La selección de candidatos locales de Morena y los otros partidos que integraron la Alianza Juntos Haremos Historia en Colima hace tres años fue una desgracia. Algunos indiscutiblemente fueron militantes probados y en el desempeño de sus labores, así lo han demostrado, mientras que otros se consagraron como enemigos del cuatroteísmo. No se les puede calificar exactamente como traidores porque ni habían militado ni habían simpatizado con Morena y al ser nominados ya tenían un guión que había sido escrito por alguien distinto al Movimiento, para muchos, por el Maquiavelo Región 4, mismo que han sabido seguir al pie de la letra, para responder con precisión a su amo, a la mano que les da de comer.
Me refiero a personajes de la calaña de Guillermo Toscano, cuyo papel ha sido consistido en dinamitar la representación cuatroteísta en el Congreso local, anulando la ventaja que ofrecía la amplia mayoría que se les había concedido en las urnas y de la cual, Toscano formaba parte, porque prefirieron ponerse al servicio de los de siempre, de los de la mafia del poder. En vez de apoyar la implantación de la 4T, apoyaron entonces la política del gobernador Peralta, quien además de mostrar oscuridad en las finanzas públicas, es parte del grupo de mandatarios estatales caprichosos que más férreamente y con menos argumentos se ha opuesto a las políticas del Presidente López Obrador.
No quisieron obedecer el mandato popular que les había sido entregado con el voto de los colimenses, mandato que resultaba muy claro para todos, excepto, al parecer, para ellos. Terminaron por creer su propia mentira, de que ganaron sus respectivas elecciones por méritos propios y no como en realidad fue, que las ganaron porque prometieron que apoyarían el cambio desde sus bancadas. El pueblo votó por Andrés Manuel, y no por esos mediocres desconocidos, con perfiles muy alejados de los necesarios para las labores que se les encomendaban.
Toscano y sus amigos no sólo se alejaron de la ruta que les fue marcada por sus electores, sino que continúan declarándose morenos y cuatroteístas cuando en realidad son todo lo contrario a lo que dicen ser. Les quedó muy grande el puesto, el Partido y el pueblo. Partido y pueblo a los que creen que continúan engañando, sin que logren su objetivo. Y además, estos personajes tratan de mostrarse como los morenos auténticos. Y así, quieren seguir y, de ser posible en posiciones donde puedan obtener mayores ganancias para sus bolsillos, mejores privilegios y además seguir enriqueciendo sus respectivas egotecas.
Sin embargo, creo que con un pequeño esfuerzo de congruencia, Morena no debe proponerlos a ningún puesto. Toscano, traidor a la causa que dice defender, desde hace varios meses ha colocado anuncios en un buen número de autobuses urbanos, dizque haciendo recomendaciones para que usemos el nasobuco y para defendernos de la pandemia. Este juntador de letras le pregunta ¿de dónde obtuvo los fondos para pagárselos? Y si SINTRA no se los cobra ¿a cambio de cuáles compromisos lo hace? Este juego de todos modos lo delata, porque si esa empresa no se los cobra, bien sabido es que tiene mucha cola que le pisen.
Morena tiene una amplísima lista de afiliados y simpatizantes cuyos nombres sería muy deseable que pudiéramos ver en las boletas y seguro estoy que serían gobernantes o representantes más que dignos. Se trata de personajes que tienen mucho que aportar y pudieran enriquecer el cuatroteísmo si se les ofrece la oportunidad de hacerlo. Lo peor para Toscano y los demás traidores es que en las condiciones actuales y con el conocimiento que ahora posee el pueblo respeto a sus traiciones e incapacidades probadas, ya no serán capaces de ganar otra elección.
López Obrador continuará ganando elecciones, pero con candidatos que garanticen que entienden su política y aseguren que la seguirán. No les podrá funcionar a todos sólo porque lo digan, aunque aparezcan junto al nombre de Morena. Hay un hartazgo contra lo que siempre hemos tenido, pero también hay un rechazo generalizado a los traidores y los que carecen de capacidad.
En la elección anterior Morena fue particularmente cruel con sus fundadores y militantes, pues a muy pocos quiso postular y no lo hizo por proponer a otros que resultaban mejores que los suyos, sino a favor de personajes como los que ahora nos ocupan. No es posible que no se haya aprendido esa lección. La obligación es proponer a los mejores cuadros, y es lo que esperamos que se haga.
Si a alguien no debe proponer, es a los traidores. No hay ser humano más despreciable que un traidor. Por eso es que Toscano, entre otros, genera tanto rechazo, tanto entre los morenos como para Juan Pueblito. Y si los nominan, al tiempo.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.