Muchos se desgarraron las vestiduras y se desgastaron las cuerdas vocales para criticar el anuncio hecho la semana anterior por la candidata de Morena-PANAL a la gubernatura de Colima, Indira Vizcaíno, sobre la fusión (¡no desaparición!) de las secretarías de Educación y Cultura como parte de una estrategia integral que combata el dispendio que se da en el aparato del gobierno colimense, compactando las actuales 15 secretarías en solamente siete.
A inicios de esta semana previa al debate, la candidata morenista dio una muestra contundente de lo que representa utilizar los recursos públicos en acciones benéficas para la gente: nada más en la oficina del gobernador, la actual administración peraltista gasta $275 millones de pesos al año, mientras que el planteamiento de Vizcaíno Silva incluye que esa misma cantidad de dinero se invierta, sí, invierta, totalmente en apoyos sociales para personas con discapacidad, becas para universitarios y apoyo de equipamiento computacional para estudiantes de secundaria.
Así como se tergiversó el anuncio de la fusión de secretarías y se convirtió en estrategia de combate político, habría que desestimar comentarios que dejan de lado una gran verdad: en el presente sexenio la Secretaría de Cultura que muchos añoran, feneció en este sombrío gobierno peraltista, no solo en funcionamiento, sino en presencia, en estructura, en cumplimiento de objetivos, en la implementación de la mínima política cultural. La Secretaría de Cultura no es un elefante reumático, parafraseando al Presidente, es un ejemplar muerto en cuerpo y espíritu.
Toda esta polémica no tenía otra intención que desvirtuar el posible plan de gobierno de la candidata de Morena, y como tal, esta tergiversación seguramente será retomada por las y los candidatos que aspiran al segundo lugar de la contienda durante el debate de este lunes 17 de mayo, organizado por el IEE y la Universidad de Colima.
La preponderancia que plantea Indira de los apoyos sociales como eje de su posible administración deja muy mal visto el comportamiento de un gobierno como el actual, cuyo dispendio no beneficia en nada a los sectores sociales, siendo algo que no podrá ocultarse por parte de las y los candidatos que se lanzarán sobre la morenista.
Y es que, por ejemplo, aunque algunos planteen que el esquema de la actual Secretaría de Cultura debe “defenderse”, la resurrección del ente de gobierno que impulse una transformación cultural en nuestra entidad podrá darse con el membrete que se desee: como secretaría, instituto, dirección o coordinación general, lo importante es que sea todo lo que no es la actual Secretaría de Cultura del Estado, una dependencia que desde el inicio del presente sexenio se quedó sin cientos de colaboradores de contrato y/o becarios, quienes eran los que le daban vida a los talleres, museos y recintos culturales de Colima.
Si se propone una reducción del grosor burocrático en la estructura del gobierno es porque en las secretarías estatales hay un fuerte dispendio de recursos con la saturación de personal de alto nivel jerárquico, es decir, muchos generales y poco soldado raso. Indira no plantea un despido masivo de personal de gobierno, sino un mejoramiento de la estructura de verdadero trabajo, que en el organigrama de estas secretarías es la que menos gana y más labora. Nada más en los despachos de las secretarías del gobierno, hay un sinfín de colaboradores de buena remuneración que duplican funciones y quitan posibilidades de mejores salarios a los que acompañan a los colaboradores sindicalizados y basificados en las tareas más extenuantes pero esenciales del gobierno.
El organismo de las políticas culturales del posible gobierno de la 4T colimense debe dejar en el olvido todo lo que esa dependencia ha hecho en los últimos sexenios. La debacle cultural de la entidad se dio en el gobierno peraltista, pero fue producto de inercias corrosivas, tales como: los mismos becarios repetidos año con año como en lista de asistencia; incumplimiento de pago a proveedores de diversos servicios; falta de pago de premios a ganadores de concursos culturales; cancelación de eventos culturales de trascendencia nacional; tardanza en el pago de las becas a creadores y/o colaboradores de contrato; poco respaldo a los artistas y creadores independientes; poca inventiva en la creación de opciones de fomento cultural; poca inversión en el fomento a la lectura, entre otras. El mejor ejemplo de su fallida gestión es que en el último lustro el mejor evento cultural lo ideó el director de cultura (en paz descanse) del pasado trienio de la administración capitalina: el Volcán Fest.
UNGIR A SALINAS PARA BENEFICIAR A JOREGE LUIS EN MANZANILLO
La difusión de una foto del evento de Nueva Alianza, con la que pretendieron generar un burdo mensaje de apoyo irrestricto de Indira Vizcaíno hacia Rogelio Salinas, el candidato porteño del PANAL, fue la confirmación de la necesidad del candidato del PRIANRD a esa alcaldía, Jorge Luis Preciado, de una gran ruptura de Morena para tener aspiraciones este 6 de junio.
¿Qué tiene que ver Jorge Luis en las intenciones de ciertos sectores de ponderar a Rogelio Salinas como el verdadero candidato de la 4T porteña? Entre los promotores del panista existe la creencia de que aquellos votos “izquierdistas” que logre acaparar el PANAL en el Puerto, podrían significar la diferencia entre su victoria o derrota el día de la elección.
Una ruptura de Morena Manzanillo con el Morena estatal es el único camino que ven puede darle posibilidades al aspirante azul a la alcaldía. Ni la abanderada de MC, ni del Verde (al menos eso nos dicen desde el Puerto), se ven con posibilidades de entrar a la verdadera contienda, así que cualquier estrategia es válida para intentar frenar a la actual alcaldesa con licencia, quien goza de amplia aceptación, no solo por haber tenido una administración con más obra pública que el propio gobierno estatal, sino porque ha sido una férrea defensora de la 4T en tierras manzanillenses. Qué mejor ejemplo que el sacudión que le propinó al Gobernador en plataformas digitales hace unos meses, cuando desde Casa de Gobierno quisieron crear el “Basura Gate” para meter mano en el control del Relleno Sanitario porteño.
A tiempo, Indira Vizcaíno dejó muy en claro que lo que le convendría a su gobierno es un 4 de 4 y la retención de su partido del gobierno de la capital económica del estado. Simplemente el viernes, en una reunión con empresarios turísticos de Manzanillo, Indira y Griselda se mostraron como el equipo que no gusta a los detractores de la alcaldesa con licencia.