Si mantener en la Secretaría de Salud y Bienestar Social las mismas condiciones que han prevalecido desde el arranque del sexenio, le asegura al gobernador Peralta la sumisión del Congreso, entonces le salió barato a Nacho.
El razonamiento no es mío, se lo escuché decir a un servidor público de carrera quien ve en la designación de Leticia Guadalupe Delgado Carrillo como encargada del despacho de la SSyBS, un nombramiento indefinido.
Se anunció que la directora administrativa de los Servicios de Salud estará al frente de la dependencia hasta que se designe a un nuevo titular, pero esta situación temporal podría alargarse tanto como lo requiera la relación política del mandatario estatal con el líder de la mayoría de Morena en San Lázaro.
Es un secreto a voces en la Secretaría que la fuerte amistad entre Nacho Peralta y el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados, que data de su época de estudiantes de Economía en el ITAM, es lo que explica la incorporación de la hermana de Mario Delgado Carrillo a la administración estatal.
La trayectoria anterior de la funcionaria no registra experiencia en el manejo de recursos médicos, pero desde que se plantó en esa oficina al arranque del gobierno de JIPS, Leticia Delgado ha ejercido plena autoridad en los servicios de salud.
ELLA MANEJA EL DINERO
Leticia Delgado ya estaba en la SSyBS en los tiempos en que el ex rector de la UdeC, Carlos Salazar Silva, renunció a la Secretaría entre otras cosas porque no tenía control absoluto de los recursos financieros del organismo.
Y estuvo también en la época en que Ignacio Federico Villaseñor Ruiz presumía ser el hombre de las confianzas de José Narro en Colima, pero se quejaba porque su directora administrativa no le respondía a él ni al secretario federal, sino directamente al Gobernador.
Quienes conformaron el equipo de Miguel Becerra Hernández en Salud, justifican de la misma manera los problemas en la gestión del secretario: la política sectorial no estuvo marcada por criterios salubristas sino financieros.
En otras palabras, las decisiones que implicaban dinero las tomaba ella. Y no el médico locuaz que hace unos días precipitó su salida del cargo, con un discurso extravagante igualito a los que había venido pronunciando hasta ahora pero que, esta vez, fue magnificado por el aparato propagandístico del estado.
FUTURISMO POLÍTICO
Mientras Leticia Delgado realizaba su trabajo en Salud, el Congreso local reventó en su mandato popular de someter al Gobierno de Colima a los designios de la Cuarta Transformación.
El electorado le dio al lopez-obradorismo 15 diputaciones de mayoría y una de representación proporcional. Pero un Congreso abiertamente identificado con la 4T cayó pronto en una crisis de liderazgo, reconocible por los sucesivos cambios en la presidencia de la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios.
Es presumible la intervención de Mario Delgado en la conformación de un Congreso que pasó de tener una mayoría de Morena asegurada por una alianza con la fracción panista, a conseguir la gobernabilidad de la Diputación local mediante un acuerdo pero con la bancada del PRI.
Y aunque sería temerario afirmar que Mario Delgado operó para desactivar políticamente al Congreso, se puede inferir que el líder cameral ha contribuido decididamente a lograr una relación más armoniosa entre los poderes legislativo y ejecutivo en Colima, generando una situación muy distinta a la pugna que podría haberse dado entre los congresistas y el Gobernador.
Mantener la cordialidad de la Legislatura bien vale una misa o, mejor dicho, el manejo administrativo de la Secretaría de Salud. Por lo demás, Leticia Delgado ha hecho honor a su promesa de responder directamente al gobernador Peralta.
Suspicaces por la naturaleza misma de la actividad política, otros aspirantes morenistas y priistas, los ecologistas y petistas e incluso los panistas en reclamo de piso parejo para competir por la gubernatura en 2021, estarán atentos a detectar si, además del control de los recursos financieros que manda la Federación a Colima para el rubro de Salud, la SSyBS no termina siendo la alcancía de un proyecto sucesorio con los colores de Morena y el visto bueno del mandatario saliente.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com. Esta columna también se puede leer en: www.carvajalberber.com y sus redes sociales.