En la sanción que la Secretaría de la Función Pública le impuso a la revista Nexos (dos años de inhabilitación para recibir publicidad oficial o imprimir libros a través de su filial Cal y Arena, y una multa por cerca de un millón de pesos), ¿hay un uso faccioso de las instituciones públicas?, pregunta Leo Zuckerman.
En todo caso, cuestiona el conductor en Foro TV de Es la Hora de Opinar del 25 de agosto de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=n0bwwxd2uec), ¿dónde queda la libertad de expresión en este país?
A la mesa de debate fueron invitados los académicos del CIDE Paula Sofía Vázquez y Carlos Bravo Regidor y, de la UNAM, Gibrán Ramírez, los tres con presencia constante en los medios.
Para Paula Sofía Vázquez “sí hay un uso faccioso de la institución. No sólo en este caso sino en muchos otros la secretaria de la Función Pública ha sido parcial, especialmente si se trata de su familia, y muy poco institucional en la comunicación que hace”, dice la abogada en referencia a los tuits de Irma Eréndira Sandoval.
“Más que pensar en un ataque coordinado desde la Presidencia de la República, por las propias respuestas que dio la secretaria en público, por cómo apoyó la sanción o por quiénes fueron las personas que salieron a atacar a Nexos y aplaudir este tipo de decisiones, parece un tema personal con la revista.
Y equipara “este uso faccioso” con la censura indirecta que existía hace muchos años a través de la venta de papel controlada por el gobierno. Los editores no podían comprar rollos en el mercado y la paraestatal Pipsa no vendía papel sin permiso de Gobernación.
Hay censura indirecta también cuando se impide la viabilidad económica de una publicación. Al evidenciar el manejo discrecional de la publicidad oficial, la secretaria Sandoval dijo “con mucho desdén” que los amantes del Estado mínimo aprendan a vivir sin publicidad oficial. “Pero esa no es la respuesta”.
Advierte Vázquez que “si tenemos una deuda con la regulación de la publicidad oficial, es por exceso. Efectivamente hubo muchos temas de corrupción, y no pasan por una página de 74 mil pesos” como la que le pagó el IMSS a Nexos. Si esa es la verdadera preocupación del régimen, “ahí está el Congreso donde tienen una regulación de publicidad oficial pendiente desde hace mucho. Pero esta sanción no es la vía”.
SE ACABÓ EL SUBSIDIO
Zuckerman, quien había prometido no participar en el debate por el obvio conflicto de interés que supone ser miembro del comité editorial de Nexos, apunta como moderador que ‘la revista lleva prácticamente dos años [lo que va de la 4T] sin recibir ni un quinto de publicidad oficial y ahí sigue haciendo su labor, tanto en la versión impresa como en internet’.
Gibrán Ramírez acota que quizá eso es lo que está saliendo a relucir ahora: “el reflejo de ese sentimiento de agravio en quienes hacen la revista, precisamente por no haber recibido publicidad oficial”. Y precisa que el procedimiento de sanción “surgió del órgano interno de control del IMSS y siguió todos los pasos correspondientes”.
En cuanto a la viabilidad financiera, no vale interpretar la sanción como una mala señal, como un mensaje de que Nexos no es bien vista por el gobierno. Lo que importa es que sea bien vista por los lectores, a quienes luego les da por comprar revistas ignoradas por los gobiernos. “A Proceso la hemos mantenido sus lectores por mucho tiempo”, ejemplifica.
Es verdad, apunta Zuckerman, aunque el semanario ha recibido a lo largo de la historia mucha publicidad oficial, y la sigue recibiendo.
“Sin embargo, por momentos le han cerrado la llave absolutamente –continúa Gibrán–, como sucedió en el sexenio de Felipe Calderón con la intención de restarle viabilidad financiera. Se trata de una práctica común, mas no por eso correcta” (Recordemos que para justificar el boicot publicitario a Proceso, López Portillo acuñó la frase: ‘No pago para que me peguen’).
La sanción de la SFP “nada tiene que ver con la libertad de expresión en México. No es un mensaje a los periodistas, pero sí a la élite cultural que se ha beneficiado con las decenas de millones que cada año se destinaron a mantener aparatos ideológicos como Nexos y Letras Libres”.
“No es un mensaje para el periodista local que se las ve duras reporteando en una ciudad pequeña o mediana, y se juega la vida en cada nota. El mensaje para esos dos grupos de la élite cultural es: se acabó el financiamiento público para emprender proyectos de empresas privadas.
“Si estas revistas se enriquecieron al generar una producción intelectual muy interesante en algunos momentos, es porque los capitanes del neoliberalismo decidieron darles abundantes recursos para esa labor. Cesar eso ahora, es perfectamente legítimo.
“Claro, tomar decisiones arbitrarias no es la mejor manera. Debería haber criterios de financiamiento a revistas culturales, pero no mediante publicidad oficial. Lo que había antes era un subsidio. Estoy de acuerdo con los subsidios, pero con reglas claras. Y hacia allá deberíamos transitar”.
“No estoy de acuerdo con la forma en la que tanto Nexos como el gobierno de la república han transitado este tema”. Los primeros exageran en su posición de agraviados, sugiere Gibrán Ramírez: “Hampa periodística, como citó el presidente, es una frase de Enrique Krauze en su ensayo ‘Por una democracia sin adjetivos’, y López Obrador la recuperó de una manera muy similar a como se utilizó en el texto”.
En conclusión, sí hay una disputa política, pero también es cierto que se da aplicando la ley. Y sería una mejor vía que se diera mediante una reforma a las leyes que tenemos.
