Griselda Martínez, alcaldesa de Manzanillo, sufrió un duro revés al no lograr la aprobación de su Cabildo para que Eduardo Camarena Berra tomara protesta como su Tesorero municipal.
El rechazo de su propuesta para la Tesorería no es solamente una batalla perdida para la presidente municipal, sino una pérdida para la comuna. Difamado al por mayor, incluso en lo personal, Camarena Berra fue desairado por una guerra política que inició meses antes de que Griselda asumiera el cargo, aun cuando tiene las tablas y conocimientos suficientes para asumir el duro reto de manejar las finanzas municipales más abultadas del estado (casi 1,000 millones de pesos de presupuesto al año, con una deuda correspondiente a más del 35% de éste), a la que hay que sumarle las complicaciones políticas intrínsecas de la capital económica de la entidad.
La aprobación de Camarena habría sido un buen complemento a la llegada otros funcionarios de experiencia, como la de Martha Zepeda del Toro a la Secretaría del Ayuntamiento, quien es la comprobación más fehaciente de que en la actualidad ya no hay partidos, sino proyectos, donde los buenos cuadros salen avante.
Griselda ha intentado, al menos hasta donde la han dejado, rodearse de buenos cuadros para su administración, a sabiendas de que el reto por delante es abrumador. Su llegada se debe inequívocamente al fenómeno “lopezobradorista”, pero en mucho se debe también al hartazgo de los habitantes del Puerto, quienes en los últimos años han sufrido de malos servicios públicos, una planeación municipal que se repele con el crecimiento del puerto comercial, y una ola de violencia nunca antes vista, que presumía cadáveres por los boulevares y balaceras en los restaurantes y antros de moda.
De los que se conocen hasta el momento, destacan mujeres: como Sara Cernas para el Instituto de la Mujer, Vanessa Hoyos para la dirección de Programas Parciales (con amplia experiencia en administraciones municipales), y Nora Sepúlveda para la dirección de Desarrollo Económico municipal, dependencia que necesita de una persona con su juventud, conocimiento y experiencia, para que la comuna canalice las bondades del desarrollo portuario a todos los sectores sociales; urgencia que crece cada día, ante la muerte en vida de la Secretaría de Fomento Económico del Gobierno Estatal (antes llamada SEFOME, ahora llamada SEMEFO en el círculo rojo).
La conformación del proyecto de Griselda, al parecer, ya no contará enteramente con su equipo de regidores en el Ayuntamiento. Una dificultad más que deberá solventar a la brevedad.
Pase de salida…
Aunque se preveía como un tema complicado para Elías Lozano, el alcalde de Tecomán, finalmente sí le fueron aprobadas sus propuestas para los cargos más importantes en su organigrama. Destaca Marco Antonio Salas Moreno, el nuevo Contralor municipal, quien por sus conocimientos y experiencia le será de mucha utilidad en la alborotada comuna tecomense.