Ayer lunes, la Secretaria de Cultura del Gobierno de AMLO, Alejandra Frausto, visitó Colima para signar un convenio marco de coordinación para la operación de programas y acciones de cooperación en beneficio del desarrollo cultural de los colimenses y para la preservación y difusión del patrimonio cultural de la entidad, en evento desarrollado en el Parque Arqueológico y Ecológico La Campana.
En esta firma, la titular de la Secretaría de Cultura “felicitó al gobernador por su visión de consolidar dicho predio como un gran espacio de cultura y de medio ambiente, que son dos líneas en las que trabaja el gobierno de Andrés Manuel López Obrador”, dice el boletín del gobierno estatal.
Abunda que, “tras recordar la defensa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) durante 30 años para preservar la zona arqueológica La Campana”, Peralta Sánchez señaló que en 2016 el gobierno estatal logró un acuerdo para adquirir este espacio.
Por supuesto, se hizo énfasis en que el gobernador busca blindar este parque “para que sea un área natural protegida y que continúen las investigaciones porque en dicho predio se encuentran los orígenes de los colimenses”.
Sin embargo, hay varias aristas que deben analizarse con respecto a la presencia de la titular de cultura del gobierno lopezobradorista en este espacio. Y es que hace unas semanas, el ex gobernador Mario Anguiano Moreno, expuso en rueda de prensa una serie de interrogantes que ponen en duda, y por ende se exigió se investiguen, el proceso de compra de este predio, que precisamente ya había sido ofrecido al mencionado gobernador 2009-2015, pero que fue adquirido hasta el gobierno de Peralta.
Habrá que preguntarse si la Secretaria de AMLO fue invitada expresamente para legitimar La Campana, y si resultó igual previamente con la titular del Conacyt, Elena Álvarez-Buylla Roces. Si es así, y si es que la titular federal de Cultura se desvivió en elogios con respecto a la adquisición de este predio, sin tener el trasfondo político que lo envuelve, eso deja muy mal parada a la delegación de la Secretaría de Gobernación y/o analistas políticos que deberían abastecer al gabinete presidencial antes de que acudan a los estados.
También llamó la atención que Frausto Guerrero no tuviera el contexto local de la gran debacle que ha sido la política cultural de este sexenio local en Colima. Los museos han sido grandes elefantes blancos en los 10 municipios de la entidad, derivado del despido de sinfín de colaboradores de esta dependencia, además de que históricamente los programas de becas han sido denostados por los artistas emergentes, ya que se considera que los becarios “siempre son los mismos”.
Previo a la visita a La Campana, la Secretaria de Cultura conoció el proyecto de restauración de Palacio de Gobierno, Museo de Arte de Colima, por lo que “la titular de Cultura federal felicitó al gobernador por la decisión que tomó de dejar ese legado importante en el corazón de Colima para la sociedad”, dice el comunicado de JIPS.
Aquí solo habrá de decirse que la dependencia federal debe estar muy alerta de los avances de esta remodelación; no vaya a ser que al final, Palacio de Gobierno quede igual de fallido que la remodelación del adefesio de la Unidad Morelos que realizó el Gobierno de Peña Nieto en nuestra entidad.