LA CALLE DEL VICIO O LA ZONITA DE TOLERANCIA

No cabe duda que lo que natura non da, Salamanca non presta. Cuando los comaltecos nos preparamos para festejar las fiestas guadalupanas (bueno, eso de guadalupanas es un decir), los rumores que corren, resultan verdaderamente alarmantes en la medida que nos permiten aquilatar el nivel intelectual y de compromiso con los derechos humanos por parte de los azulones que ocupan el Palacio Municipal de Comala.

En la calle Progreso (que seguramente a corto plazo deberá llamarse Retroceso), se instalará un templete en la esquina de 5 de mayo, donde se ubica el DIF Municipal, a ése, subirán los conjuntos musicales que amenizarán los bailes diarios y será en esa calle donde se instalarán los vendedores de alcohol. Progreso será entonces, la Calle del Vicio, una especie de zonita roja o zonita de tolerancia. Y el argumento que solo puede provenir de una mente que, aunque tenga neuronas, no logra conectarlas, es que en esa calle vive poca gente. Como si el centro del pueblo tuviera calles densamente pobladas.

En el Jardín Principal no podrá venderse alcohol, pero sí podrá hacerse a un metro del mismo. Por Dios ¿Se puede encontrar alguna diferencia en ello? Y la calle Progreso es aquella que, con motivo de su puente, es transitada por todo aquél que quiere ir del Jardín Principal a las colonias que se ubican al otro lado del río, es decir, donde se encuentran dos tercios de las viviendas del Pueblo o más. Obviamente la calle se transformará en cantina, salón de baile, excusados públicos y algo más. Para los vecinos (que como somos pocos, no importamos) existirán los ruidos en niveles ensordecedores, el desorden, los olores, los peligros y además la obligación de limpiar excrementos, pantaletas húmedas y cuanto más se les ocurra dejar a las finísimas personas que acudirán a esa zonita de tolerancia (que será aparentemente en ésa, donde se tolerarán lo excesos de la población y de los visitantes).

Las zonas de tolerancia deben instalarse en lugares perfectamente delimitados y a veces de acceso restringido. Nunca en un lugar de paso obligado para muchos y por supuesto, donde los vecinos no sean molestados en sus personas, sus propiedades o sus bienes. Un gobierno jamás y por ningún motivo puede violar los derechos constitucionales de sus gobernados; está para proteger nuestros derechos y no para ir en contra de los mismos. Seguramente, lo que priva es la ambición de estos panuchos por cobrar los derechos de quienes allí se instalen y lo demás, pues no importa, al fin somos poquitos.

Esto es usar un modelo que se aplicó en Coquimatlán. Allá decidieron que, durante sus festejos, la céntrica calle Jesús Alcaraz fuera la Calle del Vicio y fue tal la cantidad de problemas que generó, que el proyecto se abandonó y en vez, usan un corral donde encierran a los que quieren embriagarse, consumir polvos y practicar la satisfacción de otras necesidades o experimentar otras satisfacciones. En Comala, tendrán para ello, la Calle del Vicio. Los azulones comaltecos quieren poner en práctica algo que los azulejos chigüilineros superaron hará unos seis años. Les copian lo malo, no les quieren copiar lo bueno. Hay que trasplantar modelos exitosos, no modelos que han fracasado. Aunque lo tomarán como algo grosero, pues son muy intolerantes y no admiten críticas: No se puede copiar lo malo, no se debe ir al fracaso cuando es algo anunciado. Si Comala es un pueblo inseguro, no deben propiciar que sea más inseguro. Si un día normal, no puede ponerse orden, en un evento extraordinario, menos. Nunca han sido capaces de poner orden con los vehículos que se estacionan en lugares prohibidos y como ejemplo pongo el Jardín Principal, el día que se elija a la hora que se escoja ¿Podrán con más? Pero claro, no poner orden, perjudica a poquitos.

Como no han mostrado capacidad para entender razones, seguramente lo que debemos hacer los que vivimos en el Centro, que somos constantemente agredidos en nuestra integridad y en nuestra moralidad, en nuestra seguridad, en nuestra tranquilidad y en nuestra salud, deberemos buscar el amparo y protección de la Justicia de la Unión. Deberemos organizarnos y buscar masivamente un amparo contra estas autoridades que buscan vulnerar nuestros derechos constitucionales. Hay materia para ello. Y que se vayan con su música a otra parte, a donde no molesten a nadie. Que se vayan a donde no estorben.

Se presumen creyentes y festejan a la Virgen de Guadalupe bañándola en alcohol y en algo más. No hay consistencia. Y por cierto ¿Cuántos somos mucho y cuántos somos pocos? Y por supuesto, lo dicho es también en legítima defensa, mía y de mis vecinos.

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.

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