+ El capi Mora y su lengua suelta.
Cuando el presidente Juárez decía que el triunfo de la reacción era moralmente imposible, se refería a que las causas que defendía el gran benemérito, a los ojos de la razón, de la justicia y de la verdad, eran inderrotables por la facción de traidores de la República y enemigos de la libertad, o sea, conservadores e imperialistas, agrupados contra el gobierno legítimo que encabezaba el notable patricio.
Con la aparición del COVID-19, la pandemia universal que demandaba del concierto y la participación unitaria de todos los gobernantes locales, como uno solo para enfrentar este flagelo común; y con la aplicación de nuevas políticas públicas que ponen el acento primordialmente en el combate de la corrupción y en el manejo honesto, trasparente y sin endeudamiento de los recursos públicos; es claro que depositarios de la inercia de la corrupción del prianato, varios gobernadores como los que mal gobiernan en los estados de esta región que viene recorriendo nuestro presidente glorioso, es decir, Guanajuato, Jalisco y Colima, mostraron el cobre y se montaron en rebeldía.
Por todos es conocido que todavía hace unos días, se anduvieron reuniendo aquí y allá, paseándose con gastos ostentosos y a coste de los erarios de sus respectivos estados, en acción confabulada contra el gobierno federal, bajo la corriente consigna de que querían más recursos para manejarlos sin tocar baranda, es decir, por ellos y ellos mismos. Tales entidades tienen el común denominador de ser de origen de partidos reaccionarios, del PAN del MC y del PRI, y de que en sus entidades priva la violencia con los más altos índices de asesinato, con el crecimiento incontrolado de contagios por Covid, y por tener un voraz apetito por el endeudamiento, caso gravísimo en Jalisco y en Colima.
El presidente lo dijo previamente en su mañanera la semana pasada, que vendría a estos estados porque en ellos se presentaba un alto índice de violencia e, incluso, franco como es, expresó claramente que en los mismos había diferencias con su gobierno y respecto a enfoques de sus políticas lo puntualizo yo. Es claro que si alguien conoce como la palma de su mano al país y a la vieja clase gobernante y los súbditos que aún permanecen en esa inercia, como los gobernadores de Guanajuato, de Jalisco y aquí de nachito Peralta; es Andrés Manuel López Obrador. Y este conocimiento es un plus obviamente valioso -valga la redundancia- para gobernar el país y orientar acciones en las regiones como esta del Centro-Occidente de México.
Damos la más cordial de las bienvenidas a un gran presidente que quiere y respalda el pueblo mexicano, y los colimenses con gran estima, pues nunca en la historia de la administración pública federal se habían canalizado tantos recursos y apoyos que benefician directamente a la gente; al contrario de los presidentes del neoliberalismo, que enviaban apoyos y programas para que los manejaran a su antojo los corruptos de siempre, dejando el gran porcentaje en manos de operadores de moches, o familias reales. No es falso, ahí tenemos el famoso Plan Colima, que enriqueció a notables de la familia real.
Efectivamente, la fuerza de la razón, la prudencia, el trabajo esquemático y organizado, de inteligencia, de honestidad y eficiencia y eficacia que el gobierno federal viene implementando para combatir la delincuencia; no puede ser negado aún por estos mandatarios rebeldes y facciosos, que han tenido que reconocer y cuadrarse ante el presidente quien, sobrio y experimentado que es en el arte de entender la política y de encauzar la gobernabilidad, se ha mostrado benigno y benévolo con esas carencias de debilidad política y humana de los dichos gobernantes.
Es un presidente de buena fe, pero eso no quiere decir que sea un dejado, sino que en la búsqueda de los resultados, actúa con firmeza, con crítica, con señalamientos contundentes, como lo hizo antier, celebrando que la treintena de intelectuales orgánicos de la corrupción, se quitaran el bozal y clamaran porque volviera la corrupción neoliberal prianista.
Como periodista libre y militante de la misma causa libertaria del presidente Andrés Manuel López Obrador, le doy la más cordial de las bienvenidas, esperando que las horas de su estancia en Colima, sean confortables para su incansable figura de trabajo y entrega a la Nación.
Cuando escribo este artículo -jueves por la tarde- obviamente no tengo el registro de la recepción y el impacto que tuvo su presencia en Colima, con un gobernador renegado, renuente y con voraz apetito por el endeudamiento de las finanzas públicas del estado; lo que es ir en contra de la política federal de ahorro, austeridad y no comprometer las finanzas públicas. Y esto, seguramente tuvo ya alguna reacción, para cuando Usted lea este texto.
Hay expectativa sobre los puntos que tocará el presidente esta mañana, sobre lo que se le preguntará en la conferencia mañanera, y lo que justificará en cuanto a su fracaso de gobernante y el endeudamiento, del gobernador del estado.
Esta visita, señor presidente -con respeto hablo en primera persona- es para nosotros los colimenses, ya seamos avecindados o nativos, sumamente importante; porque hemos visto lamentablemente cómo se ha degradado la gobernabilidad en Colima, cómo se sigue pavoneando una clase política caciquil, enseñoreándose y apropiándose de los recurso públicos, hasta ahora impunemente. Y queremos que ese respaldo de su gobierno se manifieste en favor del pueblo colimense, con una influencia contundente para que los delincuentes públicos, rindan cuentas de sus actos; para que Colima vuelva a tener tranquilidad, paz y armonía.
PUNTO Y RAYA
El capi Mora y el Coronavirus, dolosa actitud pública
Me llegó un video donde el capi Mora, titular de la API, aparece en fachas de springbreaker, haciendo señalamientos acusatorios en contra de la administración municipal, imprecisos y vagos, acusando que el gobierno municipal “se ponga las pilas”.
En ese videíllo fachoso, este que es la autoridad de la API, sin embargo, confiesa que él mismo se pasea por la playa y que le sorprende que haya mucha gente, y pinta con afán de visionario de mal agüero, un panorama dantesco. A este personaje, le decimos que no es una cuestión que atañe sólo a la administración municipal, y que ignora dicho personaje que si alguien está reaccionando en forma oportuna y con un gran esfuerzo institucional, es la alcaldesa Griselda Martínez.
Debería acusarse a sí mismo, por irresponsabilidad pública, al andar propagando la infección por ser agente positivo con covid-19 y por no poner cerco epidemiológico para mitigar y contener la epidemia en el recinto portuario, pues a las instalaciones portuarias, entran miles y miles de tráilers y estos son la mayor fuente de movilidad de contagios. Y ahí no dice nada este controversial funcionario que se le coló a la 4 T. Que Mora mejor cuestione a su gobernador, miembro del grupo faccioso al que el director de la API pertenece. ¡Hasta la próxima!