EFECTO DE CONGELAMIENTO
Carlos Bravo Regidor quiere “rescatar el lenguaje, tanto de la secretaria Sandoval como de otro funcionario de la SFP, Jesús Robles Maloof. Ambos se han dedicado a litigar el caso en la opinión pública, utilizando términos como ‘transas’, ‘secuaces’ y ‘enriquecimiento’ para referirse a un medio de comunicación crítico y a propósito de un asunto que ya estaba saldado administrativamente. Es una decisión arbitraria y teledirigida contra una publicación en particular”.
“Con respecto a la publicidad oficial, el Gobierno tiene un margen de discrecionalidad para decidir en qué medios gasta y en cuáles no. Desde el principio de este gobierno, la revista Nexos no ha recibido un solo peso.
“Está pendiente, fue una promesa de campaña, hacer una nueva ley de publicidad oficial precisamente para evitar la arbitrariedad y la discrecionalidad en estas decisiones. Pero el gobierno, pese a tener mayorías en el Congreso, no ha impulsado esa ley y ha terminado incurriendo como otros gobiernos en la discresionalidad, aprovechando el margen de indeterminación legal para usar la publicidad oficial como la utilizaron gobiernos anteriores.
“Hay que entender, por lo demás, cómo funciona el modelo de negocio de cualquier publicación en México. No hay una sola que viva exclusivamente de sus lectores, es decir, que tenga más ingresos por la venta de ejemplares o suscripciones y de publicidad comercial. Esto no es una anomalía, así ocurre con todas los impresos.
“Y también hay que entender el gigantesco menú de alternativas que existen para tratar de inhibir la libertad de expresión. No tienen que clausurar las oficinas o destruir la imprenta de Nexos, para provocar lo que en la literatura sobre libertad de expresión se conoce como un efecto de congelamiento.
“El debate entre el gobierno y Nexos sirve para enviar una señal. A pesar de que la disputa se cierre a los dos actores, por un lado Nexos y por otro la secretaria de la Función Pública, la discución es algo que escucha la gente, los lectores y especialmente los anunciantes. La escuchan otros secretarios de Estado y directivos de organismos públicos, líderes sindicales, etcétera, que desde luego toman nota.
“¿Qué puede hacer un medio que sigue recibiendo publicidad oficial cuando ve un caso como éste? ¿Cómo evitar pensar que si te pones tan crítico como Nexos, también puedes volverte sujeto de una sanción producto del uso faccioso de las instituciones?
“Estamos ante un ejemplo de intimidación y amedrentamiento. Pero, dentro de todo, veo una nota positiva en la reacción social que ha suscitado el caso. Se ha visto una tremenda solidaridad con la publicación, denuncias reprobatorias incluso de gente como Gibrán Ramírez que dice que esta no es la manera de dirimir una diferencia política”.
“La reacción social es prometedora y halagüeña, no sólo frente a un intento que claramente está más allá de las atribuciones de la Secretaría, sino de lo que deberíamos tolerar en términos de cómo se relaciona el poder público con la prensa”, concluye Carlos Bravo Regidor.
FALSIFICÓ, CORRIGIÓ Y LO MULTARON
Antes de la última ronda, Leo Zuckerman precisa que Nexos ha sido crítica de este gobierno pero también lo fue con gobiernos anteriores.
Para Paula Sofía Vázquez, tendrán la última palabra los tribunales, ahí se va a dirimir la cuestión. Y con ello otra vez se abrirá un frente innecesario entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, pues los órganos jurisdiccionales van a terminar dejando sin efectos una decisión gubernamental que pudo representar un avance en la agenda anticorrupción.
“Esta disputa no abona a los propósitos de la revista ni del gobierno; no abona a la lucha anticorrupción y, mucho menos, a la comunicación pública. No todos los días se emiten boletines respecto a quién inhabilitaron. Esto se debió dirimir en otra cancha. Y ojalá no sea el inicio de una serie de ataques coordinados contra la prensa. Porque perderíamos muchos de los que hemos sido parte del espacio de Nexos, sino de otros lugares donde se puede ser crítico de este gobierno y de todos los anteriores”, cierra Paula Sofía Vázquez.
Para Gibrán Ramírez, “la falsificación de documentos de cuotas patronales al infonavit no es un pretexto: es causa de una multa y una sanción. Todo aquello que no sea financiamiento a raudales, le parece a cierta parte de la élite intelectual un ataque a la libertad de expresión. ‘Si no me dan millones, atacan mi libertad de expresión’. Para superar esa discrecionalidad, tenemos que pasar a un sistema de subsidios públicos para medios, con claridad en las reglas y que promueva la pluralidad y la confrontación de ideas”.
Carlos Bravo Regidor insiste en que “la falsificación está todavía por demostrarse. La autoridad no ha probado ni demostrado que el documento es falso. No se vale aventar la piedra y esconder la mano. Nos corresponde exigir claridad, evidencias y, sobre todo, que las autoridades se conduzcan con legalidad. El uso faccioso político-partidista de una institución como la Secretaría de la Función Pública debe hacer sonar las alarmas”.
A propósito del documento, en el programa Zuckerman alegó que Nexos presentó el comprobante de pago de las cuotas del Infonavit, pero obvia decir que, para el órgano de control interno del IMSS, este procedimiento conciliador no exime a la empresa de responsabilidades por haber presentado hace dos años documentación apócrifa, situación que fue confirmada por la SFP a través de su resolución del 17 de agosto de 2020.
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