LARGA TRAYECTORIA, LARGA COLA EN LA HISTORIA DE UN CACICAZGO QUE INICIA SU DERRUMBE

Con el salvoconducto que le libró el dirigente nacional de su partido, que más bien pareció rescate de una gobernabilidad estatal en franca descomposición, el profesor Arnoldo Ochoa González deja la Secretaría General del Gobierno por la vía de la renuncia, y esta vía, en todas partes entraña casi siempre, incapacidad política en el desempeño de funciones; ya sea que se echen adelante motivos personales, ascensos hipotéticos, o desavenencias con el titular. Pero el caso de esta renuncia parece tener su origen en la ineficiencia de todo el gobierno de Ignacio Peralta Sánchez.

Como si pareciera un grito en la mar embravecida, donde el galeón de piratas públicos hace aguas, parece que este capitán político lanza el apocalíptico grito de ¡sálvese quien pueda!, saltando y dejando en la tormenta a todo el gabinete y a sus mentores o aliados, como son el cacique superior que ha traficado con la Universidad de Colima, Fernando Moreno Peña, su socio político el editor periodista y tío del gobernador Ignacio Peralta, Héctor Sánchez, quienes, por cierto, ahora andan intentando venderle al pueblo colimense a otros dos políticos, a ver cuál de los dos, Locho Morán o Virgilio, les cumplen sus intereses.

No es una renuncia valiente la de Arnoldo Ochoa, ni obedece a legitimas aspiraciones políticas o de aprovechar oportunidades que “solo una vez se presentan”, como lo dijo en un mensaje de video, donde no menciona a su gobernador; más bien tiene su origen, en nuestra opinión, a que el viejo secretario general de gobierno y maquiavélico político que sobrevivió a cismas propios del Grupo Universidad; decidió poner pies en polvorosa para refugiarse en la capital del país para desde allá tratar de seguir grillando contra los ímpetus democráticos del pueblo colimense y su sociedad.

Poner camino de por medio, cuando hay graves hechos del crimen organizado, con algún grado de responsabilidad, es hasta una cobardía, amén de cierta protección de impunidad.

No es lo mismo 20 años antes que veinte después. En aquel rompimiento del grupo Universidad, que conformó dos bandos en disputa; el profesor Arnoldo Ochoa, melómano y otrora hábil político, se había ya refugiado allá en las faldas de avezadas figuras políticas de su partido, desde donde pudo llegar a la diputación federal y desde donde pudo reconstruir su regreso a Colima, gracias a su amistad con el editor y periodista señalado, su protector y amigo.

Incluso, antes del rompimiento que lo llevó a la capital del país, Arnoldo Ochoa ya era considerado por los provincianos dirigentes del Grupo Universidad, el operador que estos tenían allá, en la capital del país. Y es que ese ahora grupúsculo, tenía carteras y divisiones en tiempos de plenitud priista en el gobierno.

No hizo bien su labor en el cargo de secretario general de gobierno porque, en realidad, quienes controlan y mandan al gobernador, no tienen ninguna voluntad de transformar a la sociedad colimense, sino servirse del poder con un gobernante a mano, dócil, que les siga permitiendo la corrupción al grupo Universidad.

Renunció por incapacidad y la lógica indicaría que el siguiente en meter licencia al cargo, por ineptitud consumada, debería ser el propio gobernador. De hecho, los diputados de Morena en el Congreso local ya habían solicitado la renuncia del secretario general de gobierno y conminaban al gobernador a que metiera permiso. Respecto de este, sería lo más conveniente para Colima ante el proceso electoral que ya casi está aquí de manera legal, porque de manera ilegal, llevan ya varios meses algunos ambiciosos -como los dos arriba señalados- que hacen campaña repartiendo cubre bocas y publicando escandalosas notas y videos que salen miles de pesos más caros que este instrumento dizque para proteger del Covid.

Para reemplazar en el cargo del profesor, el gobernador envió ahí a un consumado íntimo de Mario Anguiano, que mantuvo en la secretaría de Cultura, sin mayor trascendencia. Y este bajo perfil, significa que no hallaron a nadie más que haga lo que los titiriteros que mandan y hacen bailar al mono, quieren en ese cargo. El enroque que se da, es clara señal de que los que mandan al gobernador, son los que ahora tienen alianza mediática y política para, según ellos, retener el poder otros seis años, con gravísimas consecuencias para la vida democrática, si es que lo lograran. 

Pero la verdad, se ve difícil que un cacicazgo vetusto, desprestigiado, estigmatizado con un gobierno que se ha visto rodeado de sangre y crimen, de corrupción y de incapacidad; pueda contener el inminente cambio de partido en una gubernatura igualmente ya vetusta, molacha y cascada, como ha sido la del régimen priista. Ni yendo a bailar a Chalma, ni juntándose el aceite con el agua, con el Prian de Locho o con su peón incondicional de Manzanillo, podrán lograrlo.

PUNTO Y RAYA

Reaccionan el hampa ante el vigoroso y viril combate del gobierno de Sheimabun contra la delincuencia.

El atentado que sufrió el secretario de seguridad del gobierno de la Ciudad de México, y del cual Salió librado, no así dos de sus compañeros; es clara señal de que el gobierno de Claudia Sheimbaun, combate al hampa capitalina. En un Twitter que remitió desde el lecho donde se recupera el funcionario, por cierto, hijo del desaparecido político Javier García Paniagua, señala que el ataque lo perpetró el CJNG. Inmediatamente Santiago Nieto y otros grandes funcionarios que despliegan un frontal combate. Contra la delincuencia organizada y de cuello blanco, le mostraron su solidaridad.

Hay optimismo en que por primera vez en la historia inmediata de la alternancia -la fracasada con el PAN y las administraciones corruptas también del PRI- ahora en esta sí se combate la delincuencia. Se construye y fortalece el Estado democrático, y en ello el Estado procede contra los enemigos del pacto social.

Otro ejemplo es aquí en Colima. La Guardia Nacional y los agentes de la Fiscalía General de la República, enviados a investigar los hechos criminales ocurridos recientemente, ya tienen detenidos y pronto se conocerán los vínculos y el móvil del asesinato del juez federal y su esposa. Sin duda, avanza la República con la Cuarta Transformación.

¡Hasta la próxima!

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