ÉTICA PARA PERIODISTAS

En el Consultorio Ético que Javier Darío Restrepo abrió el año 2000 en el sitio web de la hoy Fundación Gabo, el maestro colombiano fue dando respuesta puntual a las dudas que los periodistas de toda Iberoamérica le plantearon hasta el mismo día de su muerte, el 6 de octubre de 2019, a los 87 años de edad.

Restrepo continuó en el Consultorio la labor que desplegó en los talleres que empezó a dar en 1995 en el seno de la entonces Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), creada por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

Coautor con María Teresa Herrán de Ética para periodistas (1991), Restrepo firmó entre muchas obras los dos tomos de El zumbido y el moscardón (Vol. 1, FCE, 2004; Vol. 2, FNPI, 2016) y, un año antes de morir, dio a conocer La constelación ética (Fundación Gabo, 2018) en donde llevó la preocupación por esa materia a un público más amplio.

Los dos volúmenes de El zumbido y el moscardón recogen los mejores casos estudiados en los talleres y en el consultorio, bajo la consigna garciamarquezca de que “la ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”, es decir, como el sonido del aleteo al abejorro.

La frase fue pronunciada, como ya es sabido, en la famosa conferencia ‘El mejor oficio del mundo’ dictada en 1996 por García Márquez ante la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) de Los Ángeles (http://especialgabo.fnpi.org/las-ideas-de-gabo/el-mejor-oficio-del-mundo/).

A lo largo de casi dos décadas, las consultas sobre ética periodística se volvieron tan abundantes que habría sido necesario editar por lo menos una compilación anual. Y aún así habrían quedado fuera de la imprenta centenares de respuestas.

El valor didáctico que tienen éstas estriba no sólo en la opinión de Restrepo y, desde el año pasado, de otros cuatro maestros de la Fundación Gabo (Álex Grijelmo, Jorge Cardona, Gumersindo Lafuente y Mónica González), sino en la documentación sobre el tema que el consultorio extrae de una extensa biblioteca de literatura y periodismo.

CONSULTORIO ABIERTO

El Consultorio Ético no cerrará con la muerte de su fundador. Tampoco desaparece la preocupación de la Fundación Gabo por el tema. Desde 2012 las funciones del Consultorio se ampliaron a la Red Ética, creada en alianza con el Grupo Sura (Inversiones Suramericanas) y a la que se sumó Bancolombia como socio en 2016.

La Red convocó para el 6 de noviembre pasado a un tuitdebate sobre: ‘¿Qué implicaciones tiene para los medios y los periodistas el discurso antiprensa de algunos presidentes de países de América?’

Al reiterar en un comunicado lo declarado por la asamblea celebrada en Miami del 4 al 7 de octubre, el presidente de la SIP, Christopher Barnes, denunció “esta nueva y peligrosa forma de estigmatización y descrédito de la prensa, que discrimina a los medios según sus criterios editoriales”.

El tuitdebate buscaba las mejores respuestas a preguntas como las siguientes: “¿Qué pensar de la decisión de cancelar la suscripción a periódicos en entidades gubernamentales? ¿Está realmente mal dejar de usar dineros públicos para pagar suscripciones a diarios? ¿Cómo reaccionar cuando un presidente amenaza con prohibir que se pague publicidad oficial en un medio contradictor? ¿De qué manera explicar que tantos mandatarios latinoamericanos tengan una actitud tan hostil con los periodistas?”  

Esta realidad emergente le dio la razón a Restrepo cuando pensó su propio consultorio como un ejercicio constante de reflexión sobre las implicaciones éticas de las situaciones más comunes a las que se enfrentan los periodistas. La mayoría de estas circunstancias no podrían haber sido previstas en un tratado deontológico; es necesaria una casuística, es decir, aplicar la ética a partir del razonamiento de cada caso.

ÉTICA PARA OBRADOR

El cambio de gobierno en México está planteando una nueva relación entre la prensa y el poder político, cuya característica más señalada por los propios medios de comunicación es la negativa del sector público a seguir siendo, mediante el gasto en publicidad oficial, la principal fuente de ingresos para diarios y revistas, televisoras y radiodifusoras o portales de noticias y toda clase de emprendimientos periodísticos digitales.

