El viernes se inauguró la Casa de la Cuarta Transformación en el lugar que había sido el asiento del Comité Directivo Estatal de Morena y se trata de una iniciativa de Vladimir Parra Barragán. El que junta estas letras recibió una invitación para el acto y asistió con la idea de que sería un lugar y un momento de encuentro para morenos. Pero no fue así. Por supuesto había muchos, pero su número fue ampliamente superado por una ensalada de tricolores, azulejos, amarillos, anaranjados y de cuantos colores existen o pueden llegar a existir. Me llamó la atención que así fuera, aun sabiendo que desde sus orígenes Morena ha sido un movimiento incluyente y tolerante y que se ha distinguido por ser un lugar de encuentro y discusión. Allí han tenido espacio todos aquellos que desean la transformación del País; pero ahora resulta que se acercan también los que desean anular esa transformación. Más de alguno de los asistentes de seguro desea que la Casa de la Cuarta Transformación sea mejor, la Caja de la Cuarta Transformación, un lugar donde se guarde esa Cuarta Transformación bajo siete candados para que allí permanezca.
¿Será que Morena está perdiendo su esencia? Allí apareció, cual estrella de rock, para inaugurarla, Mario Delgado Carrillo, que antes había impartido una conferencia magistral en la Universidad de Colima, a dónde habían asistido siniestros personajes como el indolente gobernador, el inútil rector, y despreciables ex rectores quienes seguramente sienten el llamado de Morena que los aclama para que pontifiquen sus ideas de un pasado ya superado, pero que desean continuar su imperio ahora bajo los colores de esa formación política. Sus nombres, no los cito, porque ya se me olvidaron. Sin embargo, brillaron por su ausencia (en ambos eventos), un puñado de morenos representativos como el actual Presidente del Comité Directivo Estatal, Sergio Jiménez Bojado.
Conocida es la división de los morenos colimotes: Por un lado, el eje Carrillo-Parra-Vizcaíno y por otro, el eje Jiménez-Valencia-Yáñez (siempre citados en estricto orden alfabético) y agrupando éste, los restos de lo que cohesionó el peor de los candidatos posibles que ha presentado Morena a los colimenses (que creo que era conocido como ex general Gallardo), autor del primer cisma moreno en nuestras tierras y que no resulta tan apreciable como el General Popo o el General Electric. Esos ya son demasiados grupos y lo deseable es que acabe la división y se unan todos en torno a un mismo ideal y por supuesto, el mandato que algunos de ellos recibieron en las urnas, va en ese sentido.
Todos conocemos el elevadísimo por ciento de aprobación de Andrés Manuel López Obrador, y que su popularidad ha crecido desde que fuera electo para ejercer el cargo de Presidente de la República y sabemos también que ahora, muchos mexicanos desean ser morenos (o mostrarse como tales), pero Morena ni puede ni debe perder su esencia, y si continúa admitiendo entre sus filas a esos niños héroes, finísimas personas todos ellos, corre el peligro de transformarse y perderse para siempre. Así como lamentablemente vemos que sucede con su fracción parlamentaria en nuestro Congreso local, donde Vladimir, es el único moreno original y los otros, incapaces a veces de articular su propio nombre, llegaron de diversos lugares y no para enriquecer el Congreso, sino al contrario. Colima, debe avanzar de su mano y no continuar estacionado con esos conservadores agazapados en esas posiciones. De otro modo, no se logrará la Cuarta Transformación. Muchos de esos que llegaron después a Morena (y algunos quizás, aún no han llegado, son como la mercancía pirata que sólo intenta dar la apariencia de ser lo que dicen que es). Seguramente, el Órgano de Justicia Partidaria de Morena, debería imponer una sanción a quien o quienes hayan palomeado esas candidaturas.
Cada día se acerca más la fecha de renovación del ejecutivo federal y eso causa mucho nerviosismo en nuestra clase política. Me han dicho de un grupo de azulones (de los de siempre) que ya se alistan para luchar desde las filas de Morena, y tratar de imponer un candidato afín a sus intereses y después, hacerlo para empujar a un candidato a la Presidencia de la República que ya tienen definido. Eso, no debe suceder. Los morenos deben unirse e insisto, conservar su esencia. Quien desee afiliarse y sea digno, que sea afiliado; pero los controles deben mantenerse por quienes han probado su afinidad con la Cuarta Transformación.
La incapacidad de muchos de nuestros diputados no debe escandalizarnos, pues estos siempre han existido (principalmente entre tricolores y azulejos), la diferencia es que antes no hablaban y ahora si lo hacen y hasta se atreven a proponer iniciativas como acabar con las corridas de toros (así conciben ellos la Cuarta Transformación). Esos que no hablen y simplemente que voten como les indique su líder, como siempre ha sido. Ya habrá diputados inteligentes, para que todos hablen. Ahora lo que queda, es salir como mejor se pueda.
Estos temas son de la mayor importancia para nuestro Estado y continuaremos abordándolos. El que junta estas letras espera, presuntuosamente, que sirvan de orientación a los morenos, a los simpatizantes de los morenos y a los que desean convertirse en morenos.
Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana.