La 4T llega a los periodistas

Jesús Ramírez, vocero de la presidencia de la República, dio al gremio periodístico una de las mejores noticias para el aseguramiento de su labor profesional; la implementación de un programa que daría seguridad social a los periodistas de profesión, con atención médica para ellos y sus familias, así como derecho a pensión.

Durante su speech en el Seminario “Fin de la impunidad de los crímenes contra periodistas en América Latina”, el otrora director del periódico Regeneración y ahora vocero del gobierno de Andrés Manuel López Obrador detalló que “la libertad de expresión y el derecho a la información son pilares fundamentales de la democracia, y quienes están en el punto de intersección de estos dos derechos son los periodistas”.

Por tales motivos, la función social que cumplen los periodistas es esencial para nuestras sociedades, por lo que en el “Gobierno de México hay un reconocimiento a la labor que están haciendo los periodistas”, y también un reconocimiento al “saldo negativo que tiene nuestro país en materia de derechos humanos, especialmente contra los activistas, contra los periodistas, por eso estamos haciendo esfuerzos extraordinarios para que esta realidad triste se termine”, afirmando que, “cada vez que asesinan a un periodista, se está atacando a la democracia”, teniendo este gobierno el “compromiso moral, ético y político de acabar con esta violencia”.

Jesús Ramírez reconoció en este posicionamiento que el mecanismo de protección a periodistas está desbordado por la realidad de los acontecimientos. “Más de 1 mil personas, entre ellos 400 periodistas, están en este sistema de protección, que requiere más recursos, por lo que hay el compromiso del Presidente de la República de garantizar la protección y la salvaguarda de los periodistas y sus familias”.

Sin embargo, no dudó en acertar sobre un pendiente que han dejado pasadas administraciones gubernamentales con los actores de la labor periodística. Para resolver la falta de protección social a quienes ejercen esta profesión, “se debe involucrar a los medios de comunicación, que se haga valer la ley, castigar a quienes amenazan o asesinan a un periodista, se requiere de la participación de las empresas, de los medios de comunicación, que muchas veces en este debate no asumen su responsabilidad”.

El compromiso con la realidad de los periodistas en la 4T implica la apertura de la información gubernamental, pero también “iniciar un programa de apoyo a la labor de los periodistas, independientemente de su condición laboral, contractual, incluso para los que ejercen como freelancers; hay un compromiso del Gobierno de México, por un lado de promover un proceso de una iniciativa de seguridad social para los periodistas mexicanos que no cuentan con ninguna protección, ni jubilación, ni protección de salud”, por lo que a través del IMSS se anunciará un programa que otorgue estos beneficios.

Tras años de espera, los periodistas de provincia (quienes son los que más cotidianamente hemos sufrido este tipo de injusticias laborales), estaríamos acercándonos a las condiciones mínimas de seguridad profesional que disfrutan los colegas de países más avanzados, donde la labor periodística no te exenta de acceder a condiciones de vida dignas, como muchas veces sucede en México.  

Por supuesto que las condiciones de dignificación profesional nos dejan un gran reto: la profesionalización, pero también la detección y el desecho de aquellos usurpadores, farsantes y falsos periodistas que, abanderados en la libertad de expresión, no hacen más que desprestigiar y bajar el nivel de una labor que (de por sí) cualquiera se cree capaz de hacer sin preparación alguna.

Jesús Ramírez también expuso que, junto con la UNESCO, “se va a crear un fondo, con fondos públicos, también convocando a la sociedad, para periodismo de investigación”. Este fondo será concursable, abierto a todos los periodistas, en el que a través de un jurado se elegirán las investigaciones periodísticas que se van a financiar.

Quedan muchos pendientes, sin duda. Hay que repensar el esquema de convivencia y publicidad oficial a los medios, y también la función social de los medios públicos, que en provincia se siguen viendo como medios del gobierno. Pero los anuncios que dio el vocero de la presidencia no hacen más que darle ánimos a los periodistas de cepa en nuestro país, esperando que a nuestra profesión le llegue la Cuarta Transformación.

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