LA AGENDA DE NIETO

¿Vino Santiago Nieto Castillo a Colima con una agenda secreta?

El rumor es que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda sigue en la entidad la pista del lavado de dinero que realizó Rosario Robles desde el gabinete de Peña Nieto.

También, que la UIF investiga el caso de evasión fiscal en la que sistemáticamente ha venido incurriendo un conocido medio impreso es eso, un rumor.

Los tres asuntos de los que sí habló Santiago Nieto, o como dijera el clásico, “el licenciado Peña Nieto”, bastan y sobran para justificar que el funcionario federal fuera a todos lados escoltado por personal uniformado de la Marina.

Nieto habló del blanqueo del dinero en el marco del tráfico de fentanilo en el puerto de Manzanillo, en las operaciones irregulares en las casas de cambio y en el comercio frutícola. Mas, como no especificó cuál fruta, la vaga mención al sector agrícola incomodó a plataneros, papayeros, citricultores, productores de berries y aguacateros por igual.

NO MORDIÓ EL ANZUELO

En la rueda de prensa, Nieto Castillo fue cuestionado también sobre el expediente del ex gobernador Mario Anguiano y, muy elegantemente, dejó en claro que ese es un tema local: apenas iba a enterarse del asunto, confesó.

Contrarió de este modo a quienes esperaban una declaración del titular de la UIF, en funciones de supersecretario de Estado, para ponerle el último clavo al ataúd en el que pretenden enterrar las aspiraciones que tiene MAM de reciclarse políticamente.

Los enemigos de Mario querían aprovechar lo que horas después sería noticia: le negaron a Anguiano un amparo contra la resolución del Congreso local que lo inhabilita para ocupar un cargo público y lo obliga a restituir más de 500 millones de pesos al erario.

El Tribunal Colegiado del 32º Circuito le negó la protección de la justicia federal a Anguiano Moreno, no obstante que el ex mandatario fundamentó su petición con los mismos argumentos que le sirvieron a dos de sus ex colaboradores, entre ellos Rafael Gutiérrez Villalobos, para librarse de similares acusaciones.

Y aunque no sabemos cuál será el siguiente paso en la estrategia de defensa jurídica del señor de Tepames, lo cierto es que Santiago Nieto no mordió el anzuelo.

A CLAUDIA LE DIO EL AVIÓN

Tampoco cayó en la celada que le tendieron los manifestantes que envió Claudia Yáñez a reventar su conferencia magistral en el Museo Regional de Historia, aunque estuvo a punto de ceder, por caballerosidad, a las intenciones de la señora Mascorro de arrebatarle el micrófono durante el mismo evento.

Con su depurada técnica de entrevistarse unos a otros para generar videos que sacudan las redes sociales, Esteban Meneses Torres, Agustín Díaz Torrejón y las damas que los acompañaban por poco consiguen chotear la visita de Nieto Castillo. Pero el titular de la UIF no se enganchó en el tema de la denuncia (ahora) “por nepotismo” contra Indira Vizcaíno.

La que no se aguantó fue la diputada federal Claudia Yáñez cuando no prendieron, en la cobertura mediática de la visita de Santiago Nieto, las protestas de los supuestos marginados de los programas sociales que opera “la superdelegada” Vizcaíno.

En vez de reclamarle a Meneses –cuyos efectivos fingen menos pero gritan más– por haberle robado la escena y el papel de principal detractora de Indira, Yáñez Cabrera embistió contra Nieto Castillo.

El video, tomado en lo que parece ser la oficina de Morena, muestra a la legisladora federal reprochándole a Santiago Nieto haber exonerado públicamente a Vizcaíno Silva.

Claudia Yáñez insistía que las investigaciones contra el presunto fraude por ¡100 millones de pesos! «contra Altozano” están en proceso “en la Secretaría de la Función Pública”, pero el funcionario federal literalmente le dio el avión.

Sin embargo, le recordó a Yáñez Cabrera algo que la representante del primer distrito sencillamente no entiende: “Se trata de no afectar a las delegaciones federales”.

La congresista de Morena llamó “irresponsable” a Nieto por “exonerarla públicamente”, y le recomendó mejor “quedarse calladito” en lo concerniente a Indira.

Y si bien Santiago Nieto trató de explicarle que no se puede acusar a una funcionaria sin pruebas, no consiguió hacerle entender a doña Claudia el significado de presunción de inocencia. Ella está convencida que no señalar públicamente a Indira, es tolerar la impunidad.

PATEA EL PESEBRE DE LA 4T

El enojo de Claudia Yáñez es evidente y comprensible. Esperaba que Santiago Nieto le comprara sus acusaciones contra la delegada federal, pero éste se dio cuenta inmediatamente que la denuncia es pura grilla, una intentona más de descarrilar a Indira que, mientras sea la representante del presidente López Obrador en Colima, lleva mano en la carrera por la nominación a la gubernatura.

El exhorto para no perjudicar a las delegaciones no fue gratuito. Santiago Nieto recorre el país con una narrativa de combate a la corrupción. La idea es que este gobierno es diferente.

Más allá de los reveses que los grupos de interés le han propinado al gobierno de la república –decidido a acabar con la operación “Safiro”, la estafa maestra, el huachicoleo de combustibles o el mercado negro de medicamentos–, lo que prevalece en el discurso de López Obrador es su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas.

Y eso es, precisamente, lo que pretende sabotear Claudia Yáñez en su obsesión por desbarrancar a Indira Vizcaíno. La diputada federal se empeña en demostrar que los programas sociales de López Obrador son un engaño. Y lo hace manipulando a aquellas personas que no han recibido apoyos económicos por parte de la Secretaría de Bienestar, porque lo impiden las reglas de operación.

MUY ESTIRADA LA CUERDA

Yáñez Centeno patea el pesebre de la 4T en momentos que al Presidente le están pegando durísimo porque, supuestamente, generó desabasto y desatención médica en su esfuerzo por acabar con los negocios de proveedores y responsables de compras en el sector salud.

Cuando debería estar criticando el pésimo negocio que fue para el pueblo de México que el gobierno de Calderón comprara un jet prototipo y que el de Peña lo equipara como si fuera un yate de lujo, lo que hace imposible venderlo en el mercado de las aerolíneas comerciales, Yañez deja a López Obrador enfrentar solo la polémica por la rifa del avión presidencial.

En lugar de cerrar filas con quien la llevó a San Lázaro, Claudia Yáñez insiste en descalificar la política social del Presidente. López Obrador es, a fin de cuentas, el único responsable de tener a Indira Vizcaíno como su representante en Colima.

Ser hermana de César Yáñez, el relegado coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, no la faculta a estirar tanto la cuerda. En los análisis políticos que se hacen en Palacio Nacional sobre la situación en Colima, no pasa inadvertido que Claudia Valeria –acaso, sin enterarse siquiera– está sirviendo a los propósitos de quienes pretenden impedir que, en 2021, la Cuarta Transformación se instale en la entidad.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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