, el nombramiento más polémico fue el que hizo Carlos Salinas y seis años después ratificó Ernesto Zedillo en la persona del expresidente Miguel de la Madrid Hurtado (1990-2000).

El FCE nació como un proyecto editorial especializado en temas de Economía. No por nada su fiduciario sigue siendo el Banco de México. Y en 1945 se convirtió en la primera trasnacional cultural de México al abrir una filial en Argentina.

Tras publicar títulos como El dólar plata o un estudio sobre Karl Marx, el Fondo amplió su catálogo a otras disciplinas y ha sido un baluarte en la difusión de la literatura mexicana. En su catálogo se encuentran las obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz y de Alfonso Reyes, y las primeras ediciones de Juan Rulfo, Octavio Paz y Carlos Fuentes.

Además de las colecciones de libros, de revistas especializadas como El Trimestre Económico y La Gaceta del Fondo, el FCE opera una cadena de librerías. Una de ellas, la “Miguel de la Madrid”, se encuentra en el edificio de talleres de Casa de la Cultura en Colima.

Instituto de la lectura

El domingo 7 de octubre, luego que Paco Ignacio Taibo II diera a conocer en un video que había aceptado la invitación de López Obrador a dirigir el FCE, El Sol de México difundió la noticia de que “AMLO planea crear el Instituto de la Lectura”.

Según la Organización Editorial Mexicana, el presidente electo “planea suprimir el Fondo de Cultura Económica y la Educal en un solo Instituto de la Lectura, que se dedique a atender todos los programas de fomento a la lectura”.

Ningún otro medio de los que retomaron el video de Taibo, calificándolo como una indiscreción, consignaron que “antes de despegar un vuelo de Aguascalientes con regreso a la Ciudad de México, López Obrador habló vía telefónica con uno de sus colaboradores del equipo de transición”, para informarle que ya había platicado del plan con Paco Ignacio.

“Vamos a unir el Fondo de Cultura Económica con la Educal, para crear un instituto de la cultura para el libro”, explicó López Obrador en la llamada.

Y añadió que éstos no son los únicos órganos que se concentrarán en la nueva institución, ya que “todo lo que tiene que ver con el libro y cultura” entraría en el órgano de fomento a la lectura.

Así como la cadena de librerías que maneja el FCE, Educal opera una red de tiendas de libros y arte y otra de puestos ambulantes (Librobús).

De acuerdo a su página web, Educal es “una entidad paraestatal sectorizada en la Secretaría de Cultura”. Pertenece al Gobierno Federal pero cuenta “con la autonomía para desempeñar funciones como un organismo privado y así generar utilidades propias”.

Su principal objetivo es “distribuir y comercializar libros y productos culturales contribuyendo al crecimiento de la oferta editorial y a la infraestructura de librerías en todo el país a través del fortalecimiento de librerías propias y afiliadas, y con la participación en ferias de libros y actividades culturales de presencia nacional e internacional”.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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