FÁBRICA DE CHOCOLATES

Aunque muchos lo recibieron como un trabajo de periodismo colaborativo, ya que la investigación fue publicada sin pago económico también por Proceso, Aristegui Noticias, Notas sin Pauta, Eme Equis y Mega Noticias, los autores del reportaje fueron auspiciados por Connectas, Plataforma Periodística para las Américas.

No obstante, el reclamo del presidente de México se dirigió exclusivamente contra el semanario y la periodista. Según la nota de RegeneraciónMx del mismo lunes 29 de noviembre de 2021, luego que el reportaje ‘Sembrando vida y la fábrica de chocolates’ diera a conocer el fin de semana que los hijos mayores de Andrés Manuel López Obrador son beneficiados por los programas del gobierno a partir de un tercero, el mandatario criticó a Carmen Aristegui y a la revista:

“Hicieron toda una investigación mentirosa, sin fundamentos para buscar mancharnos con la máxima del hampa del periodismo, la calumnia cuando no mancha, tizna. No es cierto lo que están planteando”.

Y afirmó que “Proceso y Carmen Aristegui nunca han estado a favor de nuestro movimiento, ellos dicen que porque son independientes y yo sostengo que sí, son independientes, pero del pueblo. Nunca se han involucrado, nunca han hecho un periodismo a favor del pueblo”.

López Obrador dejó en claro, “porque luego hay confusión y se piensa que estos medios, pseudo objetivos, pseudo progresistas, pseudo independientes, tienen vinculación con nosotros”, que no: “ellos están haciendo su trabajo, pero no tenemos identificación, no hay simpatías con ellos”.

SEMBRANDO INQUINA:

Otras cabeceras nacionales se sumaron de inmediato a la denuncia contra José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán. El Financiero Bloomberg subió una cápsula (https://www.youtube.com/watch?v=TaKDKz9-BcA) sobre el “escándalo” de un programa que “busca apoyar a cientos de personas con la reforestación de millones de hectáreas”, y, sin embargo, tiene “otros beneficiados: los hijos mayores del presidente y el empresario Hugo Chávez Ayala”.

De acuerdo con la reseña de ese diario, los reporteros que firmaron la pieza, Tania Gómez y Sergio Rincón, aseguran que miles de hectáreas beneficiadas con Sembrando Vida en Tabasco son aprovechadas para el cultivo de cacao, para provecho de Chávez Ayala e, indirectamente, de los López Beltrán.

El escándalo se desprende del tono que usaron los medios que publicaron el reportaje, y muchos de los que simplemente lo citan, como El Financiero Bloomberg que recuerda cómo, en 2018, “poco antes de que el presidente tomara protesta, su hijo Andrés Manuel López Beltrán registró la marca Rocío [el nombre de su difunta madre, la primera esposa del hoy presidente, y], con ella empezaba una nueva etapa de su vida como empresario de chocolates Premium. Casi a la par, su padre Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de Sembrando Vida”.

El programa gubernamental establece que “las propias comunidades elegirían el cultivo que iban a trabajar. Por otro lado, Hugo Chávez Ayala ya tenía experiencia en la plantación y exportación de cacao. En 2017, su primera exportación de la semilla a Europa fue de 10 toneladas y tuvo un costo de 50 mil dólares”.

La investigación subraya que, en Tabasco, muchas de las plantaciones que se hicieron con Sembrando Vida fueron de cacao, “pese a que las comunidades estaban en desacuerdo”, y remarca que “este cacao que se cosechará estará en las manos en su mayoría de las empresas de Hugo Chávez Ayala, quien a su vez tiene una relación con la empresa Rocío Chocolate, exacto la misma de los hijos de AMLO”, sentencia El Financiero en una lectura por demás maliciosa del reportaje.

NO NOS MERECEMOS ESTO:

Después que, según El Universal, Julio Hernández López chocara con Pablo Gómez por la defensa que el presidente López Obrador hizo de sus hijos en una mañanera, el autor de Astillero publicó una columna en La Jornada donde fija su postura en contra de ese “reportaje extenso, pero, a juicio de este tecleador, mal presentado y sustentado”, el mismo reportaje que “llevó al presidente de México a subrayar sus diferencias con la revista Proceso y, de manera más marcada, con el trabajo profesional de Carmen Aristegui”.

La polémica con el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera ubicó a Julio Astillero del lado de los críticos de López Obrador, cuando el columnista sólo cuestionaba el uso de la tribuna presidencial para defender a sus hijos mayores, que ya son adultos. Hernández López escribió en su cuenta de Twitter:

“Si el presidente López Obrador ha dicho que no responderá más que por su hijo menor y por nadie más, ¿por qué hoy reacciona, explica y defiende un caso relacionado con personas mayores de edad que por sí mismas deberían actuar?, ¿por qué usar así la tribuna presidencial?”

A lo que Pablo Gómez respondió en esa misma red social:

“¡Qué pregunta de Astillero! Primero, porque le preguntaron; segundo, porque es un hecho sucedido cuando eran menores; tercero, porque involucra a quien fue su esposa. Qué pregunta tan boba, por si no fuera de plano tontamente malintencionada. ¡No nos merecemos esa prensa!”

El periodista no se quedó con el golpe, y replicó en el mismo hilo:

“Ojalá, Pablo Gómez, ante indicios de conflicto de interés no te muestres bobo, tonto y mal intencionado ni ‘exoneres’ de bote pronto. El tema no es de ‘cuando eran menores’ sino de su evolución patrimonial reciente, siendo mayores de edad. ¡No nos merecemos estos funcionarios!”

