Soy de la opinión de que el tsunami del combate a la corrupción, impulsado como compromiso de vida y de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente, está llegando en suaves oleajes a todos los ámbitos de la vida pública. Se predica con el ejemplo, es cierto, y cuanta razón y verdad hay en esta expresión.
Pero también existe una gran satisfacción de los ciudadanos al ver que este cabecita de algodón no es ningún simple farsante o demagogo como todos los expresidentes recientes del régimen de la corrupción en su primera y larga etapa, es decir el priismo; como de la corrupción concertada, es decir, el prianato, conformado por las complicidades y el contubernio de intereses entre el PRI y el PAN.Hay una glásnost en la vida pública nacional, promovida por el presidente AMLO, por su liderazgo incorruptible y su gran demostración de amor a los mexicanos.
Y esta transformación está dando sus grandes frutos, antes imposible de imaginar, pues el régimen de la corrupción. Se guiaba con una divisa infalible en el mundo del hampa pública y privada: la complicidad en el reparto del botín de la corrupción.Cuando el presidente dice, con ese estilo que se permite, con ciertos giros de expresiones de `profunda raigambre popular, voces expresadas por la palomilla, como el “me canso ganso”; quiso decir que no me llamo López Obrador” si no cumplo con esto, como está cumpliendo con el combate a la corrupción.
Y no porque interfiera en la división de Poderes, cuestionando a los otros dos poderes, sino porque su alta moralidad, la claridad en sus políticas de transformación moral y pública, les ha alcanzado al poder judicial, y esperemos que pronto al Legislativo. ¡Ríndanse corruptos, los tenemos rodeados!, expresó simpáticamente; lo hecho objeto de dardillos venenosos de sus críticos de mala leche, que no tienen referencia de esta expresión justiciera, emanada del agente que combate la corrupción y advierte a los malandrines, que no habrá lugar seguro para ellos donde esconderse.
Aún se escondan en Londres, y tengan sus botines en islas financieras de encanto tropical.La caída de Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia, no podría haberse dado si hubiese seguido gobernando la mafia bipartidaria coaligada, bueno, tripartidaria, pues, es decir las complicidades del PRI, PAN y PRD, más conocido como traidores nacionales encubiertos en la patente de piratas denominada Pacto por México. Imposible que con Canallìn o el Meade, estuviéramos viendo lo que hoy vemos, una transparencia y un combate a la corrupcion que avanza.Corruptos pero respingan.
El que anda que no lo calienta ni el sol, aunque cínico que es, alcanza a traslucir su nerviosismo, es el dipsómano expresidente Calderon; porque lo que es el otro, el farsante Fox, aunque avienta vísceras contra el presidente, incluso en el inglés que habla como cargador de diablito de la coca cola, está calladito, como bajo los efectos del Prozac. Uno alcoholizado y el otro sin control mental, y ningún derechairo solicitaron exámenes de sus estados de salud a través del organismo de transparencia. Pero volvamos al tema. La corrupción del Poder Judicial es de un negro historial, aunque no vamos a recurrir aquí a citar los casos de su apestoso expediente de gran injusticia, solo citemos que los hermano Flores Magón fueron los únicos que en su tiempo denunciaron a los juzgadores corruptos, que atendían ordenes de la elite que conformaba la dictadura porfirista para despojar viudas, apropiarse de patrimonios y encarcelar adversarios.
Es la historia reciente la que interesa en este punto.Todo mundo sabe que la francesa delincuente, Florence Cacez, salió de la prisión no obstante evidencias de participación en una banda criminal de gruesa peligrosidad; porque Felipe Calderón presionó a los juzgadores, es decir a los ministros. Y este mal presidente anda furioso tratando de incriminar con falsedades al presidente Andrés Manuel, señalando que intervino en la caída del ministro Eduardo Medina Mora, sujeto al que derribaron del cargo sus hechos y tropelías de negocios jugosos con en el hampa.Nada dice el desacreditado ex presidente Calderón -porque su moral de doble cara se lo impide- de que este ministro liberó más de 2 mil millones de pesos para que los hampones pudieran disponer de ellos y seguir en el ajo de la delincuencia, gastando lo mal habido.
Efectivamente, como dice el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, UIF, Nieto Castillo: Medina Mora nunca debió ser ministro; “no tiene la facultad ética ni el conocimiento jurídico para ser ministro de la Suprema Corte. Fue una decisión política que en su momento se tomó por parte del Ejecutivo federal y del Senado”.O sea, en otras palabras, digo yo, lo llevaron al cargo sus complicidades con el -ahora se podría decir- narcogobierno de Calderón.
No dejaremos de comentar, de escribir aquí, que lo que. Está ocurriendo en este momento con el Poder Judicial, es muy alentador en el proyecto de transformación nacional, de regeneración de la vida publica. Y en este sentido, el propio presidente de la SCJN, Arturo Saldivar, ha declarado con conocimiento, que en el Poder Judicial había serios casos de corrupcion y nepotismo. Jueces y magistrados coludidos con grupos de despachos de abogados para favorecer asuntos. A lo qué hay que agregar de positivo, que se haya dado un acuerdo con el Consejo de la Judicatura Federal para erradicar los nepotismos y la corrupcion en ese Poder. Y que un magistrado haya sido separado del cargo para investigarlo por graves inconsistencias en sus ingresos. Y estos hechos son de una magnitud histórica. Y AMLO podría decir, parafraseando a El Quijote: “en la cuarta transformación, combatiendo la corrupcion, cabalgamos, Sancho”.
PUNTO Y RAYA
BARCO A LA VISTA. Llegó al hermoso puerto de Manzanillo el enorme bajel crucero “Royal Princess», con capacidad de cuatro mil quinientos pasajeros. Es un nuevo récord en la historia de la navegación, que seguramente consignaran los cronistas e historiadores marítimos. Llegan a un bello puerto y una ciudad que los recibe con gran cordialidad, porque los viajeros que llegan a Manzanillo, son sagrados, eligen venir aquí a conocer nuestra región, a admirar nuestra cultura. Llegan a un municipio que es el más importante del estado, por su dimensión y por su aporte en el desarrollo económico. Bienvenidos sean. ¡Hasta la próxima!