HISTÓRICO SPACE DE TWITTER

Por la noche del mismo viernes 11 de febrero de 2022 que el presidente López Obrador dio a conocer los ingresos de Carlos Loret de Mola, la cuenta de Twitter ‘Sociedad civil’ organizó un Space en apoyo del periodista.

A la sala de audio en tiempo real que se extendió durante más de cuatro horas hasta pasada la medianoche, se conectaron más de 64 mil tuiteros. Según los convocantes, se rompió la marca internacional en Space con 1.28 millones de tweets desplegados, lo que convirtió a #TodosSomosLoret en número uno en tendencia nacional de Twiter.

Al decir de Andrés Manuel López Obrador, quien habló del asunto el miércoles 16, muchas de las cuentas que participaron eran bots. El presidente denunció el “ciberacarreo” y declaró que le daba “vergüenza el apoyo” a Loret de Mola.

Entre los oyentes reconocibles había políticos, periodistas y famosos. Como oradores participaron los periodistas Raymundo Riva Palacio y Denise Dresser, las senadoras Margarita Zavala y Lilly Tellez, el empresario Alejandro Martí y el exrector de la UNAM José Narro Robles. También El Buki, los actores Héctor Suárez Gomís y Anette Michel, los conductores Martha Debayle y Mauricio Barcelata, el influencer Paco de Miguel y famosos como Celia Lora. Todos se solidarizaron con Loret y celebraron la realización del inédito mitin.

Un perfil de Twiiter puede activar un Space si tiene al menos 600 seguidores. Cualquiera con una cuenta puede unirse, escuchar y hablar, mas por falta de acceso algunos se conectaron por Zoom. Aunque es un espacio público, para ser oyente se requiere una invitación por mensaje directo o por un enlace compartido. Trece personas pueden conversar simultáneamente, pero sólo los administradores les pueden abir el micrófono.

ATTOLINI, AGUAFIESTAS

Fue una fiesta de cuates, como se observa en el segmento de poco más de una hora que subieron al canal de YouTube Matemáticas con El Profe Oliver (https://www.youtube.com/watch?v=8eNjYWsnMsE) para registrar, de primera intención, el diálogo entre los organizadores y Antonio Attolini.

Vocero de la campaña presidencial de López Obrador en 2018, el politólogo no pudo siquiera razonar en voz alta el actuar del mandatario. Fue interrumpido y vapuleado por la sala.

Aceptando sin conceder que se trate de un acción ilegal, decía Attolini, es de interés público que el presidente revele, ciertamente en un acto de autoridad, los ingresos de un ciudadano con notoriedad pública como puede ser un periodista. De hecho, en Estados Unidos nadie se extrañaría si la opinión pública exigiera saber por qué un periodista cobra un sueldo millonario.

Para Attolini, la discusión no es legal sino política. El presidente está confrontando la narrativa pública que Carlos Loret presentó sobre la relación de Carolyn Adams y José Ramón López Beltrán con la empresa Baker Hughes. Al señalamiento de un supuesto conflicto de interés, respondió el presidente con varias preguntas: una de ellas sobre los pagos que le sigue haciendo Televisa a Loret cuando, oficialmente, ya no trabaja en esa empresa.

No pudo avanzar en esa línea. Los anfitriones consideraron que un asunto de interés público no se equipara a la “verdadera arbitrariedad”, a la “violación a todo tipo de derechos” que cometió el presidente al exponer los ingresos de Loret. Y, de repente, la conexión con Attolini se perdió.

CONTRA EL SOCIALISMO

Esos mismos convocantes del Space no escondieron su entusiasmo al presentar a la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, coautora del libro El engaño populista: por qué se arruinan nuestros países y cómo rescatarlos (2016).

Una “narcodictadura petrolizada” como es la del populista Nicolás Maduro en Venezuela que busca implantar “el socialismo del siglo XXI”, es enemiga de la libertad de expresión y los latinoamericanos no merecemos eso. Tampoco derechas mediocres que quieren mercados para sí mismas. No queremos mesías de un lado ni del otro, queremos ser ciudadanos que con puro trabajo y honestidad le perdamos el miedo a la libertad, dijo Álvarez.

