A poco más de dos días de que, previo a una Sesión de Cabildo capitalino, el diputado federal morenista Locho Morán reclamó al alcalde Riult Rivera el haber enviado un boletín institucional en el que le señalaban presuntos malos manejos de hace dos trienios que, según el comunicado, afectan las finanzas actuales del municipio, el tema sigue siendo tendencia en redes.
Fiel a su estilo, el diputado federal morenista se fue de frente y sin tapujos ante un alcalde que demostró ser el rival más débil de los que han protagonizado enfrentamientos verbales con Morán Sánchez. Después de haber tenido enfrentamientos políticos con funcionarios silveristas, con Fernández Noroña, o con Martín Flores, en esta ocasión Locho no tuvo rival.
El meollo político no es el tono del reclamo de Locho, o la estrategia posterior del equipo riultista de querer llevar la polémica por el rumbo de la violencia de género o la “alta diplomacia” del alcalde, el verdadero problema para Riult es que terminó asintiendo con sus gestos y ademanes a todos los señalamientos que le hizo el diputado federal sobre el hecho de tener una nómina sobregirada, que derivado de ello, le genera incapacidad financiera a su administración. Ni todas las botellas de agua del salón de Cabildo le hicieron rebatir alguna afirmación.
El hecho de que la esposa de Locho, la regidora Azucena López, esté en la Comisión de Hacienda Municipal, le da ventajas a Locho; de primera mano conocerá las discrepancias que pondrán en peligro las finanzas municipales, por lo que se convertirá en una pesadilla mediático-política para la administración prianista.
Podemos inferir que este primer round ganado por la vía del knock-out por el morenista, tendrá revancha, pese a que el primer episodio estuvo más que disparejo.
