La inútil Comisión Estatal de los Derechos Humanos, promotora de discordia institucional, el gobierno estatal que trafica políticamente con el dolor humano

La Comisión Estatal de Derechos Humanos, CEDH, recibe de presupuesto diez millones de pesos, y no obstante esta fabulosa cantidad, tiene casi nula productividad y un comportamiento faccioso o político en los asuntos de su competencia para la que fue creada. Tan solo su presidente Hermilo Flores Arias recibe 78 mil pesos netos mensuales. ¿Y saben qué? En tres años apenas llevan emitidas 19 recomendaciones, según el portal “Rotativa Libre”; lo que habla de incapacidad y a la vez de sujeción política al gobierno que, como todos sabemos, como todo poder, no quiere reconocer las violaciones a los derechos o la dignidad de las personas.

Es muy grave esta manifiesta incapacidad de la CEDH, dada la grave problemática de violaciones a los derechos humanos en muchos ámbitos. Así no le sirve a la sociedad; es necesario profesionalizarla y darle un rango totalmente libre del presupuesto público, es decir, que sean sus integrantes honorarios, sin sueldo, pues sólo ha servido para crear burocracia inútil.

Todos recordamos la accidentada forma en que se designó por la mayoría corrupta en el Congreso al actual presidente de esta CEDH. Habiendo perfiles más adecuados, se eligió a un individuo de rancio conservadurismo cuyo, título de doctor, al parecer es patito. Había perfiles extraordinarios, de conocida trayectoria en la defensoría de los derechos humanos, como Efraín Naranjo Cortés.
Nada menos el pasado 24 de mayo vino a Manzanillo un auspiciado por Hermilo, sólo para hablar en forma facciosa, prejuiciosa y de partido, en una interpretación sesgada e ignorante de lo que es la Guardia a Nacional.

El pasado 24 de mayo, la CEDH, al mal mando de Hermilo, invitó al personal administrativo y policial dizque para “fomentar el análisis y la reflexión en torno a las nuevas estrategias en materia de seguridad pública en el país”.

La CDHE denominó de pantalla a dicha “reflexión” como un “Foro de Participación Ciudadana Ante la Operación de la guardia nacional”, en el que se impartió la dizque “conferencia “la guardia nacional” (así, sin mayúsculas, lo que es evidente el ninguneo a esta nueva estructura para el combate de la delincuencia) a cargo del Mtro. Francisco Javier Arreola Medina.

Hay que tener mucho cuidado de ver quienes en vedad son la vía para difundir información de interés de acuerdo a la temática gubernamental, de las grandes reformas estructurales, en este caso, por ejemplo, el nuevo enfoque sobre la seguridad o el combate de la delincuencia. Que si se va hablar de un tema, el que dé “conferencias”, que se informe y que lo haga objetivamente. Que no hable de lo que no sepa.

Este “ponente” recomendado por el secretario ejecutivo de la cuestionada CDHE, Edder Perez Reynaga, desarrolló el tema con más pena que gloria, y lejos de hacer un recorrido sobre el origen de la Guardia Nacional, pareció que destilaba veneno contra la nueva propuesta ya formal con que el gobierno federal tratará el combate de la delincuencia.

El gobierno federal, en particular los del ramo de la seguridad pública, el mayor expediente a resolver, deben tener en consideración que hay una ola de reaccionarios a la novedosa propuesta de enfrentar el crimen, empezando por el gobernador del estado, que dada su incapacidad para enfrentar el crimen, cuestiona cada que quiere las líneas del gobierno federal en este y otros asuntos, aunque para que no se le hunda más el barco estatal, acaba de pedirle casi a Dios que la nueva Guardia Nacional tenga éxito, lo ha de decir de los dientes para afuera. Es muy grave que los integrantes de la CDHE participen de la reacción en contra que los exponentes del viejo régimen, como Moreno Peña, el gobernador del Estado; posicionando opiniones de lesa institucionalidad, creando desanimo en la sociedad colimense que seguramente, al contario de estos detractores, tiene confianza en el nuevo gobierno federal, como se demuestra en la última encuesta que de 10 entrevistados, 8 dan el apoyo al presidente López Obrador.

