El pueblo mexicano, en su gran mayoría, celebrará el inicio de la Independencia de México, con gran júbilo, y quizás esta noche del 15 de septiembre sea la más grandiosa de todas las celebraciones, y la plaza principal de la Nación, el zócalo capitalino, seguramente estará al tope de repleto y desde el balcón de Palacio Nacional, escucharemos el mensaje del presidente que, precisamente, ha reconocido a este grandioso movimiento de lucha nacional, como la primera gran transformación.
Atrás quedarán, en la historia de la desabrida demagogia priista y panista, la frivolidad y la mentira, encubiertas en un discurso patriotero falso, que más parecía de verdugos que de agentes cívicos, que de sus roncos pechos gritaban sus mensajes a un pueblo atribulado, maltrecho por las políticas que implementaban, de saqueo y de ataques a la economía popular.
Ciertamente, en estos momentos históricos, de gran coyuntura política para convertir en leyes y grandes cambios justicieros la realidad nacional; es correcto voltear a nuestra historia nacional, y ampararnos en el legado de los grandes patriotas latinoamericanos, porque Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Zapata y Cárdenas: son héroes que trascienden nuestra patria, y su legado es siempre referencia en las luchas e ideales de los pueblos hermanos del Sur.Atrás también quedarán, en la memoria de alfombra y en los conductos subterráneos de una historia putrefacta, plena de traidores; las frías representaciones septembrinas que alcanzaron a realizar en su estrepitoso derrumbe el falso y fracasado presidente Fox; el comandante borolinas, y el de copete engomado, ahora cuyas amistades y protegidos prácticamente andan huyendo, como realistas derrotados, aunque haya sido doscientos años después, si se me permite este recurso literario.Ahora, a pesar de que aún se tiene que luchar con todo, contra la violencia, que sin duda se irá avanzando en este asunto; hay alegría en el pueblo y los ciudadanos más reaccionarios, aquellos que criticaban al PRI, aunque le ningunean al presidente sus altos valores de moralidad, de honestidad y su tenacidad para proponer cambios estructurales y llevar acciones y programas a los más pobres: poco a poco van entendiendo que se está ante un cambio verdadero, nada menos que la Cuarta Transformación, seguida de las tres anteriores, y aunque parezca obvio, hay que señalarlas: la primera, esta que la noche del 15 celebraremos, la de Independencia; la de Reforma, y la del cardenismo, que es lo mismo que hacer realidad en el pueblo los ideales de la Revolución Mexicana.
El ánimo, el entusiasmo, pese al vicio, a la degeneración, la degradación por las consecuencias del régimen de la corrupción, es decir, el neoprianato; la juventud valiente, los adultos mayores; los niños y las niñas; la burocracia consciente, y las familias en lo general, apoyan al presidente López Obrador a su progresista gobierno, porque ven que el hombre y su gran equipo de hombres y mujeres en los diferentes encargos, están trabajando bien.Y para ejemplo, hay que decir que en Colima, tiene un 75 por ciento de aceptación, según comenta la prensa, derivado de un estudio.
Y esto se debe a la gran orientación social de su gobierno en Colima, donde solo los egoístas y mediocres y reaccionarios del PRI en su dirigencia cascada y sus seudo-ideólogos que hacen opinión: no quieren ver. Es decir, nada más para refrescarles su seca memoria: más de cien mil colimenses reciben hoy apoyos directos de programas sociales impulsados por el gobierno de mayor base social y popular desde Cárdenas. Ahora los programas sociales van directos, se acabaron los moches, a los que tan adictos eran los regímenes de la corrupción del PRIAN.
PUNTO Y RAYA
Sigue la opinión respecto a la CDHEC. Días atrás se calentó el escenario político local, a raíz del proceso de elección del Congreso Local para dotar de titular a la Comisión de los Derecho Humanos del Estado de Colima, CDHEC; donde, ciertamente hubo fallas y donde un consejo ciudadano incidió con una calificación de perfiles, errática, desde mi punto de vista, porque se vio, a leguas, que se dejaron ir por la finta de partido. Uno de los factores fundamentales en el perfil de quien aspire a ocupar la CDHEC, es la seriedad de la persona, es decir, su conducta en la sociedad y en su familia. Las pasiones políticas, los prejuicios de género; los señalamientos y descalifiques de tipo político, que si tal perfil es amigo de tal o cual otro perfil, es lamentable. He dado mi posicionamiento respecto al tema en un primer momento, y aunque identifiqué a los traidores, que ahora hasta a la capital del país han ido a derramar sus ataques viscerales, debo enfatizar más en que es muy fuerte la percepción de que en quienes votaron en contra de Visfocri y de quienes se abstuvieron, se habría dado un toque de la mano negra del Ejecutivo. Los diputados que impulsaron a la expresidenta del TEE, María Elena Ruiz Visfocri, hicieron lo correcto y la sociedad colimense así lo percibe. Tendrá que venir otro proceso y en ese, es importantísimo acudir a los valores fundamentales que debe tener en su perfil profesional y como ciudadano, la persona que aspire a ocupar ese cargo, y en ese sentido, es muy probable que sea difícil que haya quien supere en ello al licenciado Efraín Naranjo Cortés, un ciudadano colimense ejemplar que ha estado siempre en favor de la justicia y que ha defendido siempre y aún en los perores momentos de gobiernos represores, a ciudadanos vulnerados en su dignidad y derechos humanos.
¡Hasta la próxima!