Celebró esta hostilidad que se está viendo en las redes sociales contra el presidente mexicano, “desde que se empezaron a destapar” los escándalos relacionados con su hijo. Y consideró “de aplaudir” lo que están haciendo los mexicanos y todos los latinoamericanos que se han unido, porque demuestra el poder de las personas.

Álvarez se mofó de cómo el mismo Attolini, quien al arranque del sexenio defendía “la pristinidad incorruptible de la Cuarta Transformación, ahora reconoce sus fallos, aunque sea a escondidas”. Por eso, al despedirla con la promesa de invitarla a un Space especial con ella, los anfitriones advirtieron que en esa mesa no estaría Antonio, con quien la “activista libertaria” ha sostenido acalorados debates en programas como La Corneta de Eduardo Videgaray y El Estaca, porque “lo golpeas muy feo”.

Como Álvarez, el motivador profesional Daniel Habif también enmarcó la defensa de Loret en la lucha contra el avance del comunismo en América Latina.

AMLO ES UN MAL EJEMPLO

A pesar de la evidente parcialidad, el periodista Leonardo Kourchenko calificó el mitin digital como un “profundo y apasionado debate por la libertad de expresión en nuestros países”. Consideró “ocioso y absurdo distraer la discusión hacia el tema del interés público en los ingresos de un comunicador, porque el punto es que el presidente violó la ley, atropelló la Constitución para golpear a un periodista en pleno y legítimo ejercicio de su trabajo”.

Para Kourchenko, el debate de fondo debe ser “el uso del poder público, desde el enorme pedestal presidencial, para desacreditar y deslegitimar a un comunicador profesional que está haciendo su trabajo”. Si bien, reconoció que en Estados Unidos cuando una cadena ficha a un talento “el contrato se hace público”.

“Cuánto gana un comunicador, no es el discurso, sino la libertad de expresión y el uso del poder público para acallar, pisotear y amedrentar a un periodista.” Lo más grave de comparar, “con su estilo maniqueo y tramposo”, lo que gana Loret con lo que gana López Obrador, es que está siendo replicado en varias entidades de la república por “estos mequetrefes” gobernadores que pretenden parecerse al presidente.

Por ejemplo, en Veracruz, Cuitláhuac García insultó y denigró “a una compañera reportera porque le hizo una pregunta que le resultó incómoda al señor gobernador”. Y aunque no se acordó de Javier Duarte, quien se presume mandó asesinar al fotoperiodista Rubén Espinosa pese a haberse refugiado en la Ciudad de México, Kourchenko dijo que García “está destruyendo el estado”, “persiguiendo a periodistas y encarcelando a comunicadores”, porque sigue el estilo de un presidente de la república para quien “eso se puede hacer y es válido”.

Kourchenko advirtió que la libertad de expresión en México está en riesgo con todos esos “periodistas amenazados y hostigados desde el poder”. Y que nuestra democracia, como asentó The Economist recientemente, sufrió un retoceso con el triunfo de Morena. Ya somos un régimen híbrido vergonzoso, y tenemos que defender a organismos autónomos como el INE.

LORET, ¿MODELO A SEGUIR?

La periodista Leticia Robles de la Rosa se había conectado sólo para escuchar, pero los anfitriones la invitaron a hablar:

En todo el mundo, dijo, al poder nunca le gusta el trabajo de los periodistas. Pero en estos momentos en México “el acoso está llegando a niveles no vistos”, al descalificar públicamente a la persona, más allá del trabajo informativo, como si al descalificar al mensajero descalificaran la investigación.

Recalcó que, si bien como estudiante fue a marchas, ahora como profesional del periodismo trata de hacer su trabajo “apegada siempre a los cánones éticos y a la técnica del periodismo”, mostrando hechos, dando la información que “le importa a la gente”, sin “militar ni ser parte” de las causas.

Por su parte, Sandra Romandía, formadora de equipos de periodismo de investigación en la revista MX de El Universal y confesa admiradora del trabajo de Carlos Loret, habló sobre los riesgos de los reporteros que investigan al narcotráfico.

Alertó que la puesta en escena de la inquisición mañanera “puede marcar a toda una generación de periodistas jóvenes”, quienes al ver este abuso de poder y que su trabajo puede ser castigado “metiéndose en su vida personal”, decidan no hacer periodismo de investigación.

LA GRAN OPORTUNIDAD

El expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, hizo por Zoom dos reflexiones:

La primera, no caer en la trampa del presidente que confunde al mensaje con el mensajero. Si bien “debemos defender al mensajero”, Carlos Loret, lo importante es exigir que el mensaje sea aclarado. ¿Hay o no un conflicto de interés?, preguntó.

No obstante que algunos accionistas de Baker Hughes exigieron una investigación interna, ni el presidente, el gobierno o la empresa contratista de Pemex han mostrado públicamente el contrato de arrendamiento de la casa en Houston ni las transferencias bancarias.

La segunda reflexión es sobre la importancia de defender a los mensajeros: a Loret y, en general, al periodismo de investigación. Es interés de todos los mexicanos corroborar si este gobierno, como otros gobiernos en el pasado, cumple con la ley y es transparente, dijo Ugalde.

Llamó a hacer de esta convocatoria de la sociedad civil un ejercicio semanal o mensual, para aprovechar como una oportunidad el entusiasmo e indignación que se vio en esta conversación pública. Y calificó como “un gran error” de López Obrador exhibir a Loret, porque la presidencia “se ha fragmentado y se ha dinamitado internamente”. Esta es, pues, “la oportunidad para redoblar esfuerzos de investigación por parte del periodismo y por parte de las comunidades en redes sociales”.

EL TEMA NO ES LORET

También Carlos Bravo Regidor relacionó la exhibición de los ingresos de Loret de Mola con la violencia contra periodistas, tema que, según dijo, está encendiendo la indignación social.

Reconoció que frente a la impunidad en la inmensa mayoría de agresiones contra periodistas en México, el caso de Loret es especial. Es un periodista “muy visible, connotado y activo”, cuya “investigación en torno a la casa del hijo del presidente ha sido un golpazo para el gobierno”. [Curiosamente, como Robles de la Rosa y Ugalde, Bravo Regidor olvidó que la investigación no la hizo Loret sino otros reporteros por encargo de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad; Loret la difundió y editorializó en LatinUs].

Qué bueno que la sociedad civil está reaccionando frente a la represalia contra Loret, celebró el analista, porque cuando son agredidos periodistas no tan visibles ni tan importantes pero que “están haciendo su trabajo a nivel local”, no reacciona igual. La inmensa mayoría de los periodistas que sufren violencia en México no son como Loret, son soldados rasos. Y los riesgos que corren “representan a su manera una amenaza contra la libertad de expresión, como lo representa también el caso de Loret.

Para Bravo Regidor, siguen matando periodistas en México porque sale muy barato, porque hay muchísima impunidad y porque la sociedad mexicana no logra generarle costos a las autoridades municipales, estatales o federales cuando matan a un periodista.

Sin embargo, gracias a Loret la libertad de expresión y las agresiones a periodistas ya no son exclusivamente un tema de periodistas. Están en juego todos los derechos ciudadanos: la libertad de expresión, el derecho a saber y la libertad de prensa, entre ellos. Al matar a una periodista como Lourdes Maldonado, no mandan una señal a la redacción en la que trabajaba, sino que el destinatario final de las agresiones es la sociedad, sentenció el profesor asociado y coordinador de investigación en el programa de Periodismo del CIDE.

Y respecto al surgimiento de un movimiento #NoTodosSomos Loret, Bravo Regidor dijo que no se trata de estar con él, sino de no aceptar las agresiones a periodistas, la impunidad ni el abuso de poder. Si queremos que México siga siendo una democracia, tenemos que encontrar una manera de dialogar si, en verdad, el presidente abusó de su poder al ejercer una represalia contra un periodista. Incluso las personas que detestan a Loret, tendrían que reconocer que el presidente cruzó una línea tan peligrosa como cuando se mata a periodistas locales, de los que nadie nunca antes había hablado.

Los periodistas son un vehículo a través del cual esa zona gris en la que ya es imposible distinguir entre autoridades y crimen organizado, nos hace llegar un mensaje: es mejor no enterarse, no investigar, hacerse de la vista gorda. Por eso, al margen de preferencias políticas, como ciudadanos debemos generar un contexto de exigencia y generarle un costo a la clase política para decirles que esto es inaceptable. Sin costo político, no habrá incentivo para que las autoridades cambien su manera de actuar, remató Carlos Bravo Regidor.

MI correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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