LA PRENSA COMO CONTRAPESO

Por caballerosidad, ya que a fin de cuentas la dirección del semanario Zeta no se la debe Adela Navarro Bello a su marido, en la entrevista con la periodista tijuanense Julio Hernández López no mencionó que su esposo es el dirigente nacional de Coparmex, Gustavo de Hoyos.

La actitud crítica que el empresario bajacaliforniano mantiene con el presidente López Obrador, no le impide a Navarro adelantar que Morena tiene muchas posibilidades de repetir el triunfo en la eleción estatal de 2021, no obstante el anti-morenismo que ha impulsado con su forma de gobernar el actual mandatario Jaime Bonilla.

El PAN conserva sus cuadros y la base social que le permitió mantener la gubernatura desde 1991 (con el triunfo de Ernesto Ruffo Appel, primer gobernador panista en la historia de México) hasta 2019, cuando Bonilla ganó con poco más del 50 por ciento de la votación. La gente que votó por López Obrador también lo hizo por Bonilla, harta de la corrupción del PRI y el PAN.

“No existe un liderazgo en la oposición de Baja California y, desafortunadamente, el sistema parlamentario propicia una negociación para aprobar cualquier ley (Bonilla quiso prolongar su periodo de dos a cinco años en un acuerdo con el Congreso local, pero lo frenó el Poder Judicial federal) o repartir el presupuesto. El único contrapeso al Ejecutivo estatal son los grupos de la sociedad organizada, y medios de comunicación como Zeta.

En la entrevista, un viernes de cubilete en el espacio de Astillero Informa del 28 de agosto de 2020 (https://www.youtube.com/watch?v=lRiKLsNIj4E), Hernández López señala que algunos observadores consideran que la postura política de la directora de Zeta está cargada a la derecha o a personajes relacionados con la derecha. Su propia biografía menciona actividades personales con el patrocinio de entidades del gobierno de Estados Unidos, dice Astillero, en referencia a la invitación que el Departamento de Estado hizo a Navarro para conocer las políticas de inmigración y el trabajo de la patrulla fronteriza, en una gira por seis ciudades.

Responde la periodista: “En el ámbito profesional, nuestro compromiso en el semanario Zeta es con la investigación periodística”. En cuanto a las acusaciones de ser antilopezobradoristas, “nadie le hizo tantas entrevistas al ahora presidente como Zeta. Cada que López Obrador venía a Baja California, al único medio que le daba una entrevista era el semanario. Desde que estaba en el PRD, Andrés Manuel tuvo una relación de mucho respeto con el semanario, primero con Jesús Blancornelas y luego conmigo”.

NI IZQUIERDA NI DERECHA

“Me han dicho de todo”: cuando cubría la fuente del PRI “me decían priista” y, por ocuparse de los gobiernos del PAN, “panista”. “Pero no me dicen morenista por obvias razones”, por los conflictos con el gobernador Jaime Bonilla.

“En términos del ejercicio del periodismo, intentamos ser lo más objetivos posible: buscar todas las versiones y siempre darle voz a todos, no nada más a una parte de la sociedad. Lo mismo al sector empresarial que a los partidos políticos o a los gobiernos y, principalmente, a las víctimas. Eso nos permite ser libres e independientes. Buscamos no inclinar el semanario hacia ninguna posición y, de hecho, las amenazas o enfrentamientos que hemos tenido son precisamente por eso.

“Cuando Jaime Bonilla intentaba quedarse cinco años en el gobierno de Baja California y no los dos para los cuales fue electo, me propuso un pacto. Yo le dije: ‘No hacemos pactos con nadie, el único pacto que tenemos es con la sociedad y con el periodismo’. Fue entonces que él empezó a decir que nosotros estamos cargados a la derecha y que tenemos intereses con algún grupo político o empresarial”.

Adela Navarro Bello recuerda otro caso inviable de acuerdo entre la prensa y el gobierno. En 2009, el presidente Felipe Calderón hizo todo un tratado de lexicología para sancionar el lenguaje que se utilizaba en los medios de comunicación al reportar hechos de violencia y criminalidad.

Para cambiar la narrativa, Calderón “pedía que los periodistas no utilizáramos términos como sicario o lugarteniente, que no habláramos de ejecutados o levantados, y que las notas sobre inseguridad no salieran en las primeras planas o en los dos primeros minutos de los noticieros de televisión o radio”.