Este apartado en la política de comunicación social ha generado, al interior de la industria y en la opinión pública, una discusión sobre la responsabilidad del Estado a contribuir a la supervivencia de un ecosistema de medios con diversidad de enfoques noticiosos y pluralidad de opiniones.

Al mismo tiempo, la estrategia informativa centrada en la celebración de una conferencia de prensa cinco días a la semana, la famosa mañanera, suscita una controversia aparte sobre el papel del presidente López Obrador como gran protagonista de la información.

El mandatario no sólo marca la agenda mediática sino que, a juicio de algunos periodistas, rebaja la calidad de la información con un discurso más cargado de ideología que de datos duros. Pero cuando medios que antes se conformaron con boletines de prensa y filtraciones desde el propio Gobierno se quieren estrenar en el periodismo de investigación, no sólo no consiguen presionar al Presidente sino que éste los confronta. A veces con extrema dureza verbal, como el viernes 1 de noviembre de 2019 cuando citando al prócer Gustavo Madero, hermano de don Francisco I., espetó a los reporteros que cubren la mañanera: “Están muy excitados. Le muerden la mano a quien les quitó el bozal”.

La industria mediática se enfrenta a la urgencia de reconstruir un mercado de anunciantes comerciales y una audiencia dispuesta a pagar por contenidos. Esas clientelas naturales en los medios de comunicación de cualquier sociedad de libre mercado, se perdieron por el interés de los medios tradicionales mexicanos en atender primordialmente las necesidades de difusión y legitimación del Gobierno en turno, su gran patrocinador.

No obstante que el poder político federal quiere establecer una nueva relación con la prensa, el Estado aún no ha resuelto situaciones tan graves como la inseguridad para ejercer el oficio y, especialmente, la impunidad con la que se mantienen los homicidios de periodistas ocurridos en los sexenios anteriores y lo que va de éste.

Tampoco se ha definido cuál es el papel de la prensa en relación con los partidos políticos de oposición, el poder económico, las iglesias, los sindicatos o cualquier otro poder fáctico. Mucho menos la relación de los periodistas con el propio poder mediático.

La falta de viabilidad mercantil obliga a los medios y a los periodistas a desarrollar nuevos esquemas de financiamiento, ya sea con el apoyo de fundaciones privadas, bajo los auspicios de las universidades o con fondos públicos para el desarrollo de proyectos de periodismo de investigación.

Y lo interesante es que cada una de estas posibilidades implican una serie de decisiones, cuya dimensión ética fue planteada en algún momento al Consultorio de Javier Darío Restrepo.

COMO EL CID CAMPEADOR

A lo largo de esta semana, iremos revisando algunas de las consultas que se le hicieron al maestro de la Fundación Gabo, varias de ellas hace más de una década, lo cual habla de la vigencia de los postulados éticos de Restrepo.

Las respuestas que dio siguen alumbrando zonas oscuras del ejercicio periodístico en un país como México, donde esta profesión se desarrolla en condiciones de precariedad laboral y escasa viabilidad para el desempeño liberal. Es común que, más allá del trabajo free lance, el periodista mexicano sea multi-chambas.

Obligados a buscar un nuevo modelo de negocio para el periodismo, los profesionales de Iberoamérica exploran modalidades de emprendimiento o las posibilidades de la filantropía que se han desarrollado en Europa o en América del Norte, buscando la independencia económica pero a riesgo de perder la autonomía editorial.

Son interesantes, asimismo, las respuestas que Restrepo da a consultas que tienen que ver con el papel de los periodistas como opositores a un régimen o, bien, como militantes del partido gobernante.

El Consultorio Ético sirvió también para desglosar conceptos que nos ayudan a formular una teoría del Periodismo, y a distinguir entre periodistas y algunos perfiles emergentes de la comunicación, como el influencer o el youtuber.

Finalmente, en uno de los países más inseguros para ejercer el periodismo, como es México, resultan por demás importantes los apuntes que hace Javier Darío Restrepo sobre el trabajo en situación de riesgo de reporteros, fotógrafos y editores de medios informativos.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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