En otro comentario, Astillero le echaría en cara a Gómez que nadie le preguntó al presidente sobre el tema de sus hijos en la mañanera, que AMLO solo sacó a relucir la cuestión.

UN TRABAJO DE LA CIA:

En su canal de YouTube, Astillero Informa, Hernández López entrevistó a los autores del reportaje. Y los hizo reconocer que los señalamientos a los hijos del presidente resultan de una inferencia. Lo que llevó a Julio Astillero a ponderar el trabajo de Connectas en su columna del 30 de noviembre de 2021: ‘Inferir no es probar’.

Hernández López reconoce que el tema y el tratamiento periodístico del reportaje “generaron una intensa polémica, sobre todo en redes sociales”. Aunque ‘Sembrando Vida y la fábrica de chocolates’ () fue “publicado sin pago económico en otros seis medios”, en su página oficial “Connectas expresa agradecimientos (https://bit.ly/3p6AhHM) a la Fundación Nieman para el Periodismo en la Universidad de Harvard y, en este caso, a la fundación Knight; al Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés) y a la Fundación Nacional para la Democracia, financiada por el congreso de Estados Unidos y sustituta de la CIA en cuanto a la ‘promoción de la democracia’, con un enfoque original de ‘anticomunismo’”.

El reportaje, escribe el columnista, “aporta datos relativos a las relaciones entre un miembro de un consejo consultivo de Sembrando Vida, que ha asesorado a la Finca Rocío, herencia recibida por hijos del presidente de la República y actualmente productora de chocolate, en expansión”.

Tania Gómez “reconoció en entrevista en internet que no había vasos vinculantes o pruebas claras e ineludibles de que los hijos del presidente se estarían beneficiando de las operaciones mercantiles de Hugo Chávez Ayala, empresario del cacao y miembro de un consejo relacionado con la promoción de la siembra de ese producto”.

¿Pero, entonces, hay pruebas tajantes o sólo una inferencia de datos?, le preguntó Astillero. A lo que Gómez respondió: “Consideramos que es una inferencia. Dejamos ver ahí que todo está puesto para que se beneficie a la empresa de Hugo Chávez Ayala con la producción de Sembrando Vida que va a estar lista a partir de 2022 y hasta 2025… ponemos ahí los datos sobre la mesa”.

Rincón añadió: “Es un reportaje que abre la conversación, sobre todo porque la producción de cacao todavía no está… ()”.

INFERIR NO ES DEMOSTRAR:

A la manera de un editor, Julio Astillero somete el reportaje a un ejercicio de rigurosa corroboración: “Inferir, según el diccionario de la Real Academia Española, significa, en la acepción aplicable, ‘deducir algo o sacarlo como conclusión de otra cosa’”.

A juicio del columnista, “un material de esta índole hubiera merecido una edición a fondo, que rescatara algunos datos que sí tienen valor periodístico pero evitara sugerir lo que no se puede probar, es decir, la tajante relación de beneficios que significaría para Finca Rocío la actividad de Chávez Ayala (‘un agrónomo, amigo de mis hijos, que estuvo trabajando en el gobierno’, describió el propio Presidente), quien, según los datos publicados, habría vendido dos millones de semillas a técnicos de la empresa de los López Beltrán”.

Lo que el autor de Astillero cuestiona es que, “a la premura de la publicación de ese reportaje y ante la falta de rigor probatorio”, el presidente de la República haya respondido “secamente, señalando a Proceso y Aristegui como medios conservadores, ‘seudo objetivos, seudo progresistas, seudo independientes’, que no han hecho periodismo al servicio del pueblo”, siendo que, en otro tiempo, “López Obrador había asegurado que no asumiría responsabilidad por ningún acto de sus familiares, salvo su hijo menor de edad”.

En el caso de los López Beltrán, su padre de inmediato “aseguró que es mentira lo publicado y descalificó a los difusores”. Mas para Julio Astillero no está de más recordar y reivindicar lo que publicó él mismo en Twitter: “Hoy, como ayer, es de interés periodístico conocer y analizar la eventual evolución patrimonial de miembros de las familias en el poder. Ese es el punto en lo inmediato: saber si el antes inexistente éxito empresarial coincide con la estancia de familiares en el poder”.

HISTORIAS DE JUNIORS:

La expectativa del columnista de La Jornada podría ser hasta cierto punto injusta, porque el negocio de la chocolatera nació hace tres años como una posibilidad de desarrollo empresarial legítimo para los López Beltrán que, hasta entonces, se habían dedicado a las tareas políticas del padre: desde las campañas presidenciales a las tareas de partido, primero en el PRD y luego en Morena.

Por más que se ciñan a una ética empresarial y por más que hagan negocios con transparencia y legalidad, es innegable que mucha gente les facilitará el camino tan sólo por ser los hijos del presidente.

Aún están por evidenciarse las supuestas irregularidades en el manejo de Sembrando Vida y los beneficios que hipotéticamente Chocolates Rocío obtuvo del cultivo de cacao con apoyo de ese programa. Con todo, lejos están los López Beltrán de las conductas personales de los jóvenes De la Madrid, Salinas, Zedillo o Calderón, para no irnos tan lejos en la historia, y no hablar de los hijastros de Fox o de las hijastras de Peña Nieto.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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