“Zeta no lo firmó y lo dijimos públicamente: no íbamos a hacer un pacto con el gobierno para ocultar información o autocensurarnos. Como dice ¿nuestro lema, somos libres como el viento”.

Resume Julio Astillero: Zeta es una referencia periodística internacional. La serie de Netflix, Tijuana, recrea las tensiones entre un periodista (interpretado por Damián Alcázar) que bien podría ser Jesús Blancornelas y un político mafioso (encarnado por Rodrigo Abed) que es un retrato de Jorge Hank Rhon. El semanario ha recibido varios premios internacionales bajo la dirección de Adela Navarro: el Ortega y Gasset del periódico español El País, en 2008, el Perfil a la Libertad de Expresión de Argentina, en 2009, y la medalla de honor de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Misuri, EEUU, en 2010.

LA CENSURA NO SE NEGOCIA

En su turno de preguntar, porque le salió mejor jugada en los dados del cubilete, Adela Navarro quiere saber si a Julio Astillero lo han censurado.

Hernández López responde que un par de veces la columna no se llegó a publicar, pero eso nunca pasó en La Jornada donde lleva veintitantos años escribiendo. En términos generales, Astillero ha sido respetada con puntos y comas al extremo que cuando, más de una vez, el autor ha cometido errores de nombre, cargo o fraseo, respetan la columna literalmente porque creen que es uno de esos juegos de palabras que a Julio le gusta hacer. Les parece raro en la redacción, pero los dejan.

Llega un momento en que ya no es fácil que a un periodista como él le sugieran censura, corrupción o sobornos. Cuando lo han invitado a participar en medios electrónicos (radio y televisión), prensa o multimedia para tener espacios de opinión o de programas periodísticos, sus premisas de trabajo son: absoluta libertad en los temas y respeto a lo que escriba. Si al comenzar negociaciones le plantean ciertos temas que no debe tocar, simplemente se cierra desde ahí la posibilidad de una colaboración y ya no avanzan más las pláticas. Por eso está, dice Julio Astillero, en ese refugio de internet.

Claro, Astillero no es un talibán de la información o un incendiario que vaya a generar turbulencias intencionales, pero sí tiene una manera de decir las cosas. Tuvo la gran ventaja, desde que ingresó al periodismo, primero a Uno Más Uno dirigido entonces por Manuel Becerra Acosta, con Carmen Lira como jefa de Información, y luego en La Jornada (estuvo también un año en Excélsior), de no verse nunca en una situación de censura. Y eso que fue reportero de asuntos políticos: cubrió la Cámara de Diputados y el Senado, Gobernación y el PRI.

ZETA TRASCENDERÁ EL ACOSO

Navarro Bello subraya que “hay mucha censura en este país, mucho acoso contra los periodistas que están haciendo investigaciones, periodismo de verdad, de crítica. Hay muchos compañeros en los estados que son amenazados. Pero, por otro lado, los medios son ciertamente cada vez más independientes, se desligan del gobierno y ponderan más el periodismo. Y eso nos beneficia a todos”.

“Todo el acoso que sufrió Blancornelas en los 80 o la represión que sufrió Julio Scherer desde Excélsior, todas las amenazas que vivieron los periodistas de esa generación sirvieron para que nosotros pudiéramos hacer el periodismo que estamos haciendo.

“Ellos abrieron el camino y, por eso, cuando cuando llega un gobernador como Jaime Bonilla que nos regresa en el tiempo al decir ‘no pago para que me peguen’, o sea, no voy a comprar publicidad como castigo; que nos ataca directamente al decir que el semanario Zeta publica puras mentiras, que se mete con mi vida personal y me ataca diciendo en referencia a mi trabajo que ‘la mentira no tiene género’, lamento que esa etapa no la hayamos superado.

“El propio presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia de todos los días, acusa, acosa y critica abiertamente a los medios de comunicación, porque están haciendo un trabajo que a él no le parece.

“Siempre les digo a los periodistas más jóvenes de la redacción que, afortunado o desafortunadamente, hemos aprendido a sobrevivir en climas hostiles por las amenazas del narcotráfico por las presiones de un gobierno.

“Por eso le dije también al gobernador Bonilla: tú vas a estar dos años, nosotros ya tenemos 40. Puedes decidir cómo va a ser tu relación institucional con el semanario Zeta, pero una cosa te aseguro: siempre te vamos a buscar para conocer tu punto de vista, tu opinión o tu versión de las cosas”, subraya Adriana Navarro Bello.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com.

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