Es claro que Hermilo mandó a Arreola Medina a tratar de desmoralizar a la sociedad manzanillense de su ánimo de aceptación a la Guardia Nacional, que es vista como la mayor esperanza de los colimenses para recuperar la seguridad. El Congreso del estado debe revisar la actuación tan raquítica de estos personajes que no tienen ni el grado académico, y obviamente ni la experiencia, para funcionar en un contexto en que los Derechos Humanos resultan del mayor interés; y me refiero a un contexto, cuando digo que hay graves ataques a la dignidad de las personas que defienden, por ejemplo el derecho a tener espacios públicos de uso común, como parques, por ejemplo, entre otros graves asuntos de tipo laboral, donde las y los trabajadores sufren de acoso y de explotación por patrones deshonestos y corruptos, en donde caben alcaldes como el de Colima, de la Villa y Comala, que inútiles como son, despidieron trabajadores, que porque eran muchos y no tenían derecho a basificación, pero que eso es mentira, porque no reconocen a los que estaban, pero si contrataron a su gente de campaña.

Es penoso, muy penoso el papel de estos emisarios de la discordia institucional, que son enviados por Hermilo el de la CDHE. Por lo que deben ser sancionados por el Congreso y repudiados por la sociedad civil.

PUNTO Y RAYA
El gobierno federal ha logrado, a la cabeza del presidente López Obrador, avanzar notablemente en acciones que ya están dando resultados y recuperado la confianza del pueblo en las instituciones, y como lo dije líneas atrás, la Guardia Nacional, es una que se espera tenga más éxito en el combate de la criminalidad.
Ha habido un fracaso absoluto en el gobierno estatal y el federal del viejo régimen corrupto prianista, en materia de seguridad. Ah, pero eso sí, esos últimos bastiones de cinismo y de fracaso en el tema, respingan aquí y allá como si hubiesen dado resultados, en contra de la guardia nacional. Y su actitud sigue siendo, amén de fracasada, protagonista y sesgada de la realidad y de toda objetividad en la operación.
La sociedad colimense, nacional y en todo el mundo, se supo la noticia de una orgia que involucró en varias golpes de baranda, a funcionarios del gobierno de Ignacio Peralta; y digo de baranda, porque además del mentiroso que armó un escenario increíble para salvar su degradada moralidad orgiástica, hubo también funcionarios que no han dado resultados de la investigación de esa fiesta criminal, donde fue asesinado un menor de edad. Enmudeció el palenque oficial, se hicieron los desparecidos los funcionarios para dar la cara y responder a la sociedad del crimen de ese menor asesinado en una fiesta casi de orden público, a juzgar por los asistentes o viciosos que ahí se la parrandeaban en desenfreno total.
Sin embargo, a raíz del lamentable asesinato de un joven menor de edad que trabajaba en una tienda de convivencia, a pesar de que es delito emplear menores de edad; el mandatario estatal se puso a la cabeza de la propaganda y la “consoladora ayuda a los dolientes”, de pura retórica. Ignacio Peralta dispuso un operativo que se desplegó para tratar el tema con carácter político y de partido, buscando perjudicar a la administración municipal manzanillense, y esto es muy lamentable, aunque de esos facciosos no hay nada nuevo que esperar, es su modus operandi del viejo esquema de la dictadura política priista.
Afortunadamente la sociedad manzanillense no se deja engañar y reprueba que en medio del dolor de una familia afectada por la muerte de un jovencito, se esté manejando desde algún resort exclusivo del ejecutivo -que se sepa no despacha ya en la Quinta Galván”- una campaña negra en contra del gobierno de Manzanillo.
Muy repugnante por falso fue el despliegue que hicieron al acudir al sepelio de una muerte que nos indigna a todos, pues en vez de guardar el prudente comportamiento que en estos casos amerita, cercaron con obscenas cámaras a los dolientes, dizque compungidos de dolor.
Contario al torpe comportamiento del gobernador y sus emisarios plañideros; la conducta de nuestra presidenta municipal, Griselda Martínez, fue de una discreción adecuada y de gran sensibilidad y solidaridad hacia la madre del jovencito German, que al parecer, estaba cubriendo un turno.
Igual que el inútil presidente de la ídem CEDH, que reprueba dolosamente el comportamiento institucional y franco de la alcaldesa, el gobernador del estado actúa muy lejos del decoro institucional en este y muchos otros casos que su gobierno no acierta en procesar.
¡Hasta la próxima!

Comentarios

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *