LAS CINCO FAMILIAS DE LA COSA NOSTRA

La mafia en Nueva York floreció al amparo de cinco familias que se repartían los negocios y territorios. Cruzaban muy fácilmente de lo legal a lo ilegal, no tenían corazón y siempre mataban y ajustaban cuentas, pero siempre avanzaban juntas y se beneficiaban todas. Sentían que el dinero estaba en todas partes y que les pertenecía. También cayeron juntas a raíz de la Ley Rico que contó con un par de duros fiscales: Rudolf Giuliani y Michael Chertoff, cuyos nombres son ampliamente conocidos aún hoy. Y la clave de la caída fue el espionaje al jefe de una de las familias, John Gotti. 

Rudolf Giuliani con el tiempo fue alcalde de Nueva York y será recordado por su papel durante el atentado a las Torres del Centro Mundial de Comercio el 11 de septiembre de 2001 y ahora asesora a Trump. Michael Chertoff fue Secretario de Seguridad Nacional durante el mandato de George W. Bush y coautor de la Ley Patriota. 

Esas cinco familias neoyorquinas fueron Bonanno, Colombo o Profaci, Giambino, Genovese y Lucchese. Ahora la mafia, el crimen organizado en nuestro País tiene también cinco familias con muchas coincidencias con esos gángsteres italogringos legendarios y sus nombres son Acción Nacional, Convergencia Democrática, México Libre, Revolución Democrática y Revolucionario Institucional y agrupan grandes empresarios y conocidos ideólogos, transitan de la legalidad a la ilegalidad, la muerte no les importa y les gusta usarla y también creen que el dinero está en todos lados y les pertenece. Hacen y están dispuestos a hacer todo por tenerlo todo y avasallarnos por tal de mantener el poder. Para eso tienen gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales, funcionarios… y los usan. 

Estos, como aquellos tienen que ver con el juego y las apuestas, el alcohol y las drogas, con los préstamos, los negocios de seguridad, con los sindicatos, los combustibles y muchas otras ramas. Están en todo lo que les permite obtener dinero, de manera lícita o ilícita, eso no importa. 

Algunos de ellos amenazan ahora con romper el pacto federal y durante cuatro años y medio mantener sus 21 estados como asociados a la Federación y decidir después si continúan dentro de la Federación. Amargar con ello es muy fácil pero se les olvida que existe algo llamado marco legal y un documento fundamental llamado Constitución que no les permitirán lograr su objetivo. 

Quieren dinero porque las crisis como la que vivimos les han significado grandes oportunidades de enriquecimiento y la 4T no se los da. Desean, seguramente, comprar más termómetros sin licitación y realizar otras adquisiciones absurdas, pero no están dispuestos a renunciar a un sólo centavo de sueldos y prestaciones o privilegios; pues desean más dinero, no menos. 

No nos han dicho cuáles son los Estados que se han coaligado, pero no es difícil adivinarlo. Dicen que quieren estar medio fuera de la Federación durante lo que resta del sexenio de López Obrador y decidir si continúan cuando existan resultados de la próxima elección presidencial. Pero muchos de los gobernadores que amargan, no lo serán desde mucho antes. Ese sería el caso de Colima. Esa figura de estado asociado que anuncian, no lo contempla la Constitución. 

Además, muchos de los gobiernos estatales y seguramente, de los rebeldes no pueden mantenerse a ellos mismos. Recaudarán aunque son flojos para cobrar impuestos porque quieren conservar apoyos de los votantes y no recibirán dinero o aportaciones ni servicios del Gobierno Federal. Muchos de ellos reciben más de lo que entregan. Un vistazo rápido a las cifras, lo deja claro. También deberían tener presente que los empresarios que los apoyan, lo hacen precisamente porque no quieren pagar impuestos. Entonces, ¿Cómo diablos podrán financiarse, gastar y que les quede un excedente para los bolsillos de los políticos y notables que les apoyen en su aventura? Y todo ésto lo proponen, además, cuando avistamos una crisis económica sin precedentes.

¿Y pagarán a la Federación por los servicios que deberá prestarles? Supongo que no saben lo que dicen. 

Pero, para fortuna de los mexicanos estos irresponsables gobernadores no se mandan solos y la mayoría tienen congresos que se les oponen. Y en casos como el nuestro, resulta que López Obrador obtuvo mucho más votos en la entidad, de los que en su momento apoyaron a Peralta quien además fue reprobado en el 2018. ¿Y qué dirán y cómo votarán los demás estados? Porque no olvidemos que se trata de una Federación. Y además, la Constitución es muy clara. Dejan la impresión de que no la conocen y eso, que protestaron respetarla y hacerla respetar. 

La irresponsable propuesta viene cuando estamos en alerta por la pandemia y nuestras angustias están en otra parte. Pero vienen en el momento oportuno para sus proyectos de negocio. 

No dudo que algunos los sigan, los conservas, los más tontos e ignorantes de los conservas, pero que se esperen a la votación por la revocación de mandato y se manifiesten entonces. Creo, con seriedad, que no piensen en ello y que lo digan para asustarnos. No pueden ser tan tontos y los pocos lectores de esta columna saben de los alcances de muchos de ellos como Alfaro, Aureoles, El Bronco o Peralta, pero no pueden ser tan limitados y destalentados para pensar de ese modo. Quizás en sus estados, López Obrador tenga más aceptación que los gobernadores, pues en algunos, estamos contando los días para que sus gobiernos terminen. 

Al tiempo. El que junta estas letras supone que no volveremos a escuchar esta amenaza descabellada. Que no tiene pies ni cabeza. Y supongo también que no tendrán éxito con sus amagues. En tanto, nosotros continuaremos cuarentenados y a la espera de nuevas noticias al respecto. O de alguna otra ideota que se les llegue a ocurrir. 

Es todo. Nos encontraremos pronto. Tengan feliz semana. 

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