INFORMACIÓN FALSA

Dentro del 10º Festival Gabo y como parte de la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional de la Unesco, se celebró en Bogotá, Colombia, la charla ‘Audiencias contra la desinformación’.

Los expertos María Teresa Ronderos, Mario Tascón, Natália Viana y Pablo M. Fernández analizaron en ella la cuestión de la información falsa, un problema que inunda las redes y pone en jaque a los periodistas.

Según los organizadores del festival que realiza la fundación creada por Gabriel García Márquez para impulsar el nuevo periodismo iberoamericano, con la aparición de internet y las redes sociales ha ido en aumento la proliferación de información falsa alrededor del mundo.

En ese contexto, las plataformas virtuales se han convertido en el escenario perfecto para masificar la desinformación y llegar a muchas más personas, sin importar el espacio geográfico donde se encuentren ni las temáticas que abordan, sean de índole científico, médico, político o económico. La información errónea adquiere relevancia en la web, impulsada por personas para quienes todo lo que se dice en internet es cierto, sin tomarse el trabajo de verificar los datos antes de compartirlos.

De hecho, ante la amenaza que representan el aumento de la desinformación en línea y fuera de línea, las teorías conspirativas, el discurso del odio y el mal uso de los medios sociales, Naciones Unidas declaró una semana mundial (del 24 al 31 de octubre) para promover la formación masiva en educación mediática a través de diversos eventos.

CONFIANZA EROSIONADA:

Según la Unesco, con la proliferación de información de este tipo en la web se está erosionando el factor confianza. Partiendo de ello, el brazo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura hizo un llamado a la comunidad internacional a incrementar su compromiso con la alfabetización mediática e informacional, a fin de fomentar la confianza de los ciudadanos en lo referente a las personas, los medios de comunicación, las plataformas digitales, los gobiernos, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales. En ese sentido, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que los valores de confianza y solidaridad son el adhesivo que posibilita la cohesión social y los avances sociales para el bien común.

Ante este fenómeno de la información falsa, la labor periodística se ha centrado en gran medida en hacerle frente en los últimos años, disponiendo cada vez más recursos tecnológicos y humanos para ello, valiéndose de nuevos medios y formatos para desmentir la desinformación. Sin embargo, aun con la aparición de medios dedicados exclusivamente a la verificación del discurso público y a desmontar información falsa, como es el caso de Chequeado, en Argentina, no es suficiente pues la labor resulta cada vez más compleja.

REINA LA BARBARIE:

Reina la barbarie, señalan los expertos periodistas de Iberoamérica invitados a la charla, de acuerdo a la nota de la Red Ética de la Fundación Gabo fechada el 28 de octubre de 2022 (https://fundaciongabo.org/es/etica-periodistica/noticias/informacion-falsa-el-problema-que-inunda-las-redes-y-pone-en-jaque-los).

Una de ellas, la periodista del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), María Teresa Ronderos, comenta en su intervención que, si bien desde siempre ha habido mentiras de los gobiernos y de políticos en elecciones, lo nuevo es la forma como esas mentiras se distribuyen.

El fenómeno actual se debe a la forma en que las redes sociales funcionan lucrando en la medida que haya más gente reaccionando a los contenidos, “porque si tú dices algo amable y querido en internet no tienes muchos clics, pero si dices una barbaridad produces una discusión y hay mucha gente a favor. Así operan las plataformas y por eso están un poco esquizofrénicas”, advierte la periodista colombiana.

Ronderos recuerda que las redes sociales son un ambiente democrático donde se deja a todos dar sus opiniones sobre cualquier tema. Pero bajar de la red todo lo que se considere mentiroso y dañino, también constituye un problema porque puede disminuir el tráfico en tales plataformas.

Otro de los problemas que ha hecho que nazca y evolucione cada vez más rápido la información falsa –añade la ponente– es el mercadeo que se hace con inteligencia artificial para seguirle la pista a las personas con la huella digital que dejan en internet, con el fin de ofrecerles información de un tipo, generar confianza y luego empezar a hablarles de política o de cualquier otro tema del que quieran hablar, e inundarlos con información falsa.

Basada en su experiencia, la autora de Guerras recicladas. Una historia periodística del paramilitarismo en Colombia (Aguilar, 2014) indica que una manera de masificar verdades es la utilización de diversos formatos como el humor, la caricatura y la ocurrencia. “Ahora se debe pensar más cómo se mira la información masivamente por redes, con el documental o el video”.

DESINFORMACIÓN SEGMENTADA

Mario Tascón, socio director de Prodigioso Volcán, señala en su turno que la desinformación en temas específicos como la política está claramente repartida y dependiendo del momento, del país y de las elecciones se encuentran ejemplos de todo tipo, porque internet ha puesto un nuevo ingrediente a un problema que existe hace siglos y que muchas veces los periodistas son incapaces de dominar.

“La base de la narrativa es la emoción (…) y las personas que trabajan detrás de estas noticias manejan los relatos y las emociones, y además se encuentran con un público predispuesto a esas emociones”, advierte Tascón, quien además señala que ahora cualquiera puede ser emisor y difusor, pero además, estos emisores no solo difunden, sino que tienen ejércitos, unos pagados y otros que son verdaderos fans, que muchas veces tienen buenas intenciones al difundir las ideas de sus líderes y de aquellos que piensan como ellos.

“Ese es también el problema, que estamos en unas burbujas polarizadas de gente que piensa igual y que apoya todo lo que venga de quienes piensan igual que ellos, y esto está generando unas oleadas democráticas y un peligro también para los mercados y sobre todo para las democracias”, recalca el periodista y consultor español, asesor de empresas en proyectos de comunicación digital en España y América.

Lamentablemente, “la humanidad está dispuesta a creer casi todo, porque llevamos siglos haciéndolo y esta difusión de información falsa está centrada en la manipulación, la mentira y la confusión”, sentencia Tascón.

Considerado uno de los expertos en Internet más conocidos del panorama de medios español, Mario Tascón dirigió entre otras las versiones digitales de los periódicos El País y El Mundo. Dirige el Manual de Estilo para Internet y Redes Sociales de la Fundéu. Y es coautor de una novela, La Biblia bastarda (Planeta, 2013), y de los libros de ensayo Twittergrafía y Ciberactivismo.

LULA Y SUS TIBURONES

La periodista brasileña Natália Viana, miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo, se refiere al caso de su país donde se ha desatado una guerra de información falsa por cuenta de la contienda electoral que se lleva a cabo este año para elegir al nuevo presidente en ese país.

“La gente que está actuando en Brasil tiene relación muy cercana con la gente de Donald Trump, que ya utilizaron sus relaciones en 2020, las desarrollaron y ahora están buscando utilizarlas en Brasil, y las narrativas son exactamente las mismas”, anota Viana.

“Bolsonaro dice desde ahora que habrá fraude, que no va a aceptar la derrota y ya sabemos que va a intentar lo mismo que hizo Trump desde el Capitolio”, señala la directora de la Agencia Pública de periodismo investigativo, medio escogido por Julian Assange para traducir y publicar de primera mano documentos del WikiLeaks sobre Brasil.

Para Viana, como periodistas tenemos que buscar la forma de no ser utilizados para esas estrategias; por eso, ella se ha centrado en investigar cómo se financian, se organizan y se estructuran estas redes, porque si algo es importante tener en cuenta es que esas grandes olas de desinformación no son orgánicas.

Estas acciones en muchos países, como en Brasil, pueden ser criminalizadas, porque son delitos electorales que se hacen en serie, lo cual hace necesario buscar el mecanismo detrás de esta crisis de desinformación, dijo la autora de O bispo e seus tubarões (‘El obispo y sus tiburones’), un reportaje sobre el depuesto presidente Lugo de Paraguay que fue finalista en el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en 2013.

“La emisión de este tipo de noticias falsas se ha sofisticado y ha creado nichos con grupos evangélicos, militares, de derecha, de izquierda, porque es más fácil engañar a una persona con información que proviene de alguien cercano, y es muy difícil decirle a la gente que no confié en su familia o en sus amigos. Las redes sociales deben comprender sus responsabilidades e identificar este tipo de noticias para advertirle a las audiencias que esta información puede no ser cierta”, observa Viana.

INFORMACIÓN CHEQUEADA:

Pablo M. Fernández, director ejecutivo y periodístico del portal argentino Chequeado, señala que la desinformación no tiene una solución fácil por su complejidad y magnitud. Una buena práctica ha sido aprovechar la tecnología y la inteligencia artificial para empezar a llegar a las audiencias y estar atentos a lo que se está publicando y de lo que se está hablando.

De otro lado, Fernández pone de presente que la discusión tiene varias dimensiones que incluyen periodismo seguro, tecnología y nuevos formatos, por lo que se debe trabajar en la educación, el estudio y conocimiento de las plataformas o redes sociales, en la medida en que van surgiendo, para hacer presencia en ellas, identificar este tipo de noticias y hacerles frente.

ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA

A la pregunta ¿cómo estamos en alfabetización mediática en Iberoamérica?, los invitados consideran que en Iberoamérica se ha hecho poco desde la educación para combatir esta problemática, y es uno de los temas que más preocupan al gremio de periodistas y a los medios que velan para que la ciudadanía esté cada vez mejor informada.

Natália Viena señala que en Brasil ni siquiera se ha propuesto el tema para que haga parte de la agenda pública. Mientras Mario Tascón apunta que en España, si bien la discusión existe, no hay compromisos más allá que la buena voluntad de los periodistas y algunos maestros que les enseñan a los estudiantes a pensar de manera crítica. María Teresa Ronderos, por su parte, encuentra que en Colombia hay una gran labor por parte de los medios de comunicación, y para ello también es importante tener presente a las audiencias que tienen mucho que aportar al trabajo periodístico diario y ayudan a informar de una mejor manera.

Según la Unesco, la alfabetización mediática e informacional hace referencia al conjunto de competencias que ayudan a las personas a maximizar las ventajas y minimizar el daño que puede ocasionar la información falsa en la web. Cabe resaltar que este término abarca las competencias que permiten a las personas interactuar con la información posteada en medios digitales en diferentes formatos de manera crítica y eficaz, por lo tanto requiere una combinación de información crítica, medios de comunicación y competencias digitales. En ese sentido, la entidad puso en marcha un nuevo recurso titulado ‘Ciudadanos alfabetizados en medios de información: pensar críticamente, hacer clic sabiamente’, sobre alfabetización mediática para educadores y estudiantes.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

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