En México, como en su momento ocurrió en Bolivia, “el anarco-feminismo ha logrado deslegitimizar al movimiento feminista de clase media”, dijo Valeria Silva Guzmán quien aseguró, además, que esa vertiente tiene “financiamiento extranjero”.
Quien fuera diputada nacional del MAS (el partido de Evo Morales) y ahora es uno más de los refugiados bolivianos en nuestro país tras la embestida derechista que impuso en el suyo un gobierno de facto, participó en el foro ‘La agenda feminista en la 4T y América Latina’ junto a la senadora Citlalli Hernández, la diputada federal Rosa María Bayardo y la legisladora local Ana Karen Hernández.
En el evento celebrado el viernes 6 de marzo de 2020 en el Museo Xoloitzcuintle, Valeria Silva señaló que, curiosamente, ese movimiento anarquista que socavó al feminismo boliviano logró tomar las calles de La Paz pese a los logros en materia de igualdad para el acceso a la tierra, la educación y la participación política de las mujeres.
Las anarco-feministas “le echaban palo” a Evo Morales, alegando que no era un feminista convencido, pero no levantaron la voz para protestar contra el virtual golpe de Estado. Por supuesto, esas mismas “plataformas de financiamiento extranjero felicitaron a la mujer que es ahora la presidente de facto de Bolivia”, Jeanine Áñez.
PARIDAD BIOLOGICISTA
El foro se desarrolló en un auditorio con regular asistencia de mujeres, donde llegamos a estar en su mejor momento apenas una decena de varones, de los cuales más de la mitad pertenecían al grupo organizador.
Al ingreso repartieron pañuelos verdes y previo a las ponencias hubo teatro en atril, con la lectura del fragmento de una obra didáctica sobre la violencia contra las mujeres. Pese a la queja de las panelistas, nadie pudo hacer que le bajaran a la música con la que amenizan las clases de zumba impartidas cada tarde en las canchas de la Piedra Lisa.
Por la densidad de los conceptos, en esta primera entrega resumiremos la ponencia de la ex congresista boliviana y, en una segunda columna, reseñaremos lo que dijeron las parlamentarias de Morena.
Al final, tras escuchar una ronda de preguntas que acabaron siendo pequeñas ponencias cada una (el foro programado para las 18 horas, comenzó 30 minutos después y terminó después de las 9 de la noche), Valeria Silva matizó los logros del movimiento feminista en México:
Introducir la cuota de género a los órganos representativos y de gobierno, por ejemplo, no refiere al feminismo ni a la igualdad. “Si no la politizamos, se va a convertir en una cuota biologicista” pues hay mujeres en los congresos y en el gobierno que “reproducen la estructura patriarcal”.
En ese sentido, la tarea de las organizaciones políticas es crear conciencia. La problemática por la falta de perspectiva de género “no se corrige con una norma, es una tarea al interior del partido”. Tiene que ver con “la lógica de decisiones”, a quién se postula a un cargo de elección, y “con la posibilidad de exigir que esas estructuras de decisión partidista tengan formación en igualdad”.
“Lo que miro en Morena es que la mayoría de las mujeres con cargo visible no son feministas. Las feministas están en las bases o tras bambalinas”, señaló la activista boliviana.
VIOLENCIA VS LIBERACIÓN
En el MAS-IPSP (Movimiento al Socialismo-Instrumento Político de Soberanía de los Pueblos) fueron las mujeres del movimiento campesino quienes observaron que las mujeres del Poder Ejecutivo “casi siempre venían de lugares por fuera de la militancia”. Eran buenas burócratas o administrativas, pero no les importaba la base social, expuso Valeria Silva.
Si Morena tiene nueva conducción, la militancia tiene que exigir a sus autoridades legislativas y de gobierno que “participen en los espacios de formación. No pueden estar lejos de la militancia. En Bolivia lo estuvieron y, cuando intentaron acercarse a las bases, fue demasiado tarde porque el descontento avanzó. Todo movimiento triunfante, cuando es gobierno, “va bajando en popularidad porque el poder cansa”.
Silva Guzmán llamó a las feministas de Morena a entender que “los procesos de transformación material no traen consigo procesos de concientización”. Y admitió que “casi siempre los feminicidios están asociados con un esfuerzo de liberación por parte de las mujeres. Entre más nos liberamos, más cruda es la violencia”.
¿AMLO NO ES FEMINISTA?
Para Valeria, resaltar la participación política de las mujeres debe tener contenidos de liberación de los pobres y de las víctimas de los otros sistemas de opresión. Ya no basta con resaltar la paridad biologicista [mitad hombres y mitad mujeres].
Y en cuanto a la identificación de López Obrador con el movimiento feminista que tanto ha sido cuestionado por los medios, la ex parlamentaria recordó que Evo Morales no fue un presidente feminista pero entendía cómo funcionaban las estructuras de dominación y saqueo, así como las estructuras criminales. Evo “entendió que las desigualdades entre hombres y mujeres, son parte de un sistema de desigualdades”.
A las feministas, enfatizó, “nos van a cobrar en la calle que Andrés Manuel no sea feminista. Y no tiene que serlo, de lo que se trata es que acompañe la lucha. Entendámoslo como un hombre de su tiempo”.
Insistió en que las transformaciones feministas sólo se dan en el marco de transformaciones sociales más profundas, con las cuales se reviertan las condiciones históricas que generaron la desigualdad.
“Escrachar a López Obrador porque no es un teórico del feminismo, es atentar contra la transformación”, dijo en referencia al ‘escrache’, esas manifestaciones para golpear a una persona haciéndola ver mal ante los demás. “Peña Nieto no era feminista y, sin embargo, nos heredó la paridad en el Congreso de la Unión”.
ANTIPATRIARCALISMO
Valeria Silva reconoce que su estancia en México no es voluntaria, “pero la causas justas no tienen fronteras. Y no nos queda más que ponernos al servicio de estas, porque las desigualdad y la injusticia tampoco tienen fronteras”.
MAS, la fuerza por la que fue diputada nacional, “no es un partido tradicional sino que respondió al nuevo contexto político que se estableció en Bolivia cuando los viejos partidos entraron en crisis.
“También en México se vive una crisis de los partidos. Incluso en Colima se ha sentido la crisis en Morena, que se ve en los medios y se vive hasta en pugnas institucionales.
“Presiento que Morena –dijo entendiendo que estaba en un espacio partidario– comparte con el Movimiento al Socialismo la necesidad de reactivar un sistema de partidos que representaban al sistema liberal y que buscaban llevarse los beneficios hacia pocas manos”.
El MAS-IPSP tienen un sector femenil que se organiza en términos de igualdad, feminismo y despatriarcalización. Pero lo cierto es que las estructuras politico-partidarias en las que militan las mujeres de izquierda, no han conseguido actualizarse en los debates progresistas atravesados por la economía y la política.
“En Bolivia, las mujeres nos organizamos en términos de despatriarcalización porque los grupos campesinos y sindicalistas estaban en contra del feminismo que, asumían, era financiado con propósitos antisoberanistas.
“Las mujeres que siembran coca no se pueden definir feministas cuando las persigue la DEA. Ellas estaban más preocupadas por defender la soberanía nacional”.
ALIARSE CON LOS HOMBRES
La derecha quiere obviar que la conmemoración del 8 de marzo tiene un origen bolchevique (al igual que el 1º de mayo y por eso no lo celebran en Estados Unidos). Se estableció el día internacional para protestar contra una serie de masacres a mujeres en distintas latitudes.
Sin embargo, ahora las luchas por la igualdad entre hombres y mujeres son los pulmones de la discusión política, les permiten respirar a las viejas estructuras políticas. Aun cuando las feministas de Morena sí están luchando contra los feminicidios y la violencia contra las mujeres.
En todo caso, la pregunta es si las mujeres de Morena se habrían organizado si López Obrador no hubiera enunciado su decálogo y no se hubieran cometido recientemente feminicidios tan espeluznantes.
“Si las mujeres se organizan en masa, la estructura de Morena va a cambiar. Apuesto por la organización pero mi recomendación es que asuman que la dirigencia de Morena es popular y ha tenido una formación tradicional. De la misma manera, el feminismo como bandera no va a agrupar a las mujeres desde bajo. En cambio, temas como el derecho a la vivienda y la alimentación o la lucha contra el dominio patriarcal, sí”.
Para Valeria Silva, el feminismo requiere de aliados: los hombres. “Me hubiera gustado que hubiera presentes más cuadros masculinos en el foro. Quizá les dio miedo que les gritaran: ¡fuera! Necesitamos hombres que pueden romper el cerco que nos han puesto las estructuras políticas patriarcales”.
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