Una vez el entonces dirigente nacional del PAN, Carlos Castillo Peraza, dijo en entrevista con Rubén Luengas que el PRD no era un partido sino ‘la sombra de un caudillo’, refiriéndose a Cuauhtémoc Cárdenas. Y eso que todavía el Sol Azteca de aquella época tenía otras figuras de las cuales echar mano, como Porfirio Muñoz Ledo. Ahora en Morena sólo tienen a López Obrador.
Para Luengas, no se puede plantear una estrategia para los grandes problemas nacionales como es el de la inseguridad apelando a la gran figura. “Debemos hacer que la sociedad se organice. Parafraseando a Carlos Monsiváis, la democracia no termina al emitir un voto. Se requiere de la participación del pueblo mexicano, que ha sido domesticado por la televisión y al que le han designado el papel de audiencia, donde el ciudadano es espectador no participante”.
Al coincidir con Miguel Badillo, director de la revista electrónica de investigación Contralínea, y Ernesto Ledesma, director de Rompeviento TV, en la emisión del martes 27 de agosto de Radio Centro Noticias que conduce Julio Hernández López ‘Astillero’ (https://www.youtube.com/watch?v=DRQcmy0mnRk), el conductor del canal Entre Noticias de YouTube recuerda que:
“En los actos de desobediencia civil a los que convocaba Gerardo Fernández Noroña sí llegaban personas pero no en un número representativo de la mayoría de la sociedad. Se tienen que buscar estructuras sociales que permitan transformar a México, con figuras o sin ellas”, sentencia Rubén Luengas.
SECTOR NO MEDIÁTICO
Para Ernesto Ledesma, en la conversación que se dio en torno a la presentación del primer informe de labores del presidente López Obrador “hay un elemento que está completamente abandonado, un sector no mediático: los movimientos sociales que tienen una naturaleza más anti-sistémica, como son el movimiento zapatista o el congreso nacional indígena”.
Ledesma señala que esos movimientos están resentidos:
“En Morelos asesinaron a Samir Flores, el activista opositor a una termoeléctrica, y Andrés Manuel sólo mencionó su nombre el día que lo mataron, nunca antes.
“Ahí hay un sector que está estrechamente vinculado con una reforma que también está pendiente, la reforma sobre pueblos indígenas. Y no veo a funcionarios diciendo que se va a reformar o con quién la están consultando. Queda claro que no están consultando a quienes no están de acuerdo, y consultar a quienes están de acuerdo ¿qué sentido tiene?”
La oportunidad es histórica, dice Ledesma, porque no se va a repetir –con un presidente como Andrés Manuel, con un Congreso donde tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores y algunas legislaturas de los estados tienen mayoría de Morena– un escenario favorable para que se puedan hacer reformas constitucionales pendientes que son “urgentes” pero que, “como no son mediáticas”, se han quedado ahí.
LAS TRIBUS DE MORENA
Julio Astillero pregunta a la mesa qué pasa con esta concentración de poder que es la que ha permitido que el proyecto encabezado por López Obrador pueda sostenerse y mantenerse a salvo del embate de los poderes fácticos.
¿La propuesta de la cuarta transformación depende de la voluntad, la salud y la capacidad de un solo hombre?
¿Qué pasaría en un momento hipotético si el presidente tuviera que retirarse por cualquier problema?
¿Para conservar todo lo que se ha construido hoy, hay cuadros para sustituir a López Obrador y conducir eficazmente la 4T?, formula Astillero
Rubén Luengas ve en el camino pleitos de tribus al estilo PRD:
“Al interior de Morena, sin la figura de López Obrador que es el aglutinante, empezaría la rebatinga por los puestos y por quién hereda el liderazgo. Desgraciadamente Morena no está suficientemente consolidado. En la política siempre hay pleitos, pero el Movimiento de Regeneración Nacional no ha podido siquiera convertirse en un partido propiamente dicho”.
CUIDAR EL PROYECTO
“Sobre todo no hay líderes que hayan crecido en Morena”, apunta Miguel Badillo.
La pregunta no es sólo acerca del futuro del partido en el periodo de Andrés Manuel como presidente, porque “esto dura cinco años más. Ahora, si no le pasa nada, si esto se termina y él cumple su palabra y no busca la reelección, ¿al salir de la presidencia de la república Andrés Manuel va a seguir mandando en toda esta fuerza social?”
“Él ha dicho que se va a su rancho, pero no lo creo. Va a seguir haciendo política y va a seguir cuidando este proyecto de nación, porque ya dijo que le pertenece al pueblo, que él ya no se pertenece.
“Esto significa que él va, hasta el último día de su vida, a seguir trabajando en bien de la población, de esta población que le dio un voto impresionante y que sigue apoyándolo fuertemente, aun con toda la problemática presentada en estos primeros nueve meses”.
Pese a los obstáculos, Badillo confía en que López Obrador va a ir regulando la situación, tanto la actividad económica como la política y la de seguridad:
“Veníamos de un crecimiento ascendente, brutal, en la inseguridad. Cuando él asume la Presidencia en diciembre, la inseguridad traía una línea ascendente que no iba a decrecer, ni siquiera se iba a frenar inmediatamente. Y no se ha frenado, sigue creciendo la inseguridad pese a todos los apoyos sociales que se están instrumentando y a la atención que se está dando a la vigilancia o a la confrontación armada. Pero llegará el momento en que se detenga ese crecimiento de la delincuencia y de la violencia. ¿Cuándo?, es lo que no se sabe”, señala Badillo.
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