Ocho gobernadores opositores donde el de Colima anda haciendo roncha, llevan ya varias reuniones tratando de ablandar al gobierno federal para que les autorice el endeudamiento o destine más recursos dizque para combatir el Covid-19 y/o incentivar el reinicio de la economía. No aprenden y no entienden el nuevo lenguaje de la gobernabilidad democrática, donde la rendición de cuentas, la toma de medidas administrativas y financieras es orientada con profunda responsabilidad por el gobierno federal.
Volando en exclusivos jets privados o rentados, esta pandilla de elite gobernante, donde el gobernador de Colma se encuentra también enconchado, viajan como celebridades del jet set, a costa del dinero del pueblo de sus respectivas entidades, donde son rechazados, pues no tienen la base social que tiene el presidente hasta en el más distante confín de los estados.
¿Qué piden, para qué se reúnen? Para armar estrategias de endeudamiento, para pedir recursos a la Federación con el chantaje de que quieren manga ancha financiera para atender el covid-19 que, como es sabido, es el gobierno federal el que ha montado un fortalecimiento de la infraestructura hospitalaria y es vanguardia en la dotación, por ejemplo, de ventiladores, necesarios y que esta pandilla de gobernadores, entre ellos el de Colima y el de Jalisco, no han podido resolver.
Piden también estos ingenuos angelitos, que se descabece el gobierno federal, qué barbaridad. Porque eso es lo que quieren cuando solicitan que el gobierno federal suspenda las grandes obras emblemáticas y puntuales del próximo desarrollo de México, como son las refinerías, el tren Maya y que se vuelva a autorizar la corrupción con las energías renovables donde algunos de estos gobernadores llevan mochada.
Más les valiera que se pongan a trabajar en sus entidades y que lo hagan bien, aplicando medidas de austeridad y de ahorro financiero, suprimiendo los excesivos gastos de Comunicación Social, reduciendo los sueldos de magnates de sus gabinetes y fortaleciendo el ahorro en el gasto corriente.
Porque estos angelitos, es decir los 8 gobernadores coaligados y que imploran lastimosamente que los reciba el presidente; son capaces de agarrar fiado hasta el tren, si la Pacific Rail Road Company se los ofrece, endeudando irresponsablemente más a sus entidades, donde mal gobiernan.
Yo, fiado, agarro hasta el tren -decía una paisana- ante los aboneros que llegaban hasta su vivienda a ofrecer mercancía. Así estos gobernadores que no aprenden el mensaje presidencial y quieren más de 6 mil millones el de Tamaulipas, casi lo mismo el de Jalisco y Nacho 750 millones. ¡Qué irresponsabilidad!
Pero, afortunadamente, hay un historial fresco de los préstamos que los gobiernos de los estados, en el pasado inmediato, han solicitado, y en qué nulidad lo han aplicado y con qué orientación electorera lo han hecho. Y sobre este punto correrán noticias muy pronto, evidenciando a quienes utilizaron deuda pública para uso electoral.
El pueblo colimense lo sabe muy bien -pues lo viene padeciendo- que la deuda pública lo que menos ha hecho es cubrir gastos del propio desarrollo social y productivo. Quién sabe en dónde están los miles de millones que se solicitaron por los gobernadores de Colima en 18 años. Se fueron al fondo del barril de la corrupción y los onerosos cargos de esa deuda los cubre el pueblo colimense.
Por eso, resulta inaudito que se le haya prendido la cabecita al gobernador ausente para solicitar un préstamo de tres cuartas partes de los mil millones para quién sabe qué maldita cosa, pues no queda claro que se vayan a utilizar para ese armatoste horrible del C5 con que se tapa el atardecer en el horizonte colimense, que es el edificio de la glorieta del antiguo DIF donde se asienta.
Afortunadamente -esperamos que se sostengan y no se ablanden con cañonazos millonarios o por protección oficial frente a delicados temas- el bloque parlamentario de MORENA y PT, han expresado su público posicionamiento de ir en alianza legislativa en este punto para rechazar la solicitud de contraer más deuda pública que pretende el gobernador del estado.
Y la verdad es que el tal préstamo no tiene ninguna justificación sólida ni confiable, pues nadie se cree el cuento de que 500 millones irán a parar a la obra del C5 que, incluso, tiene que discutirse hasta su propia viabilidad, quizás buscando darle otro uso, pues el fracaso de la seguridad pública en el estado es más que evidente.
Ese armatoste, el C5, está, ante los resultados de la nula capacidad de la seguridad pública, por demás. Me explico: el crimen organizado que dice el gobernador del estado “administra a Colima”, su combate, lo que requiere es la aplicación de medidas de inteligencia financiera, que vayan al origen que sostiene al hampa, que es el dinero, como bien lo hace el gobierno federal y se comprueba ello con la aplicación de la operación “agave azul”, que intervino millonarias cuentas en dólares de la mafia regional.
¿Es necesario, como garante de la seguridad pública, un armatoste como el C5 que requiere cinco centenas de millones de pesos más? En mi opinión, no, porque el paradigma de seguridad pública, incluso, debe discutirse en términos de valoración si son indispensables esos “fuertes”, esas guarniciones o cuarteles policiales, frente a un avance de la inseguridad pública.
Quizás debemos empezar a discutir la creación de nuevos y novedoso enfoques de intervención policial frente al crimen, fortaleciendo la investigación fiscal y financiera, y conformando estructuras o consejos ciudadanos. No es novedoso este esquema, ya se aplica y está teniendo auge en otras latitudes, por ejemplo en los Estados Unidos, donde a raíz de las protestas raciales por la violencia policial, algunos gobernadores progresistas están viendo la abolición de las policías en sus comunidades, asumiéndolas con consejos ciudadanos.
La solicitud de préstamo del gobernador Ignacio Peralta no tiene buena prensa, ni ha causado expectación positiva en los sectores de la iniciativa privada; no tiene el respaldo de hechos positivos en el campo de la seguridad. El asesinato de 7 policías dispuestos o enviados a la muerte por el gobierno de Nacho Peralta; el violento asesinato de un juez federal y su consorte, ante la nulidad de la protección policial estatal; así lo confirman. No pasará el endeudamiento.
PUNTO Y RAYA
Prensa especulativa y AOG
Me llamó la atención que varios medios hicieran resonancia sobre un posible cambio en la Secretaría General de Gobierno donde despacha el político de trayectoria más prolongada del grupo en el poder, es decir, Arnoldo Ochoa González, quien habría sido invitado por el dirigente nacional de los pocos restos que quedan de su partido el PRI, en su visita a Colima para darle posesión al nuevo dirigente estatal, el arrendador de caballos y junior de ese cacicazgo político que hoy se mantiene en el control del poder estatal que hace aguas y no haya ni atina el rumbo de gobernar.
Arnoldo Ochoa es sobreviviente, incluso, del cisma porril que ocurrió a partir de que Fernando Moreno Peña fue el hijo político del desaparecido Humberto Silva Ochoa para dejarle la rectoría y luego tomar por asalto el gobierno del estado. Se recuerda como el clan porril de Moreno Peña se dejó ir con todo contra Arnoldo Ochoa, que estuvo un rato agazapado recluido en un cuarto de la CROC estatal, que dirigía Antonio Gutiérrez Espinosa; para después emigrar hacia la ciudad de México a hacer allá su lucha, en donde gozaba de relaciones con la nomenclatura priista cuando era miembro del original Grupo Universidad. Desde allá operaba para este grupo que pronto será depuesto del control de la política local, ante el ya en puerta triunfo contundente de MORENA.
O de verdad le ofrecieron una secretaría adjunta, o está buscando una salida política frente a los hechos durísimos de la corrupción pública colimense en la seguridad pública. Pero esa especie no se ha aclarado, quizás porque los que maniobran como títere a Nacho Peralta, no le tomen la palabra al dirigente nacional de su partido, porque sería algo así como el inicio del desplumadero de esa granja, donde AOG, es parte del cuarteto que manda ahí, con la triada de Moreno Peña, Héctor Sánchez y el propio Nacho.
¡Hasta